Siento por un momento que la sangre corre por mis pies, paralizando mi cuerpo.
Que mi corazón galopa como si quiesiera salir y no acompañarme en este viaje en el que mis piernas flaqueen.
Es el miedo, ante lo que está por venir… Esos dias en los que te cambian la vida.
La incomunicación, la tortura, que solo tú tienes que hacer frente.
Seres que no sienten, solo actúan… Perros de unica dueña, la impunidad.
Ahora, transcurridos los meses, si no fuera por las noches en vela empapadas de sudor y amargura, parece que todo fue una pesadilla.
Ahora, sentada sobre la cama de la celda, realmente no se que es mas doloroso… Si los golpes o el grito de una compañera. Solo aquellas paredes fueron testigo de tanto sufrimiento.
Sin duda lo superaremos… Porque ni el tormento, ni el destierro, ni los muros de cemento conseguiran acallarnos.
Porque al igual que sentimos miedo, sentimos amor… La base de nuestra entrega.
No es en vano cada herida, golpe y gota de sangre que forman nuestra historia. Son ahora semillas en esta tierra sembrada de valor.
Y sus frutos nacerán en un futuro, tejido con el esfuerzo de todas nosotras y construido con la ternura de nuestras manos.
.…desde la carcel de Brieva, a Noviembre del 2010.