Honduras continúa debatiéndose en medio de una grave crisis económica, política y social originada por el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya, en junio de 2009. Pese a la imagen de “país pacificado y normalizado que el actual gobierno de Porfirio Lobo trata de proyectar internacionalmente, las organizaciones que integran la Plataforma de Derechos Humanos de Honduras continúan denunciando la constante violación de los derechos humanos y han instalado una «comisión de verdad» para esclarecer los abusos cometidos a partir del golpe.
François Houtart, sacerdote, sociólogo, principal referente del Forum Social Mundial y miembro de la Comisión de Verdad, conversó con Opera Mundi y analizó la delicada situación que está viviendo Honduras. El sociólogo belga está convencido de que una consolidación del proyecto refundacional del FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular) podría implicar un aumento de la represión y de que el gobierno de Estados Unidos no está ajeno a lo que ocurre en el país. Más bien, según él, Estados Unidos sigue impulsando su proyecto para reposicionarse en la región latinoamericana, y el golpe de Estado en Honduras fue una pieza importante de esta estrategia.
-Han pasado 17 meses desde el golpe de Estado en Honduras. ¿Cómo ve la situación de los derechos humanos en el país?
-No ha mejorado. Más bien la delicada situación política y social que vive el país ha contribuido a un empeoramiento del panorama. Sabemos que el golpe fue llevado a cabo por la oligarquía tradicional, que no acepta procesos de cambios en el país y no quiere perder sus privilegios. Ahora que detienen nuevamente el poder y el control de la política y la economía, no van a permitir avances sociales. Todos los que tratan de luchar para conseguir más derechos para el pueblo son vistos como enemigos que hay que eliminar. En este sentido, no pasa semana sin nuevas víctimas. Estamos todavía en una situación muy tensa.
-¿Qué importancia va a tener la Comisión de Verdad en un contexto tan complicado?
-Los objetivos de la Comisión de Verdad son investigar las violaciones a los derechos humanos a partir del golpe, investigar la historia del golpe, sus consecuencias y quiénes estuvieron detrás de este acontecimiento. Y, finalmente, investigar el contexto general del país, porque no se pueden entender estos hechos sin conocer la estructura social, política y económica de Honduras. Todo eso va a esclarecer lo que de verdad aconteció en Honduras y señalar a los verdaderos responsables.
-Recientemente, el vocero del Departamento de Estado norteamericano, Philip J. Crowley, declaró que “el tema de los derechos humanos no es condición previa para el retorno de Honduras a la OEA”. ¿Qué lectura le podemos dar a esta declaración?
-Es parte de la lógica política de Estados Unidos. Condenaron el golpe, no por la esencia de su significado – detener los procesos de cambios que ocurrían en el país – sino por el método utilizado. Ahora quieren legitimar el actual gobierno para continuar con sus políticas y aparentar una normalización en la región.
-¿Qué papel ha jugado el golpe en Honduras para la región latinoamericana?
-Honduras era el elemento más frágil del conjunto de países que impulsan ensayos de transformación en América Latina. Es una advertencia para todo el continente, y ya lo hemos visto en varios países. Por no alinearnos con las políticas norteamericanas y las oligarquías locales, vamos a sufrir intervenciones, ya no militares como en el pasado, sino por medio de nuevos métodos e instrumentos.
-Hay una fuerte discusión sobre si el presidente Obama tuvo o no algo que ver con el golpe en Honduras. ¿Cuál es su opinión?
-Cuándo miramos la política exterior de Obama, no cabe duda de que el presidente norteamericano continúa con la misma política de siempre de los Estados Unidos. Puede haber un estilo diferente, pero la sustancia no ha cambiado y Honduras es un ejemplo claro de ello.
-También se dice que Estados Unidos ya tiene muchos problemas en Oriente Medio y que, en este momento, América Latina no es su prioridad…
-El continente latinoamericano siempre tendrá una gran importancia para Estados Unidos, que necesita mantener el control. Es evidente que los procesos de unidad latinoamericana promovidos en el continente le preocupan mucho. Como le preocupa también el inicio de una lógica de organizar y entender la economía y la política que contradice el sistema capitalista y la economía de mercado. Estados Unidos lo ve como un peligro a largo plazo para la lógica del sistema del cual es una parte esencial, y que considera fundamental para la continuidad de sus intereses en el mundo.
-¿Usted cree que, en el caso de Honduras, lo que más le preocupaba a Estados Unidos era el inicio de un cambio de esa lógica de sistema?
-Por una parte es justamente eso, pero, por otra parte, le temía a la adhesión de Honduras al Alba. Eso podía ser una tentación para otros países de la región centroamericana y decidieron terminar con esta situación.
-El proceso de conformación del FNRP en Honduras es algo novedoso para la región. ¿Cree usted que podrá llegar a cumplir el objetivo de refundar el país?
-Se trata de una resistencia organizada por los movimientos de base y es algo muy innovador. Creo que pueda lograr sus objetivos, siempre y cuando mantenga la unidad de todos los sectores que lo conforman y, tarde o temprano, tenga una traducción en el campo político, para promover reformas fundamentales del Estado.
-¿Una mayor fortaleza del FNRP podría implicar más represión?
-Sin lugar a dudas. El gobierno actual cree que la gente se va a cansar y que la resistencia vaya debilitándose paulatinamente, hasta desaparecer. Si eso, como creo, no ocurre, se va a crear un escenario de violencia muy preocupante.
-En este contexto, aún más toma importancia la presencia de una Comisión de Verdad…
-Los trabajos ya comenzaron, y todos los integrantes hemos recorrido el país para recoger testimonios y analizar los avances del proceso.
Opera Mundi /La Haine
Giorgio Trucchi