Suleimán confirma que el poder queda en manos del Ejército
La plaza se desborda de alegría tras el comunicado oficial del vicepresidente.- El “rais” había salido horas antes de la capital egipcia y las protestas se habían intensificado
Mubarak abandona el poder
El vicepresidente, Omar Suleimán, anuncia que el “rais” deja el poder en manos del Ejército.- El anuncio desata la locura entre los manifestantes que exigían su marcha desde hace 18 días.
ENRIC GONZÁLEZ /GEORGINA HIGUERAS /NURIA TESÓN | El Cairo 11/02/2011
La revolución Egipcia ha logrado su primer objetivo. El presidente, Hosni Mubarak, ha abandonado el cargo que ocupaba desde 1981. El vicepresidente del país, Omar Suleimán, ha anunciado que el rais deja el poder en manos del Ejército. El anuncio ha desatado la locura en la plaza de la Liberación de El Cairo, donde centenares de miles de personas se reunían desde hace 18 días para pedir la caída del régimen.
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Hosni Mubarak dimite y entrega el poder al Ejército
El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, ha dimitido y ha entregado su poder al Consejo Supremo Militar, según ha anunciado el vicepresidente, Omar Suleiman.
11/02/2011 8:37:00
EL CAIRO-. La edición digital del diario gubernamental Al Ahram indica, citando fuentes del Ejército, que Mubarak ha permanecido en una base militar durante las últimas 48 horas y que «debido a la situación en la capital ha sido imposible para el presidente trasladarse con seguridad con su comitiva habitual».
Tanto Al Ahram como las cadenas árabes Al Arabiya y Al Jazeera han informado de que Mubarak ha llegado ya a Sharm el Sheik, en la península de Sinaí.
Comunicado del Ejército
Entre tanto, en el segundo comunicado dado a conocer en veinticuatro horas, el Ejército egipcio, acusado por organismos de derechos humanos de detenciones masivas, torturas y desapariciones de manifestantes, ha realizado un llamamiento a «una vuelta al trabajo y a la vida normal» y ha señalado que levantará el estado de emergencia cuando «las circunstancias lo permitan».
En el texto leído en la televisión estatal respalda la decisión del presidente, Hosni Mubarak, de ceder parte de sus competencias al vicepresidente, Omaar Suleiman, y asegura que garantizará «elecciones libres y transparentes» y “pone en guardia contra todo ataque a la seguridad de la nación y los ciudadanos”.
El mensaje del Ejército se suma al varapalo de la alocución de anoche del mandatario.
Unas 4.000 personas han pasado la noche frente a la sede de la radio y la televisión públicas, edificio que está fuertemente custodiado.
Lo mismo ha ocurrido en la plaza Tahrir de El Cairo, escenario y símbolo de las revueltas antigubernamentales, donde decenas de miles de manifestantes han participado en el rezo y han iniciado con un sonoro «fuera Mubarak» la manifestación hacia el palacio presidencial.
Sin embargo, las movilizaciones se han extendido hoy por toda la capital del país y han llegado al Palacio Presidencial de Uroba, en el barrio de Heliópolis, o al edificio de la radiotelevisión estatal.
Los Hermanos Musulmanes instan a seguir
Al Jazeera informa de que en la localidad de Quina, ciudad natal del vicepresidente, Omar Suleiman, más de 50.000 personas han salido a la calle para reclamar la marcha de Mubarak.
Los Hermanos Musulmanes han mostrado su rechazo al discurso del presidente y al del vicepresidente y han instado a los egipcios a seguir manifestándose para demostrar su «paciencia y determinación».
Cayó uno de los mejores amigos de EEUU y los sionistas
El pueblo forzó la dimisión de Mubarak
El vicepresidente, Omar Suleimán, anuncia que el “rais” deja el poder en manos del Ejército.- El anuncio desata la euforia entre los manifestantes que exigían su marcha desde hace 18 días.
El clamor popular ha sido irremediablemente escuchado. La multitud congregada en el centro de El Cairo había decidido ignorar el llamamiento del Ejército, esta mañana, para que desistiera de la protesta. A cambio, decían, sus demandas serían atendidas. Los manifestantes, han redoblado entonces sus esfuerzos para que el dictador abandonara el poder. La plaza de la Liberación de la capital egipcia se había convertido en una olla a presión cargada de frustración popular porque ayer Mubarak negó las palabras que todos esperaban.
Primero han sido los rumores, confirmados horas después por un portavoz del partido oficial, de que el rais había abandonado la capital egipcia para poner rumbo junto a su familia hacia la localidad turística de Sharm el Sheij (este del país, junto al mar Rojo). El siguiente paso ha sido el anuncio de la televisión estatal, cuya sede había sido rodeada por los manifestantes, de que iba a emitir un importante comunicado. Minutos después, tres helicópteros militares han llegado al palacio presidencial, igualmente cercado por la multitud. Y finalmente Suleimán ha pronunciado las palabras que los egipcios querían oír.
«El presidente Mohamed Hosni Mubarak ha decidido renunciar a su cargo de presidente de la República y ha encargado al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas administrar los asuntos del país». Ha sido la única frase del vicepresidente.
El mensaje ‑al fin uno inequívoco- sitúa como actor clave en el proceso político que se abre al Ejército. Ha llegado horas después de un decepcionante comunicado de los militares. El Consejo Superior de las Fuerzas Armadas, presidido por el ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantaui, exigía en torno al mediodía el fin de las protestas para recuperar la normalidad en el país. También se comprometía a levantar el estado de emergencia, una de las exigencias clave de la oposición, siempre y cuando los manifestantes regresasen a sus casas.
Tras comprobar que el Ejército continuaba en la calculada ambigüedad que ha mantenido en los 18 días de protestas, el imán de la mezquita de Tahrir aprovechaba el sermón de la oración del viernes para reclamar a los manifestantes que se mantuvieran «firmes» y perseverantes en sus demandas. También animaba a «celebrar el triunfo de la dignidad». La plaza, abarrotada con centenares de miles de personas, prorrumpía en gritos de «fuera, fuera», el mensaje más repetido desde que se iniciaron las revueltas. Ríos de gente ocupaban no solo la plaza que ha servido de emblema a la protesta, sino todas las calles del centro de El Cairo. También las de otras localidades como Alejandría o Suez. Nada que no fuera la dimisión del rais les contentaría.
El nuevo peligro: la «transición ordenada»
La renuncia alivia una situación que no paraba de tensarse con cada hora en la que Mubarak decidía continuar aferrado al poder. El líder opositor Mohamed ElBaradei ha celebrado la dimisión a través de su Twitter: «El país ya está libre». «Este es el mejor día de mi vida», se ha emocionado. También es un respiro para la comunidad internacional que hasta ayer mimaba a Mubarak. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha hecho un llamamiento inmediato a una «transición ordenada a la democracia», con elecciones «libres y limpias», informa Reuters, mientras Israel ha dicho que espera que esa transición «sin sobresaltos». EE UU, el país que más claramente había apostado por la marcha de Mubarak en los últimos días ‑tanto como lo sostuvo en el poder en los 30 años anteriores- ha anunciado una comparecencia del presidente, Barack Obama, a las 19.30.
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EGIPTO
La plaza de la Liberación se convierte en una fiesta
Miles y miles de egipcios celebran el adiós del presidente egipcio con gritos y un mar de banderas
NURIA TESÓN | El Cairo 11/02/2011
El día especial para la revuelta egipcia se ha convertido en una fiesta. Es día de rezo y los manifestantes anti-Mubarak, concentrados en la plaza de la Liberación de El Cairo, han celebrado con gritos y ondeando las banderas el adiós de Mubarak como presidente de Egipto. «El pueblo ha hecho caer al régimen», «El pueblo y el Ejército son uno», han sido algunos de los gritos de libertad más coreados contra un presidente que se había aferrado al poder pese al clamor de la calle y pese a los 30 años que llevaba rigiendo los destinos de Egipto.
«¡Gracias a Dios! He estado en paro por su culpa, la vida era horrible, ahora voy a empezar mi vida, voy a poder respirar», aseguraba a Reuters Ahmed, un joven de 35 años. «¡No puedo creer que voy a ver a otro presidente en mi vida! Nací durante el tiempo de Sadat, pero sólo tenía cuatro años cuando murió. Estoy abrumado con la noticia de la dimisión de Mubarak. Nada ni nadie podrá detener al pueblo egipcio nunca más. Es una nueva era», aseguraba Sherif El Husseini, abogado de 33 años.
La plaza ha sido desde primera hora de la mañana un mar de banderas egipcias ‑los vendedores de merchandising revolucionario están haciendo su agosto con la revuelta- y de egipcios venidos de todo el país que reclamaban la caída de Mubarak. Miles y miles de personas abarrotan la plaza de la Liberación y sus alrededores, así como las afueras del palacio presidencial y la sede de la radio y la televisión estatal.
Pese a la marea humana, los manifestantes encargados de la seguridad, identificados ya con pegatinas, han estado cacheando concienzudamente a los que ingresaban en el epicentro de la revuelta. Primero, era el Ejército el que sometía a los manifestantes a un somero control de pasaporte. Luego, han sido son los propios promotores de la revuelta los que han registrado a los que, tras esperar en colas de cientos de metros, han entrado en la plaza.
¿Hay más gente hoy en Tahrir que cualquier otro día de la revuelta? Imposible saberlo. Lo que sí es cierto es que la protesta ha traspasado los límites de la plaza de la Liberación y se ha extendido por otros lugares simbólicos: miles de personas están apostadas y han rezado la oración del viernes frente al edificio de la radiotelevisión estatal, mientras que otro numeroso grupo rodea el palacio presidencial de Mubarak.
En la plaza de la Liberación no cabe un alma desde la hora del rezo, que ha coincidido con el esperado mensaje de la cúpula militar, cuyo papel en la crisis es determinante. Una vez más, no ha terminado de inclinarse hacia ninguno de los dos lados: ha pedido a los manifestantes que cejen en su protesta, que se vayan a casa, pero que vigilen para que se cumplan sus demandas. El comunicado militar no ha tenido ningún efecto, nadie se ha ido a casa. Miles y miles de banderas egipcias ondean en la plaza y sus alrededores, donde proliferan además otras mercaderías revolucionarias: jerseys con los colores de la bandera, cintas para el pelo con lemas como «el 25 de enero estaba allí» u «orgulloso de ser egipcio».
Así ataviados, los manifestantes han pasado el día cantando «Mubarak ilegal, Gobierno ilegal», tomándose descansos para tomar un té o leer los periódicos del día. Un grupo de manifestantes procedentes de Mansura, una ciudad al norte de El Cairo, aseguraba esta mañana llevar una semana en la plaza, junto a las barricadas metálicas levantadas por el Ejército por donde el pasado viernes se colaron los matones de Mubarak para reventar la protesta y se originó una batalla campal que dejó al menos 13 muertos. Aseguraban también que no se irían hasta que el dictador se rinda. Y al final se rindió.
ARGELIA
La tensión se eleva en Argelia: movilización sin precedentes de la Policía frente a la marcha ilegal
El Ejecutivo moviliza hasta 30 mil agentes en los puntos calientes del país ante la convocatoria desautorizada contra el Gobierno de mañana en Argel, a la que Buteflika responde con tímidos gestos de apertura.
REDACCIÓN HO /EUROPA PRESS.- Las autoridades argelinas han movilizado a 15.000 agentes de Policía de cara a la marcha antigubernamental convocada para el sábado en Argel, que no cuenta con el permiso pertinente. De esta forma quieren evitar que se sucedan saqueos y otras acciones violentas.
Se trata del mayor número de fuerzas de seguridad convocadas con motivo de manifestaciones en Argel, informa este viernes la agencia africana APA, que se hace eco de noticias de los medios argelinos. Además se calcula que en total han sido llamados unos 30.000 efectivos de varias ciudades, sobre todo de Orán, Mestghanem y Tlemcen. Estos policías serán desplegados en el este, oeste y centro del país durante las primeras horas del sábado.
Tímidos gestos de Buteflika
Por otro lado el portal “Tout sur l’Algerie” reveló el jueves que el Gobierno del presidente Abdelaziz Buteflika se dispone a autorizar las actividades de cuatro nuevas formaciones políticas en vísperas de la marcha antigubernamental.
“TSA” considera que el Gobierno argelino espera que esta medida envíe una señal fuerte a los ciudadanos y a la comunidad internacional y rebaje la tensión social que vive el país, a la luz de los últimos acontecimientos en Túnez y Egipto.
Argelia: el gobierno desplegará a 20.000 policías para impedir protesta antigubernamental
A su manera, los vientos de cambio soplan también sobre Argelia. Si en Egipto piden que se vaya Mubarak, en Argelia quieren “acabar con el sistema”.
REDACCIÓN HO.- Hasta esta mañana que se ha producido como informaba NoticiasHO al contar que «El terrorismo islámico saca cabeza en Egipto llamando a la “yihad”, las cosas parecían calmarse en la denominada “crisis mediterránea”. Ahora la noticia se dirige a Argelia que a diferencia de la crisis en Egipto, la versión argelina, podría verse como algo parecido, pero no igual y de momento toca lo prudente, observar y esperar.
La recién fundada Coodinadora Nacional para el Cambio y la Democracia (CNCD), que reagrupa a partidos laicos, sindicatos y ONG, ha convocado para el sábado una gran manifestación en Argel para exigir nada menos que «se vaya el sistema» político mediante el cual se gobierna a los argelinos.
Las autoridades de Argel movilizarán a más de 20.000 policías este sábado para tratar de impedir la marcha convocada por la Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC), que no ha sido autorizada pero cuyos organizadores tienen intención de seguir adelante con ella, según ha informado este miércoles el portal “Tout sur l’Algerie”.
Según esta publicación, la Policía se dispone a patrullar por toda la capital para impedir que los manifestantes se congreguen en la plaza 1 de mayo, donde está convocada la protesta de la CNDC. El wali (gobernador) de Argel, Mohamed Kebir Addou, se reunió ayer con los responsables locales de seguridad y municipales con el fin de prepararse contra la marcha.
Además, se prohibirá circular a los autobuses el sábado con el fin de evitar que los manifestantes de otros barrios puedan desplazarse. Este plan ya fue probado con éxito durante la marcha prohibida de la Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD), un partido opositor, del pasado 22 de enero en Argel.
Ayer, los responsables de la CNCD habían decidido mantener su convocatoria de manifestación en Argel, a pesar de que la protesta ha sido prohibida por las autoridades argelinas. El gobernador de Argel había emplazado a la coordinadora a celebrar la protesta en un edificio de la capital, una propuesta que han rechazado los organizadores.