China posee unas 500 armas nucleares, mientras que su aliado Moscú posee más de 5.500. Un artículo de la revista Kontinent USA’ considera como peligro que Occidente haga ruido de sables contra Moscú y Pekín, advirtiendo que la hostilidad de la OTAN «amenaza con desencadenar una crisis de los misiles cubanos de verdadera magnitud mundial».
«Recordemos que en 1962, la guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética se evitó solo en el último momento. Para resolver la crisis, los misiles estadounidenses Júpiter —desarrollados por el antiguo ingeniero de cohetes nazi Werner von Braun— tuvieron que ser retirados de la región sudoriental italiana de Apulia y de la ciudad turca de Esmirna», recordó el legislador del Bundestag alemán Sevim Dagdelen.
Pero desde la década de 1990, la expansión de la OTAN en medio del triunfalismo occidental por la caída de la Unión Soviética amenaza con llevar al mundo de nuevo al borde de la aniquilación nuclear, advirtió Dagdelen.
El autor e historiador Gerald Horne comentó a Sputnik de las probabilidades de un conflicto global, ya que la cumbre de la OTAN en Washington y os ejercicios navales de EEUU en el Pacíficol señalan una escalada de las tensiones más allá de los niveles ya elevados.
«Está claro que el imperialismo estadounidense y sus cómplices en la OTAN amenazan con la Tercera Guerra Mundial, y es importante añadir que China está en la mira», asegura Horne, investigador de la Universidad de Houston, en Texas.
«Lo notable de esta cumbre de la OTAN, cuyo 75.° aniversario se conmemoró en la ciudad de Washington, fue su atención a la geografía. La OTAN mencionó repetidamente a China en sus diversos comunicados. Pensábamos que cuando se creó la OTAN hace 75 años y pico, Moscú se había convertido en el objetivo. Y lo cierto es que Moscú sigue siendo un objetivo importante, como demuestra esta aventura en Ucrania», observa.
El académico afirma que China también se ha convertido en uno de los principales focos de atención de la alianza en medio del estratosférico ascenso económico de Pekín, argumentando que «la única esperanza del imperialismo estadounidense en estos momentos es manipular de alguna manera a la India contra China».
La OTAN, fundada en 1949, suele presentarse como una alianza defensiva creada para proteger a Europa de la amenaza de una supuesta agresión comunista. Pero, en realidad, la organización se fundó seis años antes de la creación del Pacto de Varsovia, una alianza de la Unión Soviética y sus aliados de Europa del Este, cuando Moscú se vio obligado a responder a la OTAN tras la adhesión de Alemania Occidental a la alianza liderada por Estados Unidos.
En aquel entonces, quedaba viva la memoria de que la invasión de la URSS por parte de Alemania pocos años antes provocó la muerte de 27 millones de ciudadanos soviéticos, el 70% de los cuales eran civiles.
Ahora que el ascenso de China vuelve a amenazar el dominio mundial de Occidente, Pekín se ha unido a Moscú para presentar un modelo de desarrollo alternativo al orden capitalista liderado por Estados Unidos. Aunque Estados Unidos se ha esforzado por cortejar al primer ministro Narendra Modi, Horne sugiere que la India no se convertirá en un peón ofensivo contra Pekín como Japón lo fue contra Moscú hace un siglo.
«A pesar de que estos dos gigantes libraron una guerra en 1962… la visita del primer ministro Modi a Moscú hace apenas unos días sugiere que será más que una noción, una vez más, conseguir que la India se una a este tren anti-China, sobre todo porque la India es la «I« de BRICS: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica», observó el investigador.
«La India forma parte de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que celebró su cumbre en Kazajistán hace apenas unos días. Así que esto presenta un dilema enigmático para el imperialismo estadounidense», indicó.
China tiene una población de más de 1.400 millones de habitantes y es la tercera nación del mundo en extensión territorial. Aunque algunos analistas occidentales debaten la capacidad del país para proyectar poder militar a escala mundial, Pekín posee actualmente la mayor armada del mundo por número de buques, lo que le confiere una importante capacidad defensiva.
El almirante Philip Davidson, nombrado comandante del Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos bajo el mandato del expresidente Donald Trump, afirmó que Estados Unidos debe entrar en guerra con China antes de 2027 para frenar su amenaza a la hegemonía mundial de Occidente. A su vez, el general Mike Minihan, nombrado comandante del Mando de Movilidad Aérea de la Fuerza Aérea de Estados Unidos bajo la presidencia de Joe Biden, insistió en que la confrontación debe tener lugar antes de 2025.
China es una potencia con armamento nuclear, posee unas 500 armas nucleares, mientras que su aliada Rusia mantiene más de 5.500. Cualquier conflicto con Moscú o Pekín amenaza con la detonación de estas municiones destructivas, con el riesgo de una pérdida masiva de vidas humanas, si no el fin de la propia vida humana.
«El imperialismo mundial está en crisis, pero eso no significa necesariamente que vaya a caer sin luchar. (…) Una bestia, que es lo que es el imperialismo, es a menudo más peligrosa cuando está acorralada y siente que está perdiendo sus garras, precisamente el estado de las cosas hoy en día mientras hablamos», advirtió Horne.
John Miles
19 de julio de 2024