Boltxe Kolektiboa
Editoriala
La crisis, anunciada tan solo por la izquierda consecuente durante largo tiempo, está aquí y ha llegado para quedarse. Es una verdadera desgracia pero, es así. Cada día al asomarnos a la calle vemos más y más personas deshauciadas vagando por ellas, locales o inmigrantes, la miseria no es racista y trata a todas sus víctimas por igual.
A un cambio de coyuntura estratégica del capital le corresponde una adecuación estratégica del movimiento popular, es una emergencia responder a las necesidades populares con todas nuestras fuerzas.
En esta dirección va la izquierda abertzale con el nuevo rumbo político que propone sin duda alguna. No podemos ser una patria para todos y todas si en la construcción nacional de Euskal Herria no están presentes las necesidades de los nuestros, del pueblo trabajador que día a día va siendo más pueblo desempleado y depauperado que pueblo trabajador por desgracia.
La decisisón de llevar al enfrentamiento político el pulso militar existente hasta la fecha entre Euskal Herria y el estado imperialista español auxiliado por su socio en imposiciones, el estado francés, es un acierto pleno. Contra el terror de estado disfrazado de estado de derecho solo cabe la confrontación democrática, en este terreno sin lugar a dudas pierden las fuerzas políticas de ocupación.
Así se ha analizado por las bases de la izquierda independentista y se obra en consecuencia. A más represión de los estados, más denuncia civil contra la insólita guerra que España y Francia tratan desesperadamente de desarrollar aún cuando la organización armada Euskadi Ta Askatasuna haya dejado meridianamente clara su voluntad política de reconocer la soberanía absoluta de la sociedad civil vasca para decidir su futuro. Madrid y París quieren guerra, en la guerra la primera víctima es la verdad y la segunda la inteligencia. Esta inteligencia ha llevado a la decana de las organizaciones antifranquistas a la finta política y ha descolocado a los imperialismos, a todos los imperialismo que en Europa son igual que su a su hermano mayor yankee que es carcomido por la crisis más allá del charco.
Es la hora del pueblo, orain herria, podemos decir. Y lo decimos alto y claro.
Pero en esta hora debemos proclamar con claridad cuales son las necesidades populares ineludibles, más allá del cainismo violento y vengativo español. Si España juega a la victoria sobre Euskal Herria no hay salida, por esta razón es la sociedad civil vasca la que tiene que poner sobre la mesa la exijencia de Amnistia Política y reconocimiento del derecho a decidir de nuestro pueblo, sin sangre, sin intoxicación mediática, libre y democraticamente: una persona, un voto y acatamiento.
En contra de los imperialistas juega la convicción de que nuestro pueblo está pagando una deuda económica española que no ha provocado, es un clamor el grito de que ellos roban y nosotros pagamos.
Recientemente manifestaba una persona de esas que gustan en llamar «no nacionalistas» que con el robo a que estamos sometidos los sectores populares vascos ya no le quedan dudas: se pasa al independentismo.
Este es el camino. Ellos roban y nosotras y nosotros somos saqueados, esta situación constituye sin duda alguna un negocio ruinoso que no puede seguir manteniendose.
Los objetivos democráticos que deben acompañar la negociación política están meridianamente claros, por eso nadie debe dudar de que son abordados en un proceso de paz con respeto a Euskal Herria.
Son miles los dramas familiares, las hijas e hijos huerfanos, las infancias y las adolescencias pasadas de cárcel en cárcel, las esposas, compañeras o esposos y compañeros en la cárcel por períodos de décadas y sobre todo, las pérdidas de padres, hermanos o hijos por muerte bajo la acción armada o vengativa de los cuerpos represivos.
A estas compañeras y compañeros de lucha envíamos desde las líneas de esta editorial un especial abrazo tan cariñosos como solidario, a todas ellas. Y lo hacemos con la promesa solemne de no permitir que sus vidas sean olvidadas porque digan lo que digan, una buena parte de Euskal Herria los ha tomado al hombro para seguir su camino.
Ni renegamos ni renegaremos jamás de los nuestros, exijen a la izquierda abertzale que muestre su disposición al combate político crudo, sin armas. Si así lo estiman las organizaciones que tienen en sus manos activar el camino de la construcción nacional y social de Euskal Herria así debe ser. Con el respeto absoluto que tenemos y debemos por uno de los agentes políticos esenciales en las conversaciones de Argel o Suiza, la organización armada E.T.A.
Hoy la dirección de esa organización ha ofrecido al pueblo trabajador vasco la posibilidad de que este se organice para hacer suyo el futuro de las clases populares de Euskal Herria, a nosotras y nosotros corresponde escuchar la llamada a la acción política y social, sin fisuras, aún en la duda.
Haremos el balance necesario cuando nos corresponda y permanecemos vigilantes ante la tentación traidora de la oligarquía que venció en 1936 pero no lo puede hacer en el 2010.
Quid pro quo. Euskal Herria ofrece paz y decisión democrática a España corresponde romper con la vieja máxima del general Cassinello cuando afirmó preferir la guerra a la Alternativa KAS, eran tiempos de Argel.
Con todo el entusiamo del mundo abordamos el tránsito de esta situación hacia otra distinta, una situación en la que la voz y la palabra de nuestro pueblo no sean quebradas por la acción represiva del imperialismo español frustrado porque su traición transitoria no ha podido consumarse debido al heroico esfuerzo de decenas de miles de abertzales.
También Boltxe Kolektiboa nos sumamos al reconocimiento de su lucha a lo largo de décadas. Muchos de ellos y ellas desgraciadamente nos han abandonado antes de que llegue el día de la libertad.
A ellas y a ellos nuestro homenaje y la promesa de que caminamos con sus ilusiones en nuestra alma cada día. A un amigo especial, a Eneko Isiegas Etayo, amigo del Boltxe y combatiente extraordinario, como a todas y a todos los nuestros, aún con un nudo en la garganta y las lágrimas en los ojos ¡salud, camaradas, salud! porque sois el norte hacia el que caminamos, el norte de vuestras ilusiones que como no puede ser de otra forma, son las nuestras.
Miradnos en el camino, nos vereis siempre avanzar, en cada coyuntura unidas y unidos firmes y haciendo lo que debemos hacer, a nuestra dirección reflexivamente decimos, Dirección Nacional, Mesa Nacional de la nueva organización política ¡ordene! para ejecutar juntas y juntos las tareas de este tiempo.