Kostas Papadakis, miembro de la dirección del Partido Comunista de Grecia (KKE) y responsable de Relaciones Internacionales del partido que ha estado en primera línea en las protestas contra los recortes sociales defiende alianzas sociales a nivel de base para luchar por un cambio de sistema.
Desde la firma del primer memorándum de medidas económicas para poder acceder al préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), en mayo de 2010, y tras los continuos y cada vez más profundos recortes del gasto público, la sociedad griega ha ido abandonando su tradicional apoyo a las políticas europeas impuestas desde Bruselas al tiempo que ha fortalecido un movimiento de clara ruptura con el neoliberalismo.
Entre los partidos que han visto crecer su peso en la sociedad griega se encuentra el Partido Comunista de Grecia (KKE). El KKE es la tercera fuerza política en el actual Parlamento griego, y los sondeos sobre intención de voto para las próximas elecciones legislativas le auguran el doble del apoyo conseguido en los comicios de 2009.
Denostado tanto por la derecha y los grandes medios de comunicación, como por el movimiento libertario, el Partido Comunista griego emplea un lenguaje duro contra cualquiera que favorezca o legitime el actual sistema económico. Pero ha mantenido firme y en primera línea a su numerosa militancia en todas y cada una de las huelgas y manifestaciones convocadas contra las políticas antisociales.
En la situación actual ¿qué acciones identifica el Partido Comunista de Grecia como prioridades para la izquierda?
Desde hace años, el KKE ha dejado de identificar las fuerzas políticas del país con los conceptos de «izquierda», «derecha» o «centro». Estos conceptos no corresponden a las condiciones políticas actuales. Si en el pasado el concepto de «izquierda» significaba la ruptura con la clase dominante, hoy en día partidos que se autodefinen de «izquierda» participan con placer en la administración del capitalismo, en las guerras imperialistas y apoyan la Unión Europea imperialista. Desde este punto de vista, el KKE prefiere hacer referencias de clase y no utilizar conceptos cuyo significado es obsoleto. Dicho lo cual, nuestra prioridad en estos momentos es organizar la lucha para impedir las medidas antiobreras, para que no se apliquen en la práctica los recortes en los salarios, las pensiones, la eliminación de los derechos laborales, para derrocar la política antipopular del gobierno. En esta lucha estamos dando prioridad a la agrupación de las fuerzas sociales de la clase obrera, del campesinado, de las capas medias en las ciudades, en una gran alianza social que no solo se enfrente a los monopolios y el imperialismo, sino que también abra el camino al poder y la economía popular.
¿Qué significa para Grecia el segundo memorando de medidas económicas convenido con el FMI y sus acreedores?
El nuevo memorando, igual que el anterior, no tiene nada que ver con la enorme deuda pública del país. Es parte de la política coordinada por la burguesía griega, en cooperación con la Unión Europea y el FMI, con el objetivo de reducir aún más el precio de la fuerza de trabajo. El objetivo de esta política es asegurar la rentabilidad para el gran capital en Grecia, cargando el peso de la crisis sobre las espaldas de la clase obrera y de los demás sectores populares. Luchamos para que los trabajadores, que no tienen ninguna responsabilidad de la crisis capitalista, entiendan que deben organizarse mejor y enfrentarse de modo aún más intenso al capital y a las políticas que implementan recortes, según contempla el memorándum, y que aseguran los intereses de la oligarquía.
¿Qué alternativas políticas proponen para sacar a Grecia de la actual situación?
Se ha demostrado en la práctica, a través de la larga experiencia de los trabajadores y de los desempleados, que en el marco del capitalismo no puede haber soluciones a favor del pueblo. Nosotros llamamos al pueblo a luchar para conquistar el poder, para que los medios de producción de la industria se conviertan en propiedad popular, para que la tierra, las grandes empresas en el sector agrícola y el comercio monopolista se socialicen. En base a estas relaciones, la socialización de los medios de producción y la planificación económica, se abrirían grandes posibilidades infrautilizadas, asegurando la prioridad y satisfacción de las necesidades sociales básicas bajo un control obrero y popular. Este poder es el que garantizaría la soberanía y la verdadera retirada de todas las alianzas imperialistas, como la UE y la OTAN.
¿Sería posible algún tipo de acuerdo con otras fuerzas de izquierda?
Nuestra propuesta política promociona objetivos de lucha particulares, la agrupación y lucha de los trabajadores a través de «Comités Populares» en los barrios y los sindicatos de clase, para impedir las medidas antipopulares. Este desarrollo de la lucha de clases, desde la alianza social a nivel de base, es la principal preocupación para el KKE, no una política de aglutinación artificial de partidos con diferentes estrategias políticas.
¿Y de cara a las próximas elecciones?
La esperanza para los trabajadores no está en una confusa «unidad de la izquierda» sino en un partido fuerte y en la formación de una alianza social que luche por una economía y un poder popular. El acuerdo con partidos que algunos denominan de «izquierda» incluye políticas diametralmente diferentes, y no significa ninguna «ganancia». Esto no le interesa al KKE. Inicialmente sembraría la esperanza de que puede haber solución sin entrar en conflicto con el sistema capitalista, sin la retirada de la OTAN y de la UE, pero ello traería la disolución de este «proyecto», lo que generaría la decepción de los trabajadores.