Oihana Goiriena, esposa del periodista hispano-ruso Pablo González, concedió una entrevista a RT después de que su marido fuese liberado este jueves, en el marco del histórico canje de prisioneros entre Rusia y Occidente.
Goiriena detalló que todavía no ha conseguido hablar con su esposo. «Se ve que las primeras horas son de revisiones médicas […] Cuando acabe esa fase protocolaria, ya llamará para explicarnos cómo está después de haber pasado dos años y cinco meses en aislamiento, durante 23 horas (diarias) en una celda, sin hablar con su familia», dijo.
La esposa del periodista aseveró que las autoridades españolas no han intervenido en la liberación de González. «No tengo constancia de nada. Yo, desde el Ministerio de Asuntos de Exteriores de España, no he recibido en estos dos años y cinco meses ni una llamada de teléfono. ¿Qué han hecho? No lo sé», comentó.
Y continuó: «Sé que hasta ahora lo que han estado haciendo es vulnerar la presunción de inocencia diciendo que los cargos que había contra él eran graves y que las pruebas eran irrefutables, cuando no ha habido ni cargos ni pruebas».
Goiriena añadió que España «no ha hecho nada siquiera para desbloquear la situación» o para que «se fijara una fecha de juicio». «No han presionado al Gobierno de Polonia para que fijara fecha», subrayó.
«Y lo que no han hecho tampoco ha sido velar por el respeto de sus derechos básicos como, por ejemplo, el derecho a la vida familiar y a la comunicación directa con la familia», lamentó Goiriena, quien recordó que durante todo este tiempo ni ella ni sus hijos han podido hablar con González.
El intercambio
Además de González, como parte del intercambio, también regresaron a su patria otros siete ciudadanos rusos y dos menores de edad.
Previamente, Gonzalo Boye, abogado del reportero, detalló que este había sido intercambiado «por un periodista estadounidense» y enviado «a su país de nacimiento», Rusia.
Moscú demostró «un interés real en buscar una solución a esta situación, mientras que otros se han centrado principalmente en criminalizar a Pablo González en lugar de defenderle y proteger sus derechos como periodista», indicó el letrado.
Boye aclaró que España no tuvo ningún papel en la excarcelación y denunció que Madrid «ha participado en este procedimiento enviando informes de inteligencia en contra de Pablo y en contra de su abogado».
Acusado de espionaje para Rusia
El 28 de febrero de 2022, González estaba realizando su trabajo de fotoperiodista en Polonia, cerca de la frontera con Ucrania, cuando fue detenido por las autoridades, acusado de espionaje en favor del Kremlin, aunque la Justicia polaca no ofreció ningún detalle o prueba sobre esas presuntas labores.
El único argumento que se ha conocido para sustentar la acusación tenía que ver con la documentación que portaba el periodista. González tiene doble nacionalidad, rusa y española, otorgada por el origen de sus padres, por lo que llevaba documentos en regla de ambos países.
González nació en Moscú y es nieto de un «niño de la guerra», los menores que fueron enviados a la Unión Soviética para escapar de la guerra civil española entre 1936 y 1939. Precisamente su defensa alegó que la acusación solo se basa en su doble nacionalidad rusa y española.
2 de agosto de 2024
Un comentario
Es una vergüenza ya hace 2 años que se sabe que tenia cartas personales, datos de lideres de la oposición «no de una entrevista, si no de donde vive, enfermedades, amistades,Y DE SUS FAMILIARES! Yo flipo! Esto es como si un Franquista se hubiese infiltrado y dar información no de un lider político, de sus familiares! Para que acabasen con su vida! Es de risa! Hay un documento pidiendo un aumento de salario al GRU! La extrema derecha da asco! Pero vosotros más, querer engañar!