¿Qué dirían los postmodernos si hiciéramos llamamientos constantes, directa o indirectamente, a la gente para que se lanzara a la calle a derribar la dictadura capitalista española que con sus recortes sociales (realizados a espaldas del pueblo), tropelías, corruptelas y latrocinios está llevando a los ciudadanos del país a un callejón sin salida?
Mi pregunta está vinculada con la actitud ridícula, patética y estrambótica del periodista burgués Joan Antoni Guerrero Vall, servidor a tiempo completo de dictaduras capitalistas, el cual se está haciendo eco de llamamientos de la filo-fascista Zoé Valdés, o el oportunista actor cubano, residente en España, Roberto San Martín- que con el papelito que le han dado en el culebrón “Amar en tiempos revueltos” hace más jocoso ese bodrio‑, donde exhortan al pueblo de Cuba a tomar las calles como Túnez o Egipto.
Este periodista «objetivo», y sus amiguitos de extrema derecha, no tienen en cuenta dos circunstancias: Primera que los pueblos tunecino y egipcio se han echado a la calle porque sufren la opresión de dictaduras disfrazadas de democracias burguesas, es decir, padecen dictaduras por partida doble y segunda que en Cuba, una democracia popular con errores y aciertos, resulta imposible que el pueblo tome las calles porque ya son suyas.