La clase trabajadora vasca nos hemos movilizado, hemos vaciado las empresas y llenado las calles con nuestras reivindicaciones. Hemos realizado tres huelgas generales y hemos dejado claro que la salida a esta crisis pasa por otro modelo económico y social. Hemos respondido y también hemos demostrado que tenemos la fuerza suficiente para obligar a que en este Pueblo se lleven a cabo otro tipo de políticas y se tomen otro tipo de medidas.
Hemos reivindicado una alternativa. Ahora es el momento de construirla.
La supeditación política al Estado Español no aporta más que ruina a la clase trabajadora vasca: desastre económico y devastación de nuestros derechos sociales y laborales.Y de la misma manera piensan continuar los próximos cuatro años.
Debemos recordar que desde Madrid se nos han impuesto tres reformas y que a todas y cada una de ellas el PNV ha dado su consentimiento. Ni siquiera ha votado en contra, aunque la clase trabajadora vasca así se lo ha exigido.
Por ello, a las puertas de estas elecciones, proclamamos que no queremos que nadie negocie en nuetro nombre nuevas reformas y recortes, ni que en nuestro nombre se traten de «suavizar», ni por parte de los partidos estatales, ni de ese regionalismo que hace gala de la gestión de las mismas.
No aceptamos imposición alguna.
Queremos y debemos cambiar este modelo económico y social. Es una necesidad inaplazable. Y vamos a hacerlo. Pero para ello hay que acabar con el impedimento que supone el marco jurídico-político actual. Es lo que nos impide decidir aquí nuestras relaciones laborales, nuestro modelo de protección social, nuestra negociación colectiva…
En Madrid, allí donde se establece quién decide y qué decide, por encima de la voluntad de la clase trabajadora de este pueblo, debemos reivindicar que somos nosotras y nosotros quienes debemos decidir sobre los temas económicos y sociales que nos afectan y, lo que es más importante, dar pasos efectivos para avanzar en ese camino.
Por ello, LAB considera realmente positiva la iniciativa de Amaiur, del espectro de izquierdas y abertzale que, por encima de partidismos, ha decidido defender desde Madrid y como pueblo el derecho que la ciudadanía vasca tiene de decidir su futuro.
Luchar por un marco vasco de relaciones laborales y protección social supone luchar por que las políticas económicas, laborales y sociales se decidan y se lleven a cabo en Euskal Herria y supone, por tanto, abrir las puertas a la posibilidad de contruir un nuevo modelo de manos de la clase trabajadora vasca.
Las trabajadoras y trabajadores decidimos y decidimos en Euskal Herria.