El temporal Daisy era el invitado no deseado que acudió a los actos que en estas fechas suelen ser tan importantes para la izquierda alemana. Cada segundo fin de semana de enero se celebra en Berlín, el sábado, la Conferencia Rosa Luxemburgo y el domingo la manifestación en recuerdo de los líderes comunistas Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht.
Ambos dirigentes políticos murieron asesinados el 15 de enero de 1919 a manos de militares ultraderechistas que obraron con el visto bueno del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).
Después de la Segunda Guerra Mundial, fue la República Democrática Alemana (RDA) la que recuperó ese especial homenaje a Luxemburgo y Liebknecht. Tras la caída del Muro fueron grupos de la izquierda alemana y el entonces Partido del Socialismo Democrático (PDS), que ahora se llama Die Linke (La Izquierda), quienes retomaron esta tradición, pero de diferente forma.
Lo que el Estado alemán y sus medios no lograron en los años anteriores ‑reducir la presencia en los dos eventos- lo consiguió Daisy, que causó cortes de autopistas y de la vía ferroviaria que unen Berlín con las otras regiones de la República alemana. Aun así unas mil personas asistieron a la Conferencia Rosa Luxemburgo, organizada por el diario socialista «Junge Welt» (Mundo Joven), el grupo de solidaridad Cuba Sí y otras veinte organizaciones que se ubican a la izquierda de Die Linke.
Bajo el lema «Quien no cambia todo, no cambia nada» los ponentes procedentes de Alemania y Cuba, Honduras, Canadá y otros países debatían sobre qué hacer frente al capitalismo internacional. El director de la publicación cubana «La Calle del Medio», Enrique Ubieta, subrayó la importancia de mantener la campaña internacional de solidaridad con los cinco antiterroristas cubanos encarceladoa en EEUU desde hace doce años, informó Prensa Latina.
La diputada socialista hondureña Silvia Ayala destacó que su país no volverá a la normalidad hasta que no se restituya a Manuel Zelaya en el cargo de presidente legítimo. La conferencia culminó en un debate entre políticos, sindicalistas y activistas alemanes sobre el papel de los sindicatos en el siglo XXI.
Presencia vasca
Tanto en el encuentro del sábado como en la manifestación del domingo se hizo notar la presencia del conflicto vasco. «Estuvimos presentes con la pancarta de solidaridad que exhibimos en la manifestación en apoyo a “Egunkaria” el pasado 19 de diciembre en Bilbo», explica Stefan Natke, alemán residente en Euskal Herria e integrante de la delegación vasca. «Llevamos todos las camisetas de “Egunkaria libre» y desde el podio les explicamos a los presentes el porqué de la solidaridad con este medio vasco», relata el activista alemán.
El domingo la delegación vasca se juntó con los miembros de Euskal Herriaren Lagunak (EHL) de Alemania que por primera vez acudieron con un propio bloque en la tradicional manifestación en honor a Luxemburgo y Liebknecht.
A lo largo del trayecto se hicieron escuchar los gritos en favor de los presos políticos vascos, la amnistía y el socialismo en Euskal Herria. Ante el blanco fondo de la nieve que Daisy había traído a Berlín, se distinguían múltiples ikurriñas y las banderas que exigen el acercamiento de los presos.
La cúpula de Die Linke no participó en la manifestación, sino ‑como es su costumbre desde hace más de diez años- se dirigió directamente al camposanto donde depositaron claveles en el monumento central antes de que lo hicieran los demás manifestantes.