América latina siempre ha estado en constante lucha por construir desde su perspectiva latinoamericana su historia y por supuesto su futuro. Estamos tan lejos de “dios” pero tan cerca de los que se creen que dios los ha elegido para poseer las riquezas que tienen los países de América latina.
Los cambios que se han venido experimentados durante estos años ha puesto a América del Sur en la escena política mundial. La economía de ciertos países está experimentando un crecimiento más o menos estable, y se debe sobre todo a que no es la economía la que dicta sus leyes son los estados los que determinan más o menos el quehacer económico, no podemos decir lo mismo de Europa y “gringolandia” donde es el neoliberalismo el que dicta sus normas, y esas normas económicas son las que quieren imponer a los países de la región.
Venezuela fue la que dio inicio hace 13 años a esa manera de hacer política, Política con mayúsculas donde priman los intereses de la gente y no de las transnacionales y los bancos; y esta es una de las razones por la que no debemos obviar lo que está pasando en ese país, por mínimos que sean los hechos. Es en este contexto en el que abordo dos de los hechos recién ocurridos tanto en Venezuela como Colombia: la explosión en Amuay y los diálogos posibles entre las FARC y el Gobierno colombiano. Si estos hechos los vemos desde una perspectiva global – y desde un todo – como lo es América latina, la perspectiva se nos vuelve más compleja y sencilla a la vez, podemos re-considerar hasta los más mínimos movimientos que se están dando en la zona.
Centrándonos pues, en el caso de Venezuela; la oposición, como todos sabemos más cercana a los intereses gringos con sus medios de comunicación…, desde hace años están intentando desestabilizar al país, lo hicieron ya con un golpe de estado y no llego a su fin gracias a la población más humilde y combativa del país. Colombia que siempre ha estado al albur de los gringos, bien es sabido que allí no se hace nada sin el conocimiento explícito e implícito del imperio. Es esta quizá la razón por la cual y desde mi punto de vista, estos hechos tan diametralmente opuestos tienen un fin común que es minar y acabar con los procesos sociales que se están llevando a cabo en la región.
Venezuela se ha visto conmovida y ensombrecida por la explosión en Amuay una de las refinerías de petróleo más grandes del mundo. Si fue un “accidente” lo tienen que determinar los expertos. Sin embargo si no fue así y si éste fue un sabotaje, como apunta James Petras, la cosa se complica y mucho, y la agresión por medio de este tipo sabotajes han comenzado. Ya he dicho que lo vienen intentando desde que Chávez llegó al poder, los gringos no cesarán en el empeño hasta que no consigan sus objetivos que no es otro que, quitar a un gobierno nacionalista y soberanista como es el de Chávez.
Lo del atentado-sabotaje un mes y medio casi de que se celebren las elecciones, sería una maniobra experimental gringa para medir el nivel de reacción que tienen el gobierno de Hugo Chávez en este tipo de incidentes, es como tomar el pulso a la reacción del gobierno ante este tipo de ataque, los que vienen posiblemente será mucho mayor que el que se acaba de dar en las refinería Amuay, insisto la más grande del mundo.
El segundo hecho que me parece de igual relevancia y a tener en cuenta, es la noticia aparecida dos días después de los “atentados de Amuay”…, la propuesta de diálogo y negociación que estaría gestándose entre el gobierno de Colombia y las FARC. ¿Cuál sería el fin del anuncio? y ¿porque, según las informaciones, inician el día 5 de Octubre? El tiempo que duren las negociaciones lo determinarán las reuniones previas para negociar los temas que tienen que ver con el fin del conflicto en el país. Sin embargo, ya se sabe que, para que esto dé sus “frutos” las partes determinarán un alto al fuego y/o el accionar de sus operaciones de los bandos enfrentados, y en ese alto al fuego pueden estar, semanas, meses y hasta años.
Pero ya podemos prever de lo que tratarán en las reuniones, si lo publicado en Adital es cierto se contempla en el tercer punto el ‘Fin del conflicto’. La pauta específica sobre este punto debatirá el cese del fuego, el abandono de las armas y el fin de las hostilidades en forma bilateral y definitiva.
No sabemos qué están tramando los gringos, y como no tenemos que fiarnos ni un tantito así. El anuncio pues del gobierno de Santos sobre los contactos con las FARC, a todos los que han estado implicados en buscar una solución al conflicto les ha venido muy bien, escuchar esta noticia. Que no se nos olvidé, sin embargo, que lo que pasa en ese país tiene que contar con el beneplácito de los gringos, y que estas reuniones Gobierno-FARC dé inicio dos días antes del triunfo electoral de Chávez es cuando las cosas hay que verlas con otro prisma, que no se olvide, insisto, que son ellos, los gringos, los que están determinando desde hace años, décadas – junto con la oligarquía y la burguesía – el devenir político de ese país.
Los gringos no quieren perder la influencia/injerencia ni el control de América latina, además para ellos es importante demostrarle al mundo que siguen controlando esa parte del planeta, a la que siguen considerando “su patio trasero” y si no lo controlan, ¿cómo pueden erigirse como los dueños del mundo?
El objetivo final de este anuncio es Venezuela. No pueden tener un conflicto abierto con un movimiento guerrillero como las FARC si se van a embarcar en una intervención a un país como Venezuela que cuenta con el oro negro más preciado que anhelan controlar. El petróleo que traen desde Arabia Saudita, les lleva casi cuarenta días en llevarlo a sus costas, mientras que, si se hacen con el control del petróleo venezolano solo tardarían cinco días. De lo que son capaces los gringos por la injerencia y el control por ese preciado líquido lo hemos visto en Irak, Libia y ahora lo estamos viendo en Siria.
Si los gringos tienen un plan “B” para atajar el proceso revolucionario que se está llevando a cabo en la Patria Grande. Este plan “B” ya ha comenzado. Y tanto la explosión en Amuay y, el anuncio de las negociaciones del gobierno colombiano y las FARC sería el pistoletazo de salida para lo que tienen preparado los gringos que, no es más que hacerse con el control absoluto del petróleo de Venezuela. A ellos no les está gustando nada el camino que han emprendido varios países del Sur. Se inició hace ya 13 años cuando Hugo Chávez ganó las elecciones. Y están a punto de celebrarse las que Chávez considera de suma importancia para seguir profundizando el Socialismo del siglo XXI en el país.
Debemos de suponer por tanto que la oposición y la oligarquía “venezolana” cuentan ya con apoyo logístico de paramilitares en el país. Las FARC con el alto al fuego tendrían las manos atadas si quisieran echar una mano en caso de alguna intervención más o menos directa desde territorio colombiano de grupos paramilitares. Y sería una injerencia en toda regla pero solapada con los de la oposición como lo que está sucediendo, en estos momentos, en Siria.