Herrira ha lanzado en la plaza del ayuntamiento de Iruñea un txupinazo por unos sanfermines sin presos y exiliados, con decenas de balones y globos que han soltado al aire en el momento del «cohete».
Con este acto han dado inicio a un programa festivo que girará en torno a la pelota vasca, que simboliza la necesidad de dar solución a una de las consecuencias del conflicto: la existencia de cientos de presos y exiliados.
Por eso, la campaña de verano de Herrira viene caracterizada con balones y globos azules que representan esa pelota. Y en estos sanfermines han organizado varias actividades en las que la pelota vasca se hará presente.
El día 6, a las 13.00 horas, han organizado un brindis por la vuelta a casa de presos y exiliados, y el jueves 12 una bertso-afaria con Julio Soto, Xabier Silbeira y Eneko Lazkoz.
El martes 10 será el Herrira Eguna (día de Herrira), que comenzará a las 17 horas con una bertso-merienda con Julio Soto y Eneko Lazkoz. Una hora después, de allí saldrá una kalejira azul que recorrerá el Casco Viejo hasta la hora de la cena. Después, habrá un concierto de Tximeleta.
Todas las actividades se llevarán a cabo en el Herrira Gunea, en la zona del Portal de Francia, en los locales del Arrano Elkartea y la Herriko Taberna. En este espacio habrá conciertos y actividades todos los días (ver programación). También darán comidas y cenas, bocadillos, y el ambiente festivo está garantizado. Además, instalarán un puesto de material todos los mediodías, menos el 6 y el 8.
La pelota vasca
Fran Balda e Itxaso Torregrosa, de Herrira, han explicado el significado que le dan a la pelota vasca.
En su opinión, los gobiernos tienen en sus manos la llave de la política penitenciaria: la pelota está en su tejado. Pero es la sociedad vasca la que tiene la llave para incidir en que los gobiernos se muevan y den pasos. «Eso es justamente la pelota vasca: el reto histórico de dar salida a la situación de los presos y los exiliados en la senda de construir soluciones y establecer la paz».
Por eso, la pelota vasca busca en el primer bote el respeto de los derechos humanos de los presos y presas vascas: la repatriación a Euskal Herria, la liberación de las que padecen enfermedades graves, y de las que han cumplido toda la condena y las 3⁄4 de la misma.
En el segundo bote la pelota vasca quiere dar el paso de crear la paz y hacerla estable y duradera, reparando todas las situaciones y consecuencias generadas a lo largo del conflicto. «Entre todas ellas, resulta ineludible el regreso a casa de los presos y exiliados, ya que resulta imposible construir una situación de paz real con la existencia de 600 presos y cientos de exiliados».