La carretera Aramaio-Arrasate/Mondragón, A‑2620, está cortada desde el viernes 29 de enero de 2010 por un desprendimiento provocado por las obras del Tren de Alta Velocidad. Los coches se desvían por los barrios de Suña, Untzilla, Zabola y Azkoaga, alargando su viaje 6 kilómetros por esa carretera montañosa. Además el caserío Cuatro Vientos está incomunicado por carretera.
Aramaio, un pueblo de 1500 habitantes, tiene su relación principal con Arrasate, que está a 8 kilómetros por su salida natural por el valle de Leniz.
Todo ese nuevo tráfico por el montañoso camino vecinal de Zabola, sumado al de los grandes camiones de la obra del TAV que no han dejado de circular, impide el habitual uso peatonal del mismo (lo cual para varias personas implica quedarse encerradas en casa). Los propios vehículos ya han sufrido 17 “accidentes” en dos semanas. El autobús de línea, tras sufrir un accidente da ahora el servicio con un microbus. Los camiones se desvían por el puerto de Arlaban, alargando su viaje 40 kilómetros.
Desastre anunciado
Desde hace meses se está construyendo un largo viaducto para el Tren de Alta Velocidad, uno de cuyos pilares pretendía apoyarse en la empinada ladera entre la carretera y el camino al caserío Cuatro Vientos. La ampliación de este camino y el paso de grandes camiones de obra ya lo había deteriorado hasta el punto de que los vecinos del caserío alertaron de que no se atrevían a pasar con el Land Rover.
La UTE formada por Sacyr, Construcciones Amenabar y Proyectos, contratada por ADIF por 57.857.121,26 millones de euros para este tramo de 3′39 kilometros prosiguió irresponsablemente las obras del TAV y un mes más tarde han bastado unos días de lluvia para que no solo se haya hundido el camino a Cuatro Vientos, sino que decenas de metros de tierra y roca se hayan desgajado del monte bloqueando la carretera principal Aramaio-Arrasate con toneladas de material.La flecha indica el lugar del desprendimiento, donde el trazado del TAV cruza la carretera A‑2620 Era un hecho previsto hasta el punto de que la Diputación accedió a tener preparado el cartel indicador para cuando llegase este momento. Este “accidente” y la forma de proceder del Ministerio de Fomento (que nos podría hacer pensar que ha contratado a empresas sin suficiente capacidad técnica ó criminalmente irresponsables) recuerda demasiado a lo ocurrido en el Valle de Abdalajís, donde el tunel del AVE a Málaga perforó y vació el acuífero que alimentaba la Villa de Manantiales.
La Plataforma pro-manantiales denuncia que aquel no fue un típico imprevisto que provocó un gran desastre a la medida de lo megalómana que era la linea de AVE, sino que el Gobierno ya sabía que el tunel perforaría el acuífero y lo vaciaría, ante lo cual decidió continuar con el proyecto sacrificando el acuífero y los recursos hídricos del valle.
Se prevé que el corte puede durar todo un año
La ladera desprendida tiene gran pendiente y los estratos de roca están inclinados hacia la carretera. No se ha desprendido solo tierra superficial, sino estratos de roca. Su apoyo no es firme porque algunos están fragmentados asi que la ladera puede seguir cayendo. Además la propia carretera está apoyada en la misma formación geológica por lo que empujada por el peso que le viene encima está en riesgo de caer hacia el río. Todo esto hace que tenga dificil arreglo, y se esté planteando construir un nuevo tramo alternativo de carretera al otro lado del río.
Esto significa que se tardarían muchos meses en disponer de nuevo de la carretera Aramaio-Arrasate en buenas condiciones. Se hace patente el contraste entre el dudosamente útil TAV y la carretera que da servicio diario al pueblo de Aramaio. El primero tiene todo los recursos del Estado a su servicio, tan solo para la construcción del larguísimo viaducto que en su extremo Norte ha provocado este desprendimiento estan removiendo miles de toneladas de tierra y hormigón.
En el segundo caso, su corte se trata como un problemilla doméstico que, lejos de forzar la paralización de las obras del TAV y la utilización de toda su maquinaria de obra para reparar el desagüisado que ha provocado, ha de ser resuelto por el propio pueblo de Aramaio, con los desvelos de su Alcalde y acaso con los fondos públicos de la Diputación de Alava.