Del amor estamos hablando, para por amor seguir caminando
El titular son las palabras, que muchas mujeres ‑como símbolo descarnado a manos del hombre- en su mente se preguntan, de una u otra manera, al abrir la puerta de la casa.
¿Si la mujer no procreara, existiría alguna?, me preguntó Talía, mi vecina, y yo me quedé de esa manera. Pero ella, que es bien inteligente, profundiza y me suelta ¿El “hombre” se une a una mujer para amarla, acariciarla o sólo por disfrutarla, manosearla, y una vez poseída matarla?
El ser humano nace para ser amado, querida, los gobiernos “demócratas” al servicio del capitalismo para matarlo.
Buscando un rayo de luz
El verano murió, como cada año, esperando el porvenir que nunca llega.
Se había presentado con más fuerza que otros, y de lo más indignado! Rompió, mordió el hielo que se erizó ante su fuerte presencia, y permitió la entrada majestuosa del sol entre los labradores. Eguski divino, el sol! Fiel amigo de cosechas que el último mes del año había salido fortalecido, para ayudarnos a hacer frente a esos neveros eternos que se encaraman de frac en las altas cumbres, trayendo una vez más el recuerdo de 82 puñaladas del año pasado sobre un mismo cuerpo de mujer; muchos asesinos dirían que no, que es una forma celosa, “fogosa”, de querer. Los 82 besos de muerte sobre el amor de una mujer utilizó dos cuchillos de cocina, una navaja y unas tijeras para desgarrar a jirones su cuerpo, orejas, garganta, dedos, muslos, rodillas, hígado, abdomen, pulmón, y su premeditado remate provocando la muerte sobre su hermoso corazón, el que “tanto quiso” hasta hacerla “su mujer”…
82 puñaladas del mismo odio que los gobiernos vierten sobre los pueblos; odio, muerte, muerte, odio! ¡¡CRIMINALES!! ¡¡ASESINOS!!
Es mi pañuelo enamorado una vez más que las nombra
Amándolas, lagrimosa, por la impotencia que este sistema perfora hasta mutilarnos. Oprime el gallinero de la bestia, su cubículo cerrado, hermético como su religión, militarmente custodiado; donde los protagonistas de la barbarie adquieren hábitos ideológicos de terror, ¡tan lejos de la palabra amor!, y evaden disciplinas ¡¡Cómo ser mujer, cuando el verdugo, guillotina a puñaladas tu cuerpo!! Miles, millones de hombres aman como verdugos en el mundo, una unión vertiginosa empecinada en odio y violencia, obliga a las flores refregarse contra los cactus llenos de espinas, actuando como agentes del sistema, aprietan a la mujer contra el zinc aniquilador, amargándonos la vida cuando ella necesita aliento.
Sí, Eguski divino llegó una vez más solidario de clase, cansado de las negras tormentas de guerra que arremeten contra el oxigeno de la procreación generando monstruos en su propia asfixia, enturbiando agua y aire. Los vientos de una libertad poco definida en conciencia, son afectados por el mismo mal aunque no llegue sino a los insultos y dejen, “no es poco”, aparcado el puñal. Hay que alimentar la conciencia, su odio de clase, por el contrario, el puñal se acercará a la mano voluntario, una vez desclasado al hombre, y creado el animal causa de tantas desgracias y atropellos, desprecios con los que enviste y lucha lo que de feudalista tienen y permiten las democracias fascistas… Y, alimentarla combativa, para que florezca la blanca aterciopelada flor de verdadera altura, cada vez más despellejada por la aridez sobre la que se procrea todo el mal de una clase sobre la otra, ciñéndose contra la mujer, en vez de contra el gran patrón. El capitalismo es eso, te hace carnaza, te numera, permitiendo el arma te dice ‑entrena en tu casa ¡¡Esa es la bestia que lo sustenta!! Un hombre es un hombre… Malo, muy malo, es el ser humano, cuando deja de pensar y sólo presume de esa bestia que alimenta su instinto. Muy malo, malo, es el ser que castiga la elegida ‑remata Talía en nuestro diálogo- ¡en vez de dedicarse a combatir el hambre en el mundo! Si vivir es un continuo experimento, y la vida un laboratorio ¿Qué soy yo como mujer, dónde se fragua la memoria que nos proyecta hacia un futuro?
“La ternura” trastornada por el odio de la impotencia que genera el opio de la religión; se arrodilla sumisa asesinando a “Eva”. Tiene razón mi amiga Talía. Muy malo, malísimos, los hombres desclasados son muchos, muchos, muchos! Que por carnaza cobarde se regocija en su gustosa incultura, pero no a gusto en lo que le han convertido, asesina al más débil físicamente, sin importarle si es una hija a la hora de matar o violar, compañera , madre, vecina, abuela, hermana y, yo recuerdo observándoles, porque me preocupan. Los agresores que entraron de madrugada en la casa de las jóvenes ‑en la aldea de Bulakwal- y, tras golpear a los familiares varones, arrojaron ácido sobre las menores. Visualizo a las victimas, cómo deslumbrada por el odio que corroe y mina la que alumbra la vida de los seres.
Otoño, que recién se despidió, anuncia boicot al capitalismo, se niega a ser generoso en frutos para enriquecer este sistema alienante; todo un ejemplo como esplendor dispuesto a la lucha.
Otoño resistiéndose ante el crudo invierno de Frac; los sabios humildes, los generosos de raíces culturales, como pozo profundo reluciendo en la noche; se abrazan a las estrellas de nuestra historia planetaria de ancho círculo en medio de un prado infinito de pastos. Sobre él se refleja en un hermoso lucero de nombre Yueyue, niña, tan solo dos añitos, doblemente atropellada ante la pasividad ‑que ya no entiende de ser, sentir y actuar, sino de huir, protegerse y ocultarse- de 18 testigos cuyo caso ha “conmocionado a la sociedad China”, al darse cuenta de súbito el vacío de sus cuerpos ante la huida como soledad, el monstruo alimentado en ellos sobre el frío capitalismo, que alimenta engullendo, devorando en la pasividad más espeluznante.
Yueyue, nuestra pelusita, un ser abierto y receptor desnuda de transmisiones, caminó sola la ciudad y la trampa recibiendo de ella agresividad, pasividad, sumisión ¡Así vamos perturbando los roles! El emotivo corazón de esa plumita de dos añitos, Yueyue, no controló cuan de diferentes a sus sueños son los seres humanos de grandes, acarreando el cansancio alienante de todos ellos, el monstruo, su dureza, el dominio que pueden alcanzar sus sentimientos, la incapacidad de sentir y de escuchar a otro ser humano de su misma altura, ¡¡cómo respetar la inocencia de una golondrina recién salida del nido que no entiende de leyes ni trampas!! ¡¡Yueyue!!, la pelusita que intentó volar lejos, la metimos en lo más triste y oscuro del realismo, sin brindar ninguna oportunidad, ni un soplo de amor a su impulso!! Lucero de una mañana truncada, que pudo hacer la revolución y brillar con luz propia!! Lo auténtico sólo es posible entre iguales; la mataron, ¡oh, era mujer, hay tantas!, sin que “su” sociedad reaccionara… a consecuencia de las graves lesiones sufridas cuando sobre su cuerpo pasó una furgoneta y tras ésta, un motorista y gente, mucha gente, y ella muriendo… No es para nada de extrañar que, otra mujer, marginada socialmente, recogedora de chatarra como medio de subsistencia, socorriera a la niña. Chen, mujer defenestrada por “ese mismo sistema que se alarma” ¡¡Honor y gloria, a la revolución cultural!! ¡¡Muerte al capitalismo!! ¡¡Viva Chen Xianmei, símbolo de mujer promesa!!
Me despido de ellas, y las doy un beso; vida y misterio caminan de la mano. Apurada en el tiempo todavía de recoger todas mis cosas y guardar bien dentro las lecciones sobre la cavidad del odio recibida. Cuando bajen los ciervos volveremos a encontrarnos amigas, las digo a todas las que el dolor me acerca como hermanas, y las envío mi voz como calor de invierno.
Mientras, a solas, seguiré soñando con todas matadas a degüello de desprecio. Sustituir el dolor por la palabra y que su autenticidad sustituya los silencios es mi reto, por mi, alcanzable; poder elevarme con ellas en cada preludio de otoño, y desafiar juntas a la noche más larga de la carroña, por todas nuestras causas imperativas ilegales, contra los poderes que de una y otra forma son cómplices de estos crímenes.
Convertiré en luciérnagas cada uno de sus ojos, orejas, dedos; al lucero Yueyue de dos años, hasta la abuela más viejita asesinada por el hombre que la engendró los hijos por él reconocidos; sus hermosas cabelleras brillando ahuyentarán a la noche ciega que somete agresiva negando la presencia del otro ser. Las ofrezco a todas mi conciencia por amor, como forma de ternura, y mi desprecio hacia el macho, animal o bestia, que sin dos dedos en la frente de dignidad ni lucidez, lame al gran patrón, y asesina a la flor que le dio oxigeno; mis ojos ofrezco, para señalar al enemigo! Para seguir encendiendo luces como antorchas en la selva humana que no puede ser otra que combatiente, al monte, al monte, hay que subir los montes altos!, para poder mirar con dignidad la estela de sangre sin culpabilidad y el silencio que oculta la palabra como sumisión!.
Paso a paso, camino, reposando en vuestra respiración herida, matada y en la de las inquietas nubes celestes que os aguardan; el aleteo de ellas velará vuestra aportación sobre la belleza histórica de nuestra historia contra la tiranía del animal humano y sus leyes feudales. Forjando el amor que nos une como hermanas contra la explotación, sumisión; para elevarnos en vuelo de aves libres de ataduras, en el sueño que penetra de idealismo, y su paz, sobre la que descansan vuestros cuerpos entre nuestras raíces y venas abiertas en dirección de futuro, base energética de nuestro presente.
El futuro está en mis manos y en el recuerdo de vuestro amor
Un mundo que ya no podréis ver, compondrá vuestra vida de nuevo entre nosotros; versos, canción en alza desbordará las calles, traspasaremos océanos germinando brotes, hilitos de agua de manantial, fuente que aún emana en litros de gloria sobre la historia del odio del hombre sobre la mujer cuyo eje es la propia iglesia y los ejércitos. Litros sin límite de humedad sobre sus frentes, nuestros manantiales aún florecen corazones despejando conciencia, quemando vendas, abre los ojos!, acerca tus manos y oídos!, la brisa de los vientos se acerca para ayudarte a que camines. Aprovecho su fresco aliento de ciclo regenerador, bañándome como alimento, dentro de un mundo de puños bajo lluvia de primavera, ¡¡amaiur!!, grito, y me genera un cosquilleo los valles de la resistencia que, a mi cuerpo eriza en deseo todo el trayecto de los Océanos. Torturados, pero nunca derrotados.
NOTA
Posiblemente si hubiera nacido en la edad media, dada mi condición de hija y nieta de campesinos moriría antes de los 30 años, reflexiona Talía en voz alta, de alguna de las tantas enfermedades que sufrían los mas parias de la tierra, desdentada, flacucha y con los huesitos hechos harina de haber sido mulita de carga desde los cinco años. Seguramente hubiera sido violada por mas de “un señor” de la tierra, por algún soldado del reino, o por algún clérigo de la santa inquisición que se hubiera encaprichado de mi, dado que sería tan “bonita” como ahora, aunque mas estropeada, mas roto mi cuerpo y mi dignidad como mujer…
Sí, posiblemente hubiéramos muerto las dos quemadas en la hoguera, querida, como el taino Hatuey por nuestra condición rebelde; que seguramente hubiera sido en aquella época, donde se quemaba tanto a mujeres bellas como a las menos agraciadas, a jóvenes y a las que habían vencido la peste, las fiebres y el hambre…
Talía, que había llamado a mi puerta, aún está a mi lado para que la invite a tomar mate, que aún conservo de mi estancia por allá; yo se que en ella, eso significa platicar de algo que la inquieta y mucho. Efectivamente, Talía, llegó como fierecilla a visitarme indignada de que todavía, hoy, sigan existiendo pueblos feudales, hombres del cromañon, inquisiciones particulares y públicas, personas tan inhumanas como entonces, tan bestias como entonces que por el hecho de ser mujer vales menos que el perrito de Obama… Una sociedad tan deshumanizada como entonces, me dice mi adorada vecina, que es incapaz de reaccionar ante el atropello de una niña china, donde es doblemente atropellada y vilmente ignorada ¿Qué revolución cultural haría falta en la China actual, donde el hecho de nacer niña es sinónimo de mala suerte, de mal agüero, de desesperación en los padres? Si los dioses les pidieran un sacrificio para aplacar su furia, seguro que sacrificarían a la niña ¿Adonde quieren llevarnos? ‑Talía tiene los ojos lagrimosos y mirando a ninguna parte… Y para medievales esos países protegidos por el imperio y por los cristianos demócratas de la OTAN, dónde la mujer es mera mercancía! Es espeluznante los hechos ocurridos últimamente en estas sociedades ancladas en lo mas oscuro del medievo, como si el tiempo se hubiera detenido en las tinieblas, en la oscuridad de lo peor del ser humano:
La Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) denunció hace unos días que queda un «largo camino por recorrer» en la aplicación de la legislación que protege a las mujeres afganas contra la violencia de género. Según este organismo, en Afganistán las leyes chocan con prácticas socialmente aceptadas como la compra-venta de mujeres para el matrimonio, las bodas infantiles o forzadas, las violaciones y el «baad» (regalo de una mujer para resolver una disputa familiar).
2.299 casos de violencia contra la mujer, según La Comisión Afgana de Derechos Humanos, registrados entre marzo y marzo 2010/2011, y según ACAF en ‚2005, se “autoinmolaron” con fuego en la región de Herat 500 mujeres. En el, 2006, se calcula que la cifra sobrepasó las 600. El 70% de ellas tenía entre 12 y 25 años.
Maité Campillo (actriz)