Según personal de la policía municipal, este lunes era el día a partir del cual se podían ir recogiendo las primeras azadas decomisadas por desbrozar la huerta de los Aldaya. Aprovechando el viaje a las dependencias de la policía, el grupo de trabajo de las huertas decidió llevar un regalo al jefe de este cuerpo: una hermosísima cesta de cardos. Cardos, sí, ya que parece que es lo único que dicho señor quiere que las personas que más lo necesitan se lleven a la boca. Quizá si la policía pusiese menos trabas a Aranzadi Auzolanean el regalo hubiese sido una cesta de verdura. En todo caso, no fue posible entregar este regalo en mano. Por ello se solicitó en reiteradas ocasiones al personal con el que se que se lo entregasen a su destinatario. Finalmente las azadas no fueron entregadas por trámites burocráticos y tampoco se aclaró en base a qué normativa dicha recomisión tuvo lugar.
Por otra parte cabe destacar que ese mismo lunes, a medio día, cuando las temperaturas sobrepasaban los 30 grados, las personas que estaban en la huerta decidieron resguardarse en la casa. Al poco tiempo se desplegó un dispositivo policial para desalojar a dicho grupo que se encontraba tranquilamente comiendo a la fresca. Parece excesivo tanto despliegue por un grupo de gente que pretenden cultivar una huerta. Sin embargo las ganas no flaquean y continuamos con nuestro proyecto de huerta comunitaria. Continuamos haciendo un llamamiento a todas las personas que quieran colaborar con herramienta, plantel y/o su trabajo.
Despues de una dura semana llena de trabas y resistencia, la policia
municipal a suprimido la orden de incautar la herramienta y de
impedir cultivar en Aranzadi.
Bajate a la huerta! Aranzadi te necesita!