Durante la mañana de ayer tuvo lugar una concentración ante la sede de Lanbide en Bilbo para denunciar los recortes sociales promovidos por el Gobierno Vasco y el intento de retirar las prestaciones sociales a 7.000 familias bajo la excusa de que uno de cada ocho familias perceptoras de la RGI está, supuestamente y según el Gobierno Vasco, ilocalizable. Como ejemplo de la desorganización de Lanbide, en la protesta han tomado parte varias personas que remitieron hace meses a la Diputación, y hace un más de un mes a Lanbide, el cambio de domicilio donde residían. Sin embargo les siguen remitiendo la documentación, las comunicaciones de Lanbide y la correspondencia a sus antiguos domicilios.
Debido al desbarajuste burocrático de Lanbide decenas de familias vizcaínas han dejado de percibir las prestaciones sociales al no poder renovar su solicitud; o ven “extraviado” su expediente, el cual se encontraba en proceso de tramitación en el Departamento de Acción Social de la Diputación. Ahora se vuelve a exigir iniciar todo el proceso administrativo cuando se llevan meses de espera.
Por otro lado existe una demora de más de un mes en la atención a las personas desempleadas y con empleos precarios que necesitan acceder a las prestaciones sociales para poder subsistir y llegar a fin de mes.