Hay que fijarse en esas luces nocturnas que hace ya muchos meses aparecieron en la colina de Santa Lucía para alumbrar las obras que levantan nuevos muros en la ciudad, para acordarnos de que se acerca. Y cuando decimos nuevos muros queremos decir muros modernísimos, de alta seguridad, muros tras los cuales se encerrarán poco a poco más de mil vidas, con módulos de aislamiento.
Poco a poco se acerca. Prácticamente acecha, dando coletazos y bandazos a su paso, y no sólo patadas a la legislación medioambiental. Lo último de lo más es una cosa que han dado en llamar: “Orden de Dirección 51÷2010”. En ella, y a modo de precalentamiento, la Dirección de la Cárcel de Pamplona procede a “superregular” la ya de por si “superregulada” vida de las personas que viven entre sus cuatro muros, eso sí, en pro del orden, la higiene y la convivencia, dice la Orden.
Aviso a navegantes:
Al llegar al hotel (jerga taleguera) revise Usted los posibles desperfectos de la estancia durante las primeras horas, e informe al carcelero de turno lo que observe. Esté atento, lo que no haya sido informado y trasladado en su debido tiempo le será achacado a Usted mismo. Y no, no venga con excusas de que debido a la sensación de angustia y estrés provocada por su reciente encarcelación no había reparado antes en que esa baldosa estaba suelta: “Parte garantizado y no empezamos bien”. No dude tampoco en comentar al carcelero las averías que puedan darse en su celda. Parece que desde la dirección crearán un puesto exclusivamente dedicado a recoger las quejas…
Todo el mundo sabe que es radicalmente opuesto al orden, la higiene y la convivencia la colocación de fotos, dibujos o pósteres en las paredes de la celda, así que se acabó tanta nostalgia tonta.
¿Y el acopio de comida? No sabemos muy bien a qué se referirán con acopio, pero ten por seguro que se acabó tener una fruta, un zumo y unas galletas en el chabolo.
Y al patio a pelo, ¡no te s’ocurra bajarte la mantica!
Sin duda una planta en una maceta resulta odiosa y pervierte la convivencia, así que queda terminantemente prohibido su disposición. Si quieres ver verde cuida que no se te acabe la caja de aspirinas, aunque tampoco acopies medicamentos. Queda sin resolver qué harán con toda la medicación que prescrita o no, pulula por los pasillos.
Ha quedado claro que el acopio no gusta: objetos rotos e inútiles tampoco tienen cabida. ¡Quién decidirá tal utilidad no es de su incumbencia!
No se meta donde no le llamen, como en la instalación eléctrica, y aunque le llamen, tampoco se meta en una celda que no sea la suya. Pero no se preocupe, que aunque bajita, podrá haber una tele por chabolo.
Tampoco se preocupe por ir conjuntado, ya que le ofrecemos una minuciosa lista de ropa de temporada verano – invierno, y digo minuciosa por breve: 3 pantalones, 3 jerséis y 6 camisetas. Chanclas para el verano, en invierno a las duchas… ¿con una de sus 2 prendas de abrigo? ¡Total! En esta ciudad que sólo existe la estación de tren y la de invierno…
La Dirección de la Cárcel de Pamplona pretende así, conseguir que la vida en prisión sea más acorde con la nueva macro cárcel, es decir, más fría, más triste, más gris, más deshumanizada, más vindicativa… eso sí, todo con ese ambientador de aroma “progreso-progre” que tanto le gusta a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, pero que aún así, no logra tapar la peste a rancio que emana de toda la institución carcelaria. Desde los módulos de respeto a órdenes internas como ésta, es preocupante que la vida en prisión siga gobernada por gente con tan poco sentido de lo humano, basados en el ordeno y mando militar, sin conciencia ni responsabilidad social alguna. ¿O tal vez es inevitable que sean estas las personas que legislen y gestionen esta institución? Si, tal vez si, porque de otro modo una institución que genera tanto dolor como esta no existiría…
Si a alguien le interesa consultar la Orden de Dirección 51⁄2010 la publicamos completa.