A esta conclusión llegamos cuando desde el mundo institucional se intenta desvirtuar la labor de los grupos de la MEMORIA HISTÓRICA que han surgido y siguen surgiendo para reivindicar el reconocimiento de las víctimas del genocidio franquista y la articulación de medidas para el restablecimiento de la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
El objetivo prioritario de la sociedad vasca, treinta y cinco años después de la muerte del genocida dictador general Franco y tres de la promulgación de la ley de la Memoria Histórica, es el reconocimiento de las víctimas y la derogación de la Ley conocida popularmente como del PUNTO FINAL, todavía vigente, que ampara la impunidad contraviniendo la legalidad internacional e incumpliendo los convenios internacionales firmados por el Estado español, que no prescriben los crímenes de lesa humanidad.
La MEMORIA HISTÖRICA no sólo constituye un derecho fundamental de los cientos de millares de víctimas que han sufrido el terror desatado por un régimen genocida, sino que debe ser trabajada para recuperar a las víctimas de la impunidad forzada por el terror ejercido por el régimen genocida y el olvido interesado que se observa desde instituciones cercanas como el ayuntamiento de Donostia, para dotarla de nombres y apellidos a las víctimas, cuyos restos siguen apareciendo en fosas clandestinas de nuestro municipio al ritmo de la ejecución de obras urbanísticas cuya finalidad no era su hallazgo y localización.
Las nuevas generaciones deben conocer una tenebrosa página de la historia que se les está ocultando, y que, en cuanto a nuestra población se refiere, constituye la mayor tragedia sufrida por la ciudad desde su destrucción en 1813. Cerca de cuatrocienos fusilados , todos ellos civiles, y el éxodo de la población, que nuestro ayuntamiento tiene guardados en el armario del olvido, ocultando su dimensión.
Es la mejor contribución que podemos hacer a las nuevas generaciones, para que puedan conocer la verdad ocultada forzosamente por el terror genocida y evitar su repetición, y no consentir que, nuevamente les conviertan en víctimas del olvido.
No se puede pasar página sin escribirla para que pueda ser leída mediante la creación de una Comisión de la Verdad.
Como acto de reafirmación y desagravio a la memoria de las víctimas del genocidio franquista, invitamos a los ciudadanos comprometidos con la verdad, la justicia y las libertades, a la concentración que el miércoles día diez de noviembre a las ocho de la tarde se realizará en el Boulevard donostiarra.