Traducción del francés Boltxe Kolektiboa
El arte de la guerra
Existen diferentes tipos de smart bombas, «bombas inteligentes», utilizadas por lo que el escritor Les Leopold define eficazmente como el «gobierno secreto de Wall Street», la potente oligarquía financiera que controla el Estado.
Las primeras bombas son las de la propaganda que atacan al cerebro, nublando los ojos y haciendo ver cosas que no existen. Actualmente son masivamente empleadas para mistificar la realidad de la crisis, para convencernos que está provocada por la deuda pública y que, para salvarnos, debemos hacer duros sacrificios recortando los gastos sociales. La deuda pública es una consecuencia, no una causa de la crisis. Ésta es debida al funcionamiento del mercado financiero dominado por potentes bancos y grupos multinacionales. Basta pensar en el valor de todos los bienes y servicios producidos anualmente en el mundo. Las operaciones especulativas, efectuadas con enormes capitales, crean un aumento artificial de los precios de las acciones y de otros títulos, que no corresponden al crecimiento efectivo de la economía real: «burbuja especulativa» que tarde o temprano explota, provocando una crisis financiera. Es en este punto que intervienen los Estados con operaciones de «salvamento», vertiendo dinero público (por lo que se aumenta la deuda) en las cajas de los grandes bancos y grupos financieros privados que han provocado la crisis.
En Estados Unidos solamente el último «salvamento» ha representado más de 7 billones de dólares, diez veces más que lo que se ha declarado oficialmente. Cómo puede pasar esto se explica porque los candidatos a las elecciones presidenciales están financiados, a través de «donaciones» y de otras maneras, por los grandes bancos, entre los cuales Goldman Sachs, y que la administración Obama, en cuanto entró en funcionamiento, nombró para puestos claves a personas de su confianza, que forman parte de la Comisión Trilateral. La misma en la que Mario Monti, consultante internacional de Goldman Sachs y actualmente jefe del gobierno italiano, es el presidente del grupo europeo. No debe extrañar que el gobierno secreto de Wall Street utilice también, en función de sus intereses, «bombas inteligentes» reales. No es un azar si las últimas guerras, llevadas a cabo por Estados Unidos y por la OTAN, han «inteligentemente» atacado Estados situados en zonas ricas en petróleo (Irak y Libia) o que tengan una posición regional importante (Yugoslavia y Afganistán). Estados como el Irak de Sadam Hussein, que amenazaba con abandonar el dólar vendiendo petróleo en euros o en otros valores; o bien como la Libia de Kadafi, que programaba crear el dinar oro como concurrente del dólar y promovía organismos financieros autónomos en la Unión Africana, cuyo desarrollo habría reducido la influencia del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Por razones análogas, Siria e Irán están en el punto de mira de Estados Unidos y la OTAN. Crisis y guerra son dos caras de la misma moneda. La guerra también aumenta el gasto militar que, aumentando la deuda pública, impone sacrificios posteriores. Italia, estima el Sipri, realiza un gasto anual de 28 mil millones de euros: alrededor del gasto de las maniobras financieras que serán pagadas por la gran mayoría de la población. Pero es algo de lo que no se habla. Las bombas de Wall Street son verdaderamente inteligentes.
Manlio Dinucci
Edición del martes 13 de diciembre de 2011 de il manifesto
Traducido del italiano por Marie-Ange Patrizio
http://www.mondialisation.ca
Traducido del francés por Boltxe Kolektiboa