El 29 de agosto se cumplieron veinte años desde que el militante de ETA Juan Mari Ormazabal «Tturko» perdió la vida en el transcurso de un tiroteo con la policia autonoma española en el parque Etxebarria de Bilbo.
Según el resultado de la autopsia realizada a Tturko en el hospital de Basurto, murió de un disparo en la sien derecha efectuado a menos de 10 centímetros.
Goreti Ormazabal, hermana de Juan Mari, pudo hablar con el forense, quien le confirmó que había sido una emboscada y que «Tturko» había sido rematado en el suelo.
El departamento de interior del gobierno vascongado, dirigido entonces por Atutxa, se jactó de lo que denominó «eficacia policial» y con elló empezó una colaboración activa con las FSE españolas que no parece tener final. Definitivamente la hertzantza es una policia española más. Y tan represora como las otras.
El PNV, que fué quien politicamente tomó la decisión de que la hertzantza fuese una policia integral, es decir, que no se dedicase solo a dirigir el trafico ni a tareas menores y se implicase también en la lucha contra el independentismo vasco, siempre se ha ufanado de esa decisión que lo situa fuera de las fuerzas soberanistas vascas.