Foto: Obras del TAV en Cadreita, Navarra.
Nota de prensa de Adhesión de AHT Gelditu! Elkarlana a la convocatoria de Huelga General del día 29 de marzo
TAV = Explotación laboral
En medio de un panorama desolador con 200.000 personas en paro en Hego Euskal Herria y más de 900.000 personas viviendo en el umbral de la pobreza, los diferentes gobiernos siguen argumentando que el TAV es una de las salidas de la crisis. Sin embargo la realidad es tozuda: el TAV es sinónimo de explotación laboral. Los contratos realizados están fuera de los convenios laborales de Euskal Herria, hablamos de jornadas de más de 12 horas y bajo unas condiciones de inseguridad laboral que hasta el momento han provocado la muerte de 5 trabajadores y heridas graves a 8. Ante la actual recesión conviene recordar que los períodos de crisis suelen ser la mejor ocasión para la introducción de políticas agresivas que priman la flexibilización laboral, la precarización de las condiciones de empleo y el despido libre. La crisis de hoy es una agresión en toda regla de los grandes empresarios y dirigentes políticos, y es su excusa para que aumenten su poder de forma desmedida, por ello no dudan en aprobar reformas laborales ajenas a los trabajadores.
TAV = Despilfarro
El coste total de la Y vasca y del corredor navarro de alta velocidad rondan los 9.000 millones de euros. Un auténtico despilfarro que tanto el gobierno de Gasteiz como el de Iruñea están impulsando en plena crisis económica con el fin de empantanar las obras del TAV en una política irreversible de hechos consumados, a pesar de que todavía quedan por adjudicar los tramos más complejos y caros de las obras de plataforma, además de las vías, la electrificación, servicios auxiliares, y los accesos a capitales.
TAV = Recortes sociales
El Gobierno Navarro se va a gastar este año 134 millones de euros en el TAV, 6,5 veces más que lo que va a destinar al euskera, al Instituto de la Salud Laboral y al Instituto de la Mujer. Se van a gastar en el TAV 2,5 veces más que lo que destinan a la UPNA, y 8 veces más que lo que dedican a renta básica. Y todo esto cuando en Navarra hay más de 52.000 personas paradas y más de 7500 familias sin ningún ingreso. En la CAV el Gobierno Vasco va a destinar al TAV 380 millones de euros. Se van a gastar 22 veces más que lo destinado a Ayudas de Emergencia Social y 1,4 veces más que lo destinado a renta básica. Se gastarán 50 veces más que lo invertido en mejorar el ferrocarril convencional, 13 veces más que las inversiones en educación infantil y primaria y casi 10 veces más que las inversiones en educación secundaria y en FP.
TAV = Ruina = Pelotazos
Todo esto y la ruina que han demostrado ser otras líneas de TAV y otras grandes infraestructuras inútiles como aeropuertos vacíos, es suficiente para desmontar los argumentos de que el TAV es la panacea contra el desempleo y la crisis económica. No es casualidad que el Estado español sea líder europeo en kilómetros de autopistas, autovías y alta velocidad, y a la vez encabece el ranking en desempleo y profundidad de la crisis. ¿No será que el TAV es una moderna forma de expolio? Ya es hora de despertar del engaño de que las grandes infraestructuras traen riqueza, empleo y bienestar. Tal vez lo traigan, si, pero a sus promotores.
TAV = Sociedad elitista
El TAV no es otro pelotazo más fruto de la complicidad entre el sector de la construcción y la administración pública, sino que la alta velocidad es el buque insignia de un modelo social que resulta impensable sin la movilidad generalizada de mercancías y personas. Un modelo social basado en reforzar las grandes metrópolis, destruyendo el territorio y los modos de vida que en él se dan. El TAV perjudica a los habitantes de los pueblos, ya que donde ha llegado ha hecho desaparecer las líneas de tren convecionales cuyos billetes eran aún asequibles. El TAV no es otra cosa que un tren para ejecutivos y elites económicas que se pueden permitir pagar el alto precio del billete. A pesar de que en el estado español ninguna línea de alta velocidad es económicamente rentable, y que a día de hoy el TAV tiene serias dificultades en transportar mercancías, año tras año vemos como la apuesta por esta macroinfraestructura sigue vigente.
TAV = Destrucción de la tierra que nos sustenta
Sin duda, sigue siendo un buen momento para paralizar esta megalómana infraestructura. Dar continuidad a la construcción del TAV supone hipotecar el futuro del país, degradando la calidad de los servicios públicos esenciales y destruyendo la tierra sobre la que se sustentan los ecosistemas, la biodiversidad y nuestro sustento.
AHT GELDITU ELKARLANA