En la rueda de prensa al término de la reunión entre Trump y Putin en Alaska surgieron dos visiones distintas de la situación internacional. El presidente ruso Putin reafirmó que para poner fin a la guerra en Europa «es necesario eliminar todas las causas profundas del conflicto, tener en cuenta todas las preocupaciones legítimas de Rusia y restablecer un equilibrio justo de seguridad en Europa y en el mundo en su conjunto», garantizando en este contexto también la seguridad de Ucrania.
El presidente estadounidense Trump se mostró muy evasivo al respecto. Dijo: «En breve llamaré a la OTAN, llamaré a las diversas personas que considere oportunas y, naturalmente, llamaré al presidente Zelensky, porque al final la decisión les corresponde a ellos».
Ignora el hecho de que, aunque no fue él directamente quien provocó la guerra entre Rusia y Ucrania —preparada y llevada a cabo a través de la OTAN por las Administraciones Obama y Biden — , Donald Trump, como presidente de los Estados Unidos, está al mando de la OTAN.
Así lo confirma el hecho de que el comandante supremo aliado en Europa sigue siendo nombrado por el presidente de los Estados Unidos, al igual que los demás mandos clave. La decisión de poner fin a la guerra eliminando (como pide Putin) todas sus causas primarias recae, por tanto, ante todo en la OTAN bajo el mando de los Estados Unidos.
La OTAN sigue alimentando la guerra contra Rusia
La OTAN, por el contrario, sigue alimentando la guerra. Estados Unidos sigue suministrando a Ucrania armas para utilizarlas contra Rusia, no directamente, sino a través de los aliados europeos que las compran (a costa de los ciudadanos europeos) a las industrias bélicas estadounidenses y las transfieren a Ucrania.
Estos mismos aliados europeos están dispuestos a enviar tropas a Ucrania, a las fronteras con Rusia, si se llegara a un alto el fuego, mientras que Estados Unidos enviaría a Ucrania una fuerza aérea compuesta también por bombarderos de ataque nuclear. Ucrania, aunque no forma parte oficialmente de la OTAN, tendría de Estados Unidos y sus aliados europeos «garantías de seguridad basadas en el artículo 5 de la OTAN, que obliga a los miembros a defender a un aliado atacado».
Al mismo tiempo, la Administración Trump utiliza aranceles aduaneros y otros instrumentos (entre ellos la acusación de violar los derechos humanos) para atacar a importantes países del BRICS: Sudáfrica, Brasil, India y otros que forman parte de este grupo junto con Rusia y China.
Trump está enviando fuerzas militares, incluso a América Latina, formalmente para combatir los cárteles de la droga, pero en realidad para desestabilizar países como Venezuela, que Estados Unidos no consigue someter a su dominio.
En Asia Occidental, Trump apoya militar y políticamente a Israel, apuntando principalmente a Irán.
La transición de Israel del Mando Europeo de Estados Unidos al Mando Central de Estados Unidos, llevada a cabo por la Administración Trump en 2021, integró a Israel en la Alianza de Estados Unidos con los socios del Golfo y facilitó la cooperación entre Washington y Jerusalén en los ataques contra instalaciones nucleares iraníes en junio de 2025.
Manlio Dinucci
23 de agosto de 2025
Breve resumen de la revista de prensa Grandangolo Pangea del viernes 22 de agosto de 2025 en el canal de televisión Byoblu (![]()
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https://www.byoblu.com/2025/08/22/i‑paladini-delloccidente-pangea-grandangolo/).