Pre­sos Polí­ti­cos de la pico­ta cele­bran libe­ra­cio­nes de las FARC – EP

Vídeo himno de las FARC

Comu­ni­ca­do a la opi­nión públi­ca nacio­nal e internacional


Des­de la peni­ten­cia­ría La Pico­ta, los pri­sio­ne­ros polí­ti­cos de gue­rra de las FARC-EP hace­mos lle­gar un fra­ter­nal salu­do lleno de opti­mis­mo revolucionario.

Cele­bra­mos la deci­sión de nues­tro movi­mien­to de libe­rar a cin­co de los rete­ni­dos polí­ti­cos en las sel­vas de Colom­bia, como un ges­to de paz y de com­pro­mi­so de nues­tra orga­ni­za­ción en la bús­que­da de una sali­da polí­ti­ca y dia­lo­ga­da al con­flic­to social y arma­do que vive el país.

Al mis­mo tiem­po hace­mos públi­co nues­tro enfá­ti­co recha­zo a las pre­sio­nes y hos­ti­ga­mien­tos que des­de dife­ren­tes sec­to­res del Esta­do nos vie­nen hacien­do con el fin de pro­pi­ciar nues­tra des­mo­vi­li­za­ción y ampa­rar­nos en la falaz Ley de “Jus­ti­cia y Paz”, así como con otras pro­pues­tas guber­na­men­ta­les, que sólo per­si­guen ocul­tar sus fra­ca­sos polí­ti­cos y su inca­pa­ci­dad para dar ver­da­de­ras sali­das a los pro­ble­mas que aque­jan al pue­blo colombiano.

No nos asus­ta el con­fi­na­mien­to en estos cen­tros de reclu­sión, don­de todos los días se vio­lan nues­tros dere­chos fundamentales.
Se equi­vo­ca el Esta­do sí cree que estos barro­tes han debi­li­ta­do nues­tras ideas revo­lu­cio­na­rias; se equi­vo­can los coman­dan­tes de las Fuer­zas Mili­ta­res, sí pien­san que por tener­nos aquí, esta­mos derro­ta­dos, pues los lucha­do­res socia­les se tem­plan en la cárcel.

Se equi­vo­can los jue­ces de la Repú­bli­ca si creen que sus arbi­tra­rias sen­ten­cias judi­cia­les nos harán arre­pen­tir de nues­tras con­vic­cio­nes; se equi­vo­can los medios ofi­cia­les de comu­ni­ca­ción, sí espe­ran que su gue­rra sico­ló­gi­ca nos hará doblegar.

Se equi­vo­can los para­mi­li­ta­res sí creen que hemos renun­cia­do a nues­tros prin­ci­pios, por­que el Esta­do a tra­vés del órgano repre­si­vo del Inpec, nos obli­ga a con­vi­vir con ellos.

Todos ellos se equi­vo­can, por­que tene­mos el deco­ro y la dig­ni­dad de los hom­bres que anhe­la­mos una socie­dad mejor.

Des­de estos oscu­ros cala­bo­zos reite­ra­mos al pue­blo colom­biano nues­tro com­pro­mi­so de lucha por los idea­les liber­ta­rios y de jus­ti­cia que asu­mi­mos en el momen­to de tomar las armas y rati­fi­ca­mos nues­tra subor­di­na­ción a las orien­ta­cio­nes de nues­tros supe­rio­res de dirección.


Pre­sos polí­ti­cos de gue­rra de la Picota

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