Observo con regocijo las disputas actuales entre el PSOE y el PP. Cualquier atisbo de verdad, dicha por ellos, vale más que todas las que podamos decir nosotros, pues queda plasmada en los grandes medios y llega hasta el ciudadano medio, que comprueba la ruindad de los servidores del Sistema.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha acusado al PP de llevar la «bazofia» de ETA al Parlamento, por dar credibilidad a las actas que la organización armada vasca levantaba de sus reuniones con el Gobierno del PSOE durante la última tregua. Según él, dichas actas están llenas de mentiras y manipulaciones.
En fin. En mi opinión, la bazofia reside cómodamente en el Parlamento desde 1981 año en el que dieron carpetazo definitivo a las incipientes libertades. Quien está hasta el cuello de mentir, robar y manipular (y otras cosas mucho peores) es la bicefalia PSOE-PP, puntal del régimen de los Borbones.
Si la bajeza del PSOE, que no relaciono con el hecho de negociar, alcanza límites insospechados, otro tanto puede decirse de la del PP que, en su lucha por la poltrona, no duda en certificar, de manera contradictoria, lo que afirma el enemigo.
Independientemente de mi propia opinión al respecto- imposible de exponer por “imperativo legal”- pregunto: ¿No decía el señor Rubalcaba que ETA nunca miente?