¿Qué nos deja la cum­bre del G20 en Corea?- Julio C. Gambina

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Ter­mi­nó la reu­nión del G20 en Seúl y tal como se espe­ra­ba, sin muchas pre­ci­sio­nes con capa­ci­dad de inci­dir en la mar­cha de la eco­no­mía mun­dial y sí con incer­ti­dum­bres sobre el futu­ro inme­dia­to ante el des­or­den gene­ra­do por la cri­sis mun­dial, que vuel­ve a estar ame­na­za­do por una suce­sión de cri­sis nacio­na­les que cam­bian perió­di­ca­men­te de esce­na­rio de EEUU a Euro­pa y vice­ver­sa. Aho­ra la nove­dad es Irlan­da y en cual­quier momen­to reapa­re­cen en la esce­na de la cri­sis, Espa­ña, Por­tu­gal o Ita­lia, pero el resul­ta­do elec­to­ral nega­ti­vo para los demó­cra­tas en EEUU pue­de depa­rar nove­da­des de reci­di­va de la cri­sis en la pri­me­ra eco­no­mía del mundo.

La reali­dad es que el des­or­den se mani­fies­ta en la con­tra­dic­ción que sur­ge de polí­ti­cas nacio­na­les apli­ca­das por los gobier­nos para inten­tar erra­di­car los efec­tos de la cri­sis en su terri­to­rios, y es una cri­sis que tie­ne dimen­sio­nes sis­té­mi­cas, inte­gra­les, que no admi­te palia­ti­vos par­cia­les, loca­les, nacio­na­les. En reali­dad, desa­fía a pen­sar en un nue­vo orden eco­nó­mi­co y finan­cie­ro mun­dial, que por lo resul­ta­dos con­cre­tos de las deli­be­ra­cio­nes del cón­cla­ve reu­ni­do en Corea del Sur, no da para expec­ta­ti­vas esperanzadoras.

¿Paí­ses emer­gen­tes al poder mundial?

Algu­nos ima­gi­nan la emer­gen­cia de una nue­va reali­dad del poder mun­dial por el sur­gi­mien­to de nue­vos acto­res eco­nó­mi­cos y polí­ti­cos en la esce­na mun­dial, entre ellos los lla­ma­dos BRIC. Hay razo­nes para pen­sar­lo, ya que Chi­na acre­di­ta un cre­ci­mien­to acu­mu­la­ti­vo del orden del 10% por tres déca­das y se posi­cio­nó como segun­da poten­cia mun­dial, aún lejos del poder de EEUU, pero en expan­sión. La India tam­bién mues­tra un rit­mo de cre­ci­mien­to impor­tan­te, aun­que debe admi­tir­se en ambos casos, Chi­na e India, que mues­tran esos nive­les de expan­sión eco­nó­mi­ca bene­fi­cia­das por el arri­bo de inver­sio­nes exter­nas, prin­ci­pal­men­te de EEUU con lo cual, más allá de los avan­ces en el ran­king eco­nó­mi­co de las nacio­nes, lo que impor­ta es un pro­ce­so cre­cien­te de trans­na­cio­na­li­za­ción de la eco­no­mía mundial.

Lo que que­re­mos decir es que más que el peso de las nacio­nes en la gene­ra­ción de rique­zas, lo que impor­ta es la movi­li­dad del capi­tal superan­do los lími­tes fron­te­ri­zos para rea­li­zar sus obje­ti­vos de obten­ción de ganan­cias para ampliar la diná­mi­ca de la acu­mu­la­ción y valo­ri­za­ción de capi­ta­les, con lo cual se resuel­ve la domi­na­ción en el capi­ta­lis­mo, sea eco­nó­mi­ca, polí­ti­ca o cultural.

No se tra­ta de un tema menor a la hora de con­si­de­rar lo que ocu­rre en la Argen­ti­na, ya que más allá de la men­gua­da cre­di­bi­li­dad de los datos ofre­ci­dos por el INDEC, lo cier­to es que la extran­je­ri­za­ción es cre­cien­te en la cúpu­la empre­sa­rial en el país. En un esce­na­rio de trans­na­cio­na­li­za­ción de la eco­no­mía, lo que impor­ta es obser­var lo que ocu­rre con la valo­ri­za­ción de los capi­ta­les, mucho más que los datos macro­eco­nó­mi­cos. La cues­tión pasa por defi­nir quié­nes son los due­ños de la eco­no­mía, quié­nes ocu­pan el lugar domi­nan­te en la estruc­tu­ra eco­nó­mi­ca social de un país, por caso la Argen­ti­na. El país vuel­ve al cre­ci­mien­to en 2010, pero debe­mos inte­rro­gar­nos sobre quié­nes se apro­pian de esa evo­lu­ción, cuál es el des­tino del exce­den­te que se gene­ra en el capi­ta­lis­mo local, ya que una par­te pue­de ser apro­pia­do por el Esta­do y con­tri­buir a finan­ciar polí­ti­cas socia­les com­pen­sa­to­rias, pero lo que defi­ne es la apro­pia­ción pri­va­da por par­te del capi­tal extran­je­ro domi­nan­te en la estruc­tu­ra pro­duc­ti­va y de ser­vi­cios local.

La eco­no­mía esta­dou­ni­den­se o euro­pea mues­tran seña­les de cri­sis, con un cre­ci­mien­to muy impor­tan­te de la des­igual­dad. En la región lati­no­ame­ri­ca­na, según la CEPAL, los impac­tos macro­eco­nó­mi­cos de la cri­sis mun­dial fue­ron meno­res que en los paí­ses capi­ta­lis­tas desa­rro­lla­dos, sin embar­go exis­te un incre­men­to abso­lu­to de la des­igual­dad. Lo que pre­ten­de­mos seña­lar es que más allá de la cri­sis, lo que cre­ce en el mun­do es la des­igual­dad. Por eso, sin per­jui­cio de la pér­di­da de dina­mis­mo de las poten­cias hege­mó­ni­cas del capi­ta­lis­mo mun­dial, EEUU, Euro­pa o Japón, y de la nue­va poten­cia­li­dad emer­gen­te de Bra­sil, Rusia, India o la Chi­na, los paí­ses lla­ma­dos BRIC, lo que debe con­si­de­rar­se es la movi­li­dad trans­na­cio­nal del capi­tal para ase­gu­rar y via­bi­li­zar el pro­ce­so de valo­ri­za­ción del capital.

Impor­tan la libe­ra­li­za­ción y la valo­ri­za­ción transnacionales

En la reu­nión del G20 pare­cen con­fir­mar­se estas modi­fi­ca­cio­nes en las cuo­tas nacio­na­les de poder mun­dial, don­de lo esen­cial con­ti­núa sien­do la diná­mi­ca de los capi­ta­les por ase­gu­rar la libe­ra­li­za­ción de la eco­no­mía, el libre movi­mien­to de los capi­ta­les según man­de el mer­ca­do mundial.

EEUU no pudo impo­ner regu­la­cio­nes comer­cia­les o mone­ta­rias para favo­re­cer su situa­ción y Chi­na acep­tó vagos calen­da­rios para ade­cuar su polí­ti­ca nacio­nal a las deman­das de otros gran­des acto­res de la eco­no­mía mun­dial. ¿Es aca­so un empa­te entre el vie­jo y el nue­vo lide­raz­go? ¿O mejor debe inter­pre­tar­se como par­te de una nego­cia­ción polí­ti­ca que per­mi­te avan­zar en los obje­ti­vos libe­ra­li­za­do­res pro­pues­tos por las transnacionales?

Es un tema a con­si­de­rar en la Argen­ti­na, insis­ti­mos, cuan­do más allá de los datos posi­ti­vos de la macro­eco­no­mía lo que sur­ge es la con­so­li­da­ción de la extran­je­ri­za­ción de la estruc­tu­ra eco­nó­mi­ca, en un cua­dro de des­igual­dad social y un mode­lo pro­duc­ti­vo que des­tru­ye nues­tros recur­sos natu­ra­les, los bie­nes comu­nes del país.

La Hai­ne

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