Josep Borrell, el Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, nó solo anuncia restricciones al otorgamiento de visas europeas a los ciudadanos rusos –asestando así un nuevo golpe demoledor al sector turístico europeo. En una reunión de los ministros de Defensa de la Unión Europea, Borrell declaró:
Los países de la Unión Europea discutieron sobre la hipótesis de una misión para entrenar las fuerzas ucranianas ya antes de la guerra. Ahora, es el momento de actuar.
Con el envío de armamento y el entrenamiento a las tropas de Kiev, la Unión Europea se convierte en una potencia beligerante contra Rusia, junto a la OTAN.
Al mismo tiempo, la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reafirma que hay que:
poner fin a nuestra dependencia de los sucios combustibles fósiles rusos.
La señora Von der Leyen también anuncia que la Unión Europea ha decidido mantener el rumbo que está provocando en Europa una crisis económica devastadora, crisis que se debe al hecho que el precio de la energía se ha disparado de 15 euros el megawatt/hora a más de 300 euros.
La verdadera causa del alza no es que Rusia se niegue a abastecernos de gas sino que la Bolsa de Amsterdam –la institución donde se decide el precio del gas en Europa– es propiedad de una firma financiera estadounidense, que es la que realmente decide el precio basándose en una serie de mecanismos especulativos y políticos.
Por ejemplo, ENI, la empresa italiana de explotación y comercialización de los hidrocarburos, compra el gas ruso a bajo precio, pero lo revende a precios altos, siguiendo la cotización de Amsterdam. Una verdadera estafa que perjudica a los italianos, y esa estafa se comete con la complicidad del gobierno encabezado por el primer ministro italiano Mario Draghi.
El peligro que se cierne sobre Europa es cada día mayor debido a la enorme cantidad de armamento que la OTAN y la Unión Europea están enviando a Ucrania. Washington anunció que aportará armamento por valor de 3.000 millones de dólares adicionales, como parte de un «paquete de asistencia» de 40.000 millones aprobado por el Congreso de Estados Unidos.
Un reportaje de CBS (estadounidense) demuestra que la mayor parte de todo ese armamento va a parar al mercado clandestino de armas y acaba en manos de organizaciones terroristas y criminales.
Otro grave peligro viene del hecho que las fuerzas ucranianas, entrenadas y dirigidas de hecho por la OTAN, están utilizando los cañones y misiles que la OTAN y la Unión Europea les entregan para disparar contra la central nuclear de Zaporiyia, actualmente bajo control ruso. Con ello Italia queda expuesta al gravísimo peligro de una catástrofe nuclear.
Manlio Dinucci
3 de septiembre de 2022
Fuente: https://www.voltairenet.org/article217907.html