Sobre la situación de la mujer en los países árabes, Tamzali, de madre española que se convirtió al Islam por amor, opina que, aunque las leyes no han evolucionado desde los años 60, «ha mejorado su alfabetización y hay más mujeres que trabajan, pero la sociedad se ha islamizado más».
«Ahora una mujer puede ser ministra, directora de un banco…pero en Argelia, contrariamente a Europa, el desarrollo de las capacidades profesionales no ha ido a la par con la legislación, porque una mujer ministra viuda y con un hijo de 20 años aún tiene que pedir permiso a su hijo», ha explicado Tamzali.
«Hemos desarrollado la presencia de la mujer en los lugares de trabajo, pero se conserva la ley del harén, nuestra utopía era que las leyes del trabajo entraran en las casas, pero ha sucedido lo contrario, la ley del harén ha entrado en las empresas», ha lamentado la autora, que también publicó en español el libro «El burka como excusa», en el que rechaza tajantemente el uso del velo.
Para Tamzali, la cuestión de la mujer en los países árabes «es una cuestión política, no religiosa» y denuncia que «los 50 años de régimen autoritario han llevado a un desmoronamiento político y moral de Argelia, por lo que los únicos valores morales reconocidos son los que se atribuyen a la religión».
Según la autora, en los países musulmanes se usa la religión «para controlar a los ciudadanos». «No es una cuestión religiosa, el enfoque tiene más que ver con los comportamientos», aclara.
Para Wassyla Tamzali, el Islam no ha evolucionado y ha conservado «una dimensión sexual enorme en toda la cultura islámica y en los países árabes, donde la virginidad es fundamental y crece el número de mujeres que se reconstruyen el himen para casarse».
Tamzali cree que la revolución de la denominada primavera árabe favorece a las mujeres, «lo que es un peligro para ellas es la contrarrevolución».
«El problema de los occidentales es que se piensan que los islamistas son revolucionarios cuando en realidad son contrarrevolucionarios y ahora son contrarrevoluciones lo que hay en los países árabes, pero los occidentales están ciegos», ha dicho.
Por eso, cree que los comportamientos de racismo en Europa hacia los musulmanes fomentan el auge del islamismo.