Boltxe Kolektiboa
Editoriala
El sabado11 de junio nunca será olvidado. En este día se ha constatado la razón de ser del apartheid español, el miedo a la voz del pueblo. Ha llegado a tanto el impacto del éxito independentista que al mismo PNV le han temblado las piernas a la hora de iniciar la propuesta anti Bildu.
Urkullu y sus afines han echado cuentas y se han visto rechazados por su propio electorado en caso de secundar los aulidos procedentes de la caverna española, de López y Basagoiti suplicando al PNV la alianza anti Bildu, pero la ejecutiva del PNV no tiene entre sus intenciones suicidarse, aunque algunas menciones a la credibilidad democrática de Bildu por parte de los jelkides han sido una mezcla de esterpento, mala fé y cabreo de mal pagador.
Lo real, lo cierto es que Bildu es la primera fuerza institucional de Hego Euskal Herria, ¡ahí es nada!. A gran distancia del PNV y que decir del PSOE o el PP. La pena ha estado en la falta de reflejos de Aralar y NaBai, con ellos en Bildu en Vacongas y con los llamados independientes y EA en NaBai la fiesta hubiese sido completa. Lo cierto es que NaBai ha feacasado estrepitosamente y su teoría de incorporar a la izquierda al PSN, el filial de UPN solo ha servido para que estos se hayan reído otra vez a la cara de NaBai, después del 11 – J la formación que lideran Barcos y Zabaleta entra en una caída en barrena.
En breve, las urnas permitirán seguir acumulando fuerzas, hasta entonces ojalá que Bildu utilice las armas letales electorales, el auzolan, el trabajo común y el batzarre, la asamblea.
Con un giro en esta dirección, la realidad del proceso de crecimiento de Bildu y por ende, de la izquierda independentista vasca se hace imparable. Recapaciten los sectarios y sean prudentes e integradores quienes han vencido, estos ya han invitado a seguir ampliando la coalición, no estamos todas ni todos, pero la decisión no es de los que ya la han manifestado.