Man­de­la, la his­to­ria nun­ca te absol­ve­rá!!!- Mai­té Campillo

«Lenin cali­fi­có a la gue­rra his­pano-ame­ri­ca­na en Cuba y la anglo-boer en Sudá­fri­ca, como las pri­me­ras con­tien­das inter­im­pe­ria­lis­tas por un nue­vo repar­to del mundo.»

Ven­ta­na al mundo

Quie­ro dejar en éstas líneas la hue­lla de C. Mitxe­le­na, buen músi­co, peda­go­go y mejor ami­go; por sus pala­bras y toda la amis­tad inter­na­cio­na­lis­ta, que todo su entorno ha derro­cha­do en cada pro­yec­to en que he pedi­do su colaboración:

Si uni­mos nues­tras manos no sere­mos, sola­men­te, unos seres que se acer­can, sino esa fuer­za mis­te­rio­sa que trans­for­ma la apa­rien­cia en sudor, pala­bra y can­to. Si entre­la­za­mos nues­tros dedos, no sere­mos sue­ño o fan­ta­sía, sino la úni­ca reali­dad que lucha con­tra el llan­to: sere­mos amigos.”

La ima­gen que empe­cé a reci­bir, sien­do muy joven, de Nel­son Mandela 

Me la tras­mi­tió su ex-com­pa­ñe­ra, Win­nie Madi­ki­ze­la; recuer­do esa ima­gen como fas­ci­nan­te de lucha anti­co­lo­nia­lis­ta y de resis­ten­cia anti­ra­cial que me hizo soñar, cre­cer como mujer que des­per­ta­ba ejer­cien­do ese entu­sias­mo arro­lla­dor y creer fir­me­men­te en otro mun­do posi­ble. Lue­go él salió, fue un 11 de febre­ro de 1990, antes que yo pudie­ra dige­rir el can­to de amor a la patria de mis her­ma­nos que tan­to me habían apor­ta­do. Mi expec­ta­ción se man­tu­vo. Pero se fue difu­mi­nan­do des­de los pri­me­ros días de su pues­ta en liber­tad: ¿cómo podía ser?, ¿cómo podía tener más atrac­ción den­tro de las maz­mo­rras, a la som­bra, que cami­nan­do libre entre las calles de mi gen­te? No pue­de ser, no pue­de apa­gar­se el can­to que irra­dió mi cuer­po!!! Me repe­tí una y otra vez, y mez­clá­ba­se la pro­fun­di­dad de mis sen­ti­mien­tos entre las pri­me­ras esce­nas inter­na­cio­na­les que me roba­ban la ima­gen de lo que un día fue un her­mano y sal­té, lan­zán­do­me dis­pues­ta a defen­der el prin­ci­pio del ser: “si uni­mos nues­tras manos no sere­mos, sola­men­te, unos seres que se acer­can, sino esa fuer­za mis­te­rio­sa que trans­for­ma la apa­rien­cia en sudor, pala­bra y canto…”

La ima­gen arro­lla­do­ra de Man­de­la se fue apagando. 

Mis ojos mar­ca­ron los lati­dos del cora­zón y empe­cé a sen­tir un ser “vacío de su raíz”, del entorno al que una vez dijo per­te­ne­cer y ya doble­ga­do de lleno hacia otra reali­dad don­de se codean los “mons­truos importantes”. 

Como una vela sin mecha, como fue­lle agu­je­rea­do, así lo vi. Repre­sen­tan­do nue­vos intere­ses y alia­dos; salió cas­tra­do en cuan­to alum­brar un camino de dig­ni­dad y sin cera para yo poder reha­cer una com­po­si­ción huma­na res­pe­ta­ble. Nel­son ya fue­ra de mi alcan­ce, de mi mun­do y vida per­so­nal en cuan­do per­fil gra­ba­do en las pare­des. Man­de­la avan­zó ante mis ojos por una pasa­re­la de ter­cio­pe­lo de pala­cio pro­pia de otros intere­ses aje­nos a lo que has­ta enton­ces fue su gen­te. Empe­zó a codear­se con todo lo más des­pre­cia­ble de cada país si excep­tua­mos Cuba, o algún otro lugar del pla­ne­ta ais­la­do; a vivir y cele­brar públi­ca­men­te nue­vos intere­ses per­so­na­les brin­dan­do y coque­tean­do con los amos del cri­men lle­gan­do a reci­bir en el E. Espa­ñol al rey Juan Car­los, repre­sen­tan­te de una de las cas­tas más degra­dan­tes, corrup­tas, colo­nia­lis­tas y pará­si­tas de la huma­ni­dad, ade­más de una dic­ta­du­ra terro­rí­fi­ca que dio muer­te, cár­cel, tor­tu­ra, garro­te vil, fusi­la­mien­tos en masa, sem­bró la penín­su­la de fosas comu­nes con dece­nas, cen­te­nas y has­ta algu­na de más de mil fusi­la­dos; uti­li­zó los dos lados de la Penín­su­la en una bus­ca y cap­tu­ra has­ta el exter­mi­nio ase­so­ra­do por el nazis­mo ale­mán e ita­liano que a toda Euro­pa la puso a sus pies, le sir­vie­ron favo­re­cien­do en todo, y con ellos el yan­qui y más paí­ses de Amé­ri­ca, que se resis­tie­ron a rom­per las rela­cio­nes con el exter­mi­na­dor de un pue­blo cul­to pero increí­ble­men­te diez­ma­do por caci­ques, lati­fun­dios, y raíz bor­bó­ni­ca: la que abra­zó gus­to­so el “líder del pue­blo”, o de los intere­ses de la bur­gue­sía abo­ri­gen de Sudá­fri­ca y de la Gran Bretaña?.

Qué pasó Mandela?

Cómo pudo abra­zar a un here­de­ro del des­po­tis­mo más racial, feu­dal y pará­si­to don­de los haya en toda la his­to­ria de la huma­ni­dad?, “amo abso­lu­to” de una cons­ti­tu­ción y de un Esta­do que lo engor­dan pue­blos y auto­no­mías, que toda­vía hoy, les siguen secues­tran­do su his­to­ria, sus héroes de la liber­tad, su ban­de­ra, su lega­li­dad y con ella su dignidad?. 

Odio a la gen­te que hace eso. 

Lo pri­me­ro cuan­do un “comu­nis­ta”, “líder” anti­fas­cis­ta, anti­co­lo­nia­lis­ta de otro país visi­ta pri­me­ro al ase­sino y no a las víc­ti­mas, es que me digo, quie­nes somos para éstos “revo­lu­cio­na­rios” que no nos ven, ni exis­ti­mos, que se mues­tran tan viles ante nues­tros ojos arras­trán­do­se como meque­tre­fes, bufo­nes, mario­ne­tas, ante ideo­lo­gías que evi­den­cian épo­cas y acon­te­ci­mien­tos de escalofrío?.

A los tra­ba­ja­do­res mine­ros de Sudá­fri­ca; de los 40 fusi­la­dos y más dece­nas de heri­dos, del domi­nio blan­co es que segui­mos hablando. 

Lo real para mi, fue la lucha y las fati­gas que pasa­ron los revo­lu­cio­na­rios, hom­bres y muje­res del pue­blo duran­te los 27 años que estu­vo ence­rra­do Nel­son. Apos­ta­ron a fon­do por una­ni­mi­dad todas las fuer­zas polí­ti­cas por el “líder”, de él die­ron una ima­gen idí­li­ca, impe­ca­ble; pero eran ellos ‑y por enton­ces la com­pa­ñe­ra Win­nie- las ban­de­ras que suje­ta­ban el mástil!!! 

Año­ran­za del apartheid? 

De los miles de muer­tos que sem­bró por Sowe­to?

Nece­dad de asu­mir al enemi­go como amigo? 

Murió el hom­bre, y con él su ideal; los intere­ses empe­za­ron a ser más sober­bios, sus pasos ya libres por su tie­rra, eli­gie­ron un camino equi­vo­ca­do gus­to­so del due­ño del láti­go. Otra mate­ria puso pre­cio a su liber­tad. Años de “cau­ti­ve­rio” for­mán­do­se, reu­nién­do­se, ali­men­tán­do­se de una cul­tu­ra y nego­cia­cio­nes aje­nas al sufri­mien­to de un pue­blo; apo­ya­do por direc­cio­nes gus­to­sas de pro­ta­go­ni­zar en sus cuer­pos y men­tes “al hom­bre nue­vo afri­cano: negro amo al ser­vi­cio de” con sica­rios abo­rí­ge­nes… para mejor enfren­tar­se a los escla­vos de su pro­pia raza y cul­tu­ra inde­fen­sos, bajo las mis­mas orde­nes inal­te­ra­bles del amo blanco. 

Decla­ra­ción de prin­ci­pios ante la masa­cre de Marikana…

Es esa pena que sien­to pro­fun­da que me des­ga­rra la que moti­va la denun­cia. Ese mirar hacia otro lado el que me corroe, por ser noso­tros como pue­blo ‑mayo­ría- los que per­mi­ta­mos de algu­na mane­ra el cri­men en el poder de escla­vis­tas de dife­ren­tes correas, cru­ci­fi­jos, dis­fra­ces, zapa­tos de pun­ta fina o de bota bas­ta mili­tar; sus pie­les cur­ti­das en la des­hu­ma­ni­za­ción que basa la alie­na­ción en la pro­pia des­truc­ción del ser. Es su mal­dad inter­na y su anti­faz, “sus mala­ba­ris­tas medios” como enga­ño lo que me tras­pa­sa el pecho, al ver cómo es capaz el mons­truo más des­pre­cia­ble de la his­to­ria de la huma­ni­dad, ali­men­tar la sumi­sión de la cegue­ra el“ NO PIENSES, déja­nos hacer… y flo­re­cen sus filas refor­za­das de mer­ce­na­rios que en otros tiem­pos fue­ron, ¿líde­res?.

Es el creer­se y sen­tir­se lejos de todo, lo que opri­me mi liber­tad. Nun­ca lo sufi­cien­te­men­te cer­ca, para apo­yar el dere­cho de ejercerla. 

De la Liber­tad esta­mos hablando. 

Y, del con­cep­to capi­ta­lis­ta gre­mia­lis­ta de que la lucha la ha de sos­te­ner quién ten­ga el pro­ble­ma, y es el cre­cer cre­yen­do que uno lo hace bien -“tira pa“lante”- den­tro de un sis­te­ma que opri­me al res­to lo que hace vómi­to mi des­pre­cio dispu­tan­do un reto: ¿Qué gobierno del mun­do se atre­ve a juz­gar, a lle­var ante un tri­bu­nal inter­na­cio­nal éste nue­vo geno­ci­dio de pre­po­ten­cia colo­nial?

La sel­va afri­ca­na lla­ma a mi puerta.

Cuna idí­li­ca de las más her­mo­sas espe­cies del rei­no ani­mal don­de podrían ani­dar libre­men­te mari­po­sas sobre el enjam­bre de las flo­res; pero sólo el colono es el pro­pie­ta­rio que defi­ne la mar­gi­na­ción y la prio­ri­dad. El man­to de estre­llas de Áfri­ca ha de alum­brar su sel­va a todos los ase­si­na­dos si no más nun­ca será Áfri­ca, sino hijos de la Gran Bre­ta­ña. Sí, han de alum­brar sí, a todos los que han muer­to ase­si­na­dos. Dis­pa­ra­da su dig­ni­dad y su entre­ga, amor a la patria por el mero hecho de pre­ten­der sen­tir­se sel­va en la noche y sol en la madru­ga­da; hij@s del astro abo­ri­gen irra­dian­do luz y fue­go de estre­llas; a seguir nue­vos hom­bres y muje­res su sen­de­ro ilu­mi­na­do en san­gre y lucha. 

Tu me entien­des, ver­dad her­mano negro?. 

Entien­des que la lar­ga este­la de todos los muer­tos por un apartheid que se per­pe­tua con los siglos, impreg­ne de nom­bres su his­to­ria embe­lle­cien­do calles, vues­tras calles, para que los cam­pos alum­bren la des­truc­ción capi­ta­lis­ta del colono “con sus pan­te­ras negras”, ahhhhh, mer­ce­na­rios!!!… como un desa­fío radi­cal a la mise­ria, a la escla­vi­tud a la que uno se ve some­ti­do antes ya de nacer. Del dere­cho a vivir en Paz, es que yo hablo, insis­to en ella.

Hable­mos de Paz.
De la paz del dere­cho de vivir en paz, y gozar, gozar la vida y reci­bir la muer­te sin la pesa­di­lla de nin­gún tipo de mar­gi­na­ción ni aco­so, ni tiro cobar­de por la espal­da a manos de los esbi­rros del blan­co. Sí, es de Sudá­fri­ca de quién sigo hablan­do en pleno siglo 21, y de la escla­vi­tud que de for­ma san­gui­na­ria plan­tea su per­pe­tui­dad sobre mi gen­te. De eso habla­mos, del cri­men de la impu­ni­dad, del desan­gre de la huma­ni­dad a manos de los tira­nos: es fres­co rein­ci­dir en argumentos. 

Alum­brar la denun­cia es bueno. 

Con­fir­mar hechos es fres­co, lo que no es fres­co es que los EEUU ase­si­nos de la huma­ni­dad y sus patri­mo­nios, sigan alla­nan­do paí­ses y abo­lien­do cul­tu­ras. Noooooo, no es fres­co callar no mirar el horror “de los otros”. De mi gen­te hablo, y dar por asen­ta­do como par­te de la his­to­ria de la huma­ni­dad el geno­ci­dio humano per­ma­nen­te. Sí, mi denun­cia es fres­ca, irra­dia fra­gan­cia; lo que no es fres­co es el Judío­sio­nis­mo, por ser tan­to o más ase­si­nos que sus alia­dos de “Amé­ri­ca”, su con­cep­to de supe­rio­ri­dad colo­nia­lis­ta, madre ideo­ló­gi­ca que les parió a ambos, que se ido­la­tran unos a otros en cada cri­men que come­ten para seguir jun­tos deci­dien­do más gue­rras de exter­mi­nio, en cada tri­bu, cul­tu­ra que embar­ga de amor cada soplo que rege­ne­ra mi san­gre. Noooooo, no es fres­co hablar de cha­bo­lis­mo, haci­na­mien­to, de vivir sin acce­so a sanea­mien­to ni agua pota­ble ni alum­bra­do en con­di­cio­nes, no. Por­que cuan­do éste sis­te­ma en el mun­do “te pre­mia” , es por­que ya tu, has empe­za­do a enfa­ti­zar con él. 

De raí­ces y de historia. 

Nel­son Man­de­la, refe­ren­te anti­co­lo­nia­lis­ta y antiracista.

Con­de­na­do en 1962 a cade­na per­pe­tua, pri­sión de máxi­ma segu­ri­dad en Rob­ben Island. Se le acu­sa de haber inten­ta­do jun­to a otros com­pa­ñe­ros, «el derro­ca­mien­to del Esta­do Suda­fri­cano por medios vio­len­tos». Entre las pre­gun­tas del Fis­cal: “si en su opi­nión ésta vio­len­cia había aumen­ta­do posteriormente.” 

A lo que Mán­de­la responde: 

«Oh sí, noso­tros sen­ti­mos que el gobierno no duda­ría en masa­crar a cien­tos de afri­ca­nos para inti­mi­dar­los de mane­ra que no se opu­sie­ran a su reac­cio­na­ria política». 

El fis­cal le hace una nue­va pre­gun­ta: si es comunista.

Man­de­la, expli­ca su cola­bo­ra­ción con los líde­res comu­nis­tas, pero la defen­sa rein­ci­de una vez más en la pregunta: 

«¿Lle­gó Ud., a ser un comunista?.” 

Mán­de­la repli­ca de nue­vo a la defensa: 

«Bien, yo no sé si lle­gué a ser un comu­nis­ta. Si por comu­nis­ta Ud., quie­re seña­lar a un mili­tan­te del Par­ti­do Comu­nis­ta y a una per­so­na que cree en la teo­ría de Marx, Engels, Lenin y Sta­lin y que se adhie­re estric­ta­men­te a la dis­ci­pli­na del Par­ti­do, yo no lle­gué a ser un comu­nis­ta.» *De la decla­ra­ción se dedu­ce, de que a fines de 1960, momen­to de la masa­cre de Shar­pe­vi­lle, Nel­son Man­de­la, según se reafir­ma en su decla­ra­ción “no cree en la teo­ría de Marx, ni en la de Engels, ni por supues­to en la de Lenin».

PD.

Inde­pen­den­cia, Socia­lis­mo, ¿o barbarie?.

¿Dere­chos huma­nos en el mun­do? Bunnn, bunnnnnnn con­tra Orien­te. Bunnn con­tra Sudá­fri­ca!! Bunnn con­tra la gue­rri­lla colom­bia­na! Bunnnn, bunnnnnn con­tra todo país que lucha por su sobe­ra­nía e independencia!!! 

A la calle cace­ro­las que el mun­do arde, a la calle, a la calle!!! 

La indig­na­ción social reco­rre el mun­do de pun­ta a pun­ta para aco­rra­lar en puño úni­co los crí­me­nes de Esta­do, de todos los Esta­dos capitalistas. 

Por­que vivir sin vivir no es vivir. 

Vivir sin poder comer entre el esplen­dor de las minas bajo con­trol del capi­tal extran­je­ro que inva­de tus raí­ces; vivir más de la mitad de la nación en la mise­ria abso­lu­ta en sus pobla­dos abo­rí­ge­nes rodea­dos de barrios que son cha­bo­las, de hom­bres y muje­res desahu­cia­dos del dere­cho al tra­ba­jo que son gen­te, de dece­nas de niños y niñas ausen­tes de todo reco­no­ci­mien­to que son amor; anal­fa­be­tis­mo, impo­ten­cia y ham­bre como cor­dón umbi­li­cal; la pobre­za opri­me, abor­da las casas trans­for­man­do la aldea en gue­to. Ahhhh, Sowe­to inme­mo­rial!!!! Sudá­fri­ca es dan­za y lamen­to, creo en tu pueblo. 

Y, en la heren­cia de la lucha de tus guerrilleros. 

Ase­si­na­dos en lucha con­tra todo lo que repre­sen­ta el apartheid como mode­lo de sumi­sión y escla­vi­tud. Tam­bién creo en tu volun­tad sin­ce­ra de que los muer­tos por sus dere­chos de vida y tie­rra con liber­tad, no sean solo muertos. 

En pie tu que me entien­des her­mano negro!!! 

NO hay líde­res de un pue­blo aje­nos a la mise­ria y humi­lla­ción. TODAS LAS CASAS de todas las aldeas y ciu­da­des (que sufren la envol­tu­ra inter­na­cio­nal de éste explo­ta­dor, san­grien­to, paten­te apartheid), han de mos­trar­se a sí mis­mos, que todos son líde­res, guías de vida y lucha pro­ta­go­nis­tas de un nue­vo amanecer. 

Notas:

Los mine­ros en Sudá­fri­ca han sido una cons­tan­te de lucha des­de la épo­ca del Apartheid:

Las huel­gas de mine­ros en 1987 mos­tra­ron que el movi­mien­to obre­ro en Sudá­fri­ca alcan­zó mayo­res nive­les orga­ni­za­ti­vos y de lucha fren­te al gobierno fas­cis­ta. Una mues­tra rele­van­te de ese mayor nivel orga­ni­za­ti­vo fue la huel­ga rea­li­za­da en agos­to de 1987 que logró movi­li­zar a 350. 000 mine­ros duran­te 21 días, lo que para­li­zó más del 50 % de las ins­ta­la­cio­nes extrac­ti­vas de oro y car­bón y ori­gi­nó gran­des pér­di­das a la eco­no­mía racista.

El desa­rro­llo del capi­ta­lis­mo en Sudáfrica

Se sus­ten­tó des­de sus ini­cios en la for­ma racis­ta de domi­na­ción y explo­ta­ción apli­ca­da por la mino­ría blan­ca, prin­ci­pal bene­fi­cia­ria: la gran rique­za de este país no sólo des­can­sa en sus enor­mes recur­sos natu­ra­les sino en la crea­da, por una de las más des­hu­ma­ni­za­das explo­ta­cio­nes; lo que ha per­mi­ti­do un inin­te­rrum­pi­do cre­ci­mien­to de la eco­no­mía des­de el final de la Segun­da Gue­rra Mun­dial: For­ma­ción de un capi­tal finan­cie­ro suda­fri­cano de mino­ría blan­ca, que con las trans­na­cio­na­les con­tro­lan y domi­nan la casi tota­li­dad de la rique­za del país, gene­ran­do des­de sus ini­cios un fren­te anta­gó­ni­co abo­ri­gen, la enor­me pobre­za de los tra­ba­ja­do­res es el resul­ta­do de la apli­ca­ción del nue­vo apartheid social, que al mis­mo tiem­po, con­tie­ne la con­tra­dic­ción de ser gober­na­dos por el CNA (par­ti­do de Mandela). 

Es cono­ci­do que tres gru­pos principales: 

Bar­low Rand, Anglo Ame­ri­can, y San­lam, poseen tres cuar­tas par­tes de las rique­zas del país; el poder de éstos impe­rios finan­cie­ros se expan­de por toda Sudá­fri­ca. La fuer­te par­ti­ci­pa­ción de la Anglo Ame­ri­can en Gran Bre­ta­ña, Cana­dá y EEUU son mues­tras de estas cone­xio­nes inter­na­cio­na­les del impe­ria­lis­mo financiero. 

«El espec­tro de Berg­gen-Bel­sen y de Buchen­wald, la vida bajo el régi­men del Apartheid»

(Escri­to por Nel­son Man­de­la, 1955):

«El ries­go de un geno­ci­dio seme­jan­te al que se reali­zó con­tra las pobla­cio­nes esla­vas, tzi­ga­nas y judías de Euro­pa pesa sobre la pobla­ción negra en Áfri­ca Aus­tral, inclu­si­ve sobre toda Áfri­ca. Ese cri­men con­tra la huma­ni­dad, que el nazis­mo hizo de mane­ra «expe­ri­men­tal» (14 millo­nes de per­so­nas exter­mi­na­das en los cam­pos de con­cen­tra­ción), el apartheid podría aco­me­ter­lo en una esca­la ili­mi­ta­da sobre un con­ti­nen­te. No se pue­de, sub­es­ti­mar este peli­gro. El fas­cis­mo demos­tró en Euro­pa has­ta dón­de es capaz de lle­gar el impe­ria­lis­mo, y como fren­te a sus pro­yec­tos, a las infor­ma­cio­nes que cir­cu­la­ban sobre sus crí­me­nes, la incre­du­li­dad lo ayu­dó a poner en eje­cu­ción sus pla­nes. La lucha con­tra el apartheid está ínti­ma­men­te vin­cu­la­da a la lucha por la paz, el desar­me y la segu­ri­dad. Y no sola­men­te en Áfri­ca. La alian­za más o menos sella­da median­te los acuer­dos secre­tos entre el apartheid y Washing­ton inclu­ye a Pre­to­ria en toda la polí­ti­ca desa­rro­lla­da por el impe­ria­lis­mo nor­te­ame­ri­cano con­tra los pue­blos del ter­cer mun­do y los paí­ses socia­lis­tas. No es por casua­li­dad que se pre­sen­ta el pro­ble­ma del apartheid en el mar­co de esta fal­sa evidencia: 

el «con­flic­to Este-Oeste».

Sudá­fri­ca racis­ta cons­ti­tu­ye una base de reta­guar­dia y un pun­to de apo­yo para las polí­ti­cas de «recha­zo al comu­nis­mo», y de «hege­mo­nía mun­dial», de domi­na­ción mili­tar del mun­do. Tales son los sue­ños de los hom­bres del com­ple­jo finan­cie­ro mili­tar indus­trial nor­te­ame­ri­cano. La derro­ta del apartheid pue­de sig­ni­fi­car tam­bién una nue­va rup­tu­ra en la cade­na imperialista: 

la exis­ten­cia de una cla­se obre­ra fuer­te, nume­ro­sa, los víncu­los orgá­ni­cos entre capi­ta­lis­mo, opre­sión nacio­nal y racial, hacen que la revo­lu­ción nacio­nal demo­crá­ti­ca que derro­ta­rá al apartheid sea por­ta­do­ra de la revo­lu­ción social.»

El Con­gre­so Nacio­nal Afri­cano.

(Afri­can Natio­nal Con­gress o ANC), lla­ma­do has­ta 1923 South Afri­can Nati­ve Natio­nal Con­gress, par­ti­do suda­fri­cano supre­ma­cis­ta negro y miem­bro de la Inter­na­cio­nal Socia­lis­ta. Dicho par­ti­do gobier­na el país des­de el esta­ble­ci­mien­to de la “demo­cra­cia capi­ta­lis­ta” en mayo de 1994. Fun­da­do un 8 de enero del 1912 en Bloem­fon­tein. Entre sus fundadores 

se encon­tra­ba el poe­ta Sol Plaat­je, y el (polé­mi­co) des­ta­ca­do diri­gen­te Nel­son Man­de­la. ANC… rama par­la­men­ta­ria, de una alian­za tri­par­ti­ta, entre el Con­gre­so Nacio­nal Afri­cano, el Con­gre­so de Sin­di­ca­tos de Sudá­fri­ca (Con­gress of South Afri­can Tra­de Unions – COSATU), y el par­ti­do refor­mis­ta deno­mi­na­do, P. C. de Sudáfrica.

Todo el terri­to­rio que hoy ocu­pa la Repú­bli­ca de Sudá­fri­ca se con­vir­tió enton­ces en 4 pro­vin­cias bajo el domi­nio de Londres. 

Duran­te aque­lla gue­rra, inter­im­pe­ria­lis­ta, los bri­tá­ni­cos crea­ron cam­pos de con­cen­tra­ción en zonas rura­les en los cua­les murie­ron de ham­bre y enfer­me­dad miles de muje­res, ancia­nos y niños boers, exac­ta­men­te igual que lo ocu­rri­do con la pobla­ción rural de Cuba en la gue­rra de 1895 – 98 a mano de los espa­ño­les en los crue­les cam­pos de con­cen­tra­ción de Weyler.

En 1910, los ingle­ses nego­cia­ron con los boers para crear la Unión de Sudá­fri­ca, y entre ambos con­ti­nuar explo­tan­do a la mayo­ría abso­lu­ta negra. En 1921 a la Unión Suda­fri­ca­na se le adju­di­có el carác­ter de Esta­do inde­pen­dien­te, miem­bro del Commonwealth.

Noti­cias de últi­ma hora 

En boca del obis­po Johan­nes Seo­ka: «No debe­mos matar­nos los unos a los otros.” (Pero en caso de que nos 

maten… )

Debe­mos per­do­nar, no ven­gar­nos.» (Ni hacer polí­ti­ca, sino dejar­le a él hacerla…)

«Nues­tros polí­ti­cos, por favor, no inten­ten ganar pun­tos de for­ma bara­ta con esta tra­ge­dia, se tra­ta de per­so­nas de dios.» (Sólo muer­tas, vivas no?., hay señor, señor!!!. Sí, el obis­po “se que­ja de que se per­mi­ta” que…) 

Vivan entre la sucie­dad y la basu­ra sin nin­gu­na asistencia».

(Qué mez­quino es el “mun­do de dios” mami…)

*Los medios cuen­tan que miles de per­so­nas se han con­gre­ga­do cer­ca del lugar de la tra­ge­dia en Marikana. 

Mai­té cam­pi­llo (actriz y direc­to­ra de teatro)

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *