Como primer punto de este comunicado de prensa queremos señalar que en las reuniones mantenidas este año tampo co se ha llegado a un acuerdo entre la Federación Vasca de Fútbol y los jugadores.
La Federación Vasca de Fútbol no tiene voluntad de dar pasos a favor de la oficialidad de la selección de Euskal Herria. Poniendo como excusa sus limitaciones, tiene tomada la decisión de no dar pasos adelante. Y sabiendo que esa postura podría conllevar que no se jugara el partido, no está dispuesta a moverse, no está dispuesta a realizar las acciones que le pedimos los jugadores.
Solo quiere organizar el partido por los beneficios económicos, esa es su verdadera preocupación y la mayor razón. Para redondear el presupuesto anual necesita esa fuente de ingresos (el dinero que se saca del choque solo se reparte entre los equipos de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa. A los clubes de Navarra e Iparralde no se manda un duro) y eso les impulsa a hacer el esfuerzo de organizar el partido. No el sueño de la oficialidad de nuestra selección. A los jugadores, por el contrario, nos une ese sueño. A muchos de los aficionados, también. Sabedora de ello, la Federación Vasca de Fútbol está dispuesta a la hipocresía porque eso llenara las gradas y le valdrá para redondear el presupuesto, pero no quiere más. Utiliza buenas palabras pero sin voluntad.
A pesar de todo no estamos para la confrontación. Nosotros, los futbolistas vascos, pedimos un pequeño esfuerzo en el camino de lograr la oficialidad de la selección de Euskal Herria, nada más. Como cualquier otro jugador del mundo, tener el derecho de decidir en qué selección jugar. Sin sentirse obligado a ningún color, que cada uno juegue con el que quiera. Sabemos que no es un sueño que tengamos a mano, pero en mano de cada uno siempre está el esfuerzo. Y a la Federación Vasca de Fútbol le solicitamos que haga lo que esté en su mano en pos de ese objetivo. Pero en los últimos años nos hemos dado cuenta que el objetivo de la Federación Vasca de Fútbol no es el mismo que el nuestro. No es lograr la oficialidad de una selección que una a los jugadores de los siete territorios vascos. No cree en eso, y no tirará del carro en ese sentido. Es más, nos hemos dado cuenta que, en ese sueño, más que un amigo en el camino es casi un obstáculo, y antes ya existen obstáculos como para se puedan crear nuevos.
Ante esta situación, los jugadores, primero queríamos mostrar nuestra preocupación y dolor, y explicar cuál es el meollo de ese dolor. Pero, por encima de todo queremos explicar cuál ha sido el cambio de postura. A pesar la posición decepcionante de la Federación Vasca de Fútbol hemos decidido seguir adelante. No queremos eternizar esta situación de bloqueo, nunca hemos tenido esa intención, y este año, a pesar de no lograr un acuerdo, los futbolistas estamos dispuestos a saltar al campo. Sudar por la selección de Euskal Herria tiene otros sentidos además del triste interés de los organizadores, por eso estamos dispuestos a jugar. Nos ha quedado claro cuál es el juego de la Federación Vasca de Fútbol y, a pesar de todo, saldremos al campo. Queremos que este partido sea el final de un ciclo y el inicio de una nueva era. Este año estamos dispuestos a jugar, pero mirando hacia adelante creemos que habría que trabajar otros caminos. Hay mucho trabajo por hacer, un camino largo por recorrer, y queremos expresar claramente, con sinceridad, que los jugadores no nos vemos capaces para recorrer este camino en solitario. En este sentido, queremos pedir ayuda, con toda la humildad del mundo, a la sociedad vasca y a los que pueden hacer aportaciones en este sentido. Para que todos hagamos camino en favor de la oficialidad.
Creemos que hemos dado a conocer con claridad y sinceridad nuestra opinión y nuestra postura. Hemos decidido jugar para alejar las interpretaciones malintencionadas y para que la sociedad vasca tenga claro que los futbolistas estamos dispuestos a defender la elástica de nuestro país donde haga falta. Queremos hacer ver que hemos elegido jugar con la elástica de nuestro país. Y coincidiendo con la voluntad de la mayoría de aficionados y la sociedad, nos gustaría que el partido de Navidad sea una jornada de reivindicación más que un acto para recaudar dinero y una representación teatral.
Hacemos un llamamiento a la sociedad vasca para que conviertan el día del partido en una jornada de reivindicación. Porque el derecho a decidir qué colores defender y animar, sin imposiciones, es un derecho básico. Como el resto de países nosotros también queremos añadir nuestros colores al mundo. Porque somos una nación, porque es un derecho básico ser lo que sentimos y