Cabe preguntarse qué mecanismos consiguen que olvidemos nuestra implicación directa y que seamos tan impermeables ante esta ignominia, porque durante 2009 ha habido novedades y noticias relacionadas con los mercaderes de la muerte made in Euskadi, algunas de las cuales se han publicado (otras tardaremos tiempo en conocerlas; cosas del secretismo en el que se intenta escudar la falta de escrúpulos). Hagamos un breve resumen de algunas de ellas, para refrescar nuestra memoria y revivir nuestras conciencias.
El año macabro de SENER
No sería exagerado denominar al 2009 como el año macabro de SENER. En mayo el Consejo de Ministros español aprobó 274,3 millones de euros para la adquisición de 770 misiles IRIS‑T, programa en el que SENER fue seleccionada como socio industrial de la empresa alemana Dile BGT Defence, contratista principal del programa.
En junio, el Ejército del Aire español mostró en un vídeo el éxito de la operación llevada a cabo por SENER: la integración del misil Taurus KEPD 350 en el EF-18, un avión de combate del ejército. SENER, que también ha participado en la fabricación de este misil (en 2005 le fue adjudicado un concurso valorado en 57.395.000 euros para la adquisición de 43 unidades del mismo), hace posible que el Ejército del Aire cuente con una nueva herramienta de paz, ya que, gracias a su integración en el EF-18, el misil, después de ser lanzado, comienza un viaje autónomo, gracias al sistema de navegación que posee, que le conduce hacia su objetivo a 350 kilómetros de distancia. Cuando lo identifica, se eleva y cae en vertical sobre él. Tal y como relata la página web especializada infodefensa:
“Se le define como una bomba de precisión capaz de colarse por una ventana y de perforar un muro de cuatro metros de grosor. Sin duda, el arma más poderosa de las Fuerzas Armadas españolas. Y también la más cara”.
Poco antes de finalizar el año, el Gobierno español autorizó a Defensa a adquirir compromisos de gasto para financiar la producción del misil Meteor para el Ejército del Aire. El presupuesto dedicado a tan educativa partida (en pleno periodo de recorte de gastos sociales) es, ni más ni menos, que de 100 millones de euros. El programa Meteor es desarrollado por un conglomerado de empresas europeas. Por parte española se encuentra INMIZE Sistemas, que está participada por algunas de las principales empresas españolas de la industria militar: Indra Sistemas, EADS-CASA, Navantia y…, efectivamente, SENER. Según la propia empresa vasca, SENER será responsable del diseño y producción de una parte importante como es el sistema de actuación y control.
Toda esta intensa labor humanitaria desarrollada por la empresa vizcaína no podía quedar sin el merecido reconocimiento. Por ello, también en 2009:
“Andrés Sendagorta, Vicepresidente de SENER es condecorado por Juan Carlos I, a propuesta de la ministra Chacón, con la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco que se concede por méritos, trabajos, acciones, hechos o servicios distinguidos que se efectúen durante la prestación de las misiones o servicios que ordinaria o extraordinariamente sean encomendados a las Fuerzas Armadas o que estén relacionados con la Defensa Nacional.”
Las interrelaciones entre los mercaderes de la muerte
Con frecuencia insistimos en que, si bien consideramos a las plantillas que trabajan en estas fábricas colaboradoras de este macabro negocio, nos parece mucho más denunciable el papel que juegan tanto los empresarios e inversores que se benefician del mercadeo de la muerte como los gestores de las empresas o los políticos que les apoyan. Y también recalcamos la interrelación e intercambio de puestos y papeles que suele darse entre ellos. El 2009 no ha sido una excepción en lo que atañe a la industria militar vasca.
A primeros de año el entonces lehendakari Ibarretxe presidía el acto por el que se nombraba Mejor Empresario Vasco del Año a Iñaki López Gandásegui, presidente de Aernnova (grupo presente en los más importantes programas de aeronáutica militar, como el Avión de Combate Europeo, el Avión Europeo de Transporte militar o el helicóptero de ataque Tigre, así como en los del Carro de Combate Leopard y otros vehículos blindados de la OTAN y el Ejército español, entre otras cosas). Gandásegui es, así mismo, Vicepresidente de las patronales alavesa y vasca, y miembro del Patronato del Círculo de empresarios Vascos y de la Fundación Solidaridad Internacional –fuertemente ligada al partido socialista.
En febrero, el general donostiarra Carlos Villar Turrau, quien unos meses antes fuera el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (y con anterioridad Director General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa) es contratado por la principal compañía española de armamento (General Dynamics Santa Bárbara Sistemas) como Vicepresidente de Estrategia de Negocio.
En mayo es Patxi López, el nuevo lehendakari, quien nombra Consejero de Industria, Comercio y Turismo del nuevo Gobierno vasco a Bernabé Unda, hasta entonces Director General de la principal empresa naval militar española, Navantia.
El Premio Star le es concedido a Tecnobit, perteneciente al grupo vasco Oesía (antigua IT Deusto) por su condición de proveedor excelente y preferido por una de las principales multinacionales de armamento, la estadounidense Lockheed Martin. Tecnobit, tiene entre sus muchos méritos militares, el de mantener una relación privilegiada con la empresa israelí Rafael, con quien en 2009 firmó un nuevo contrato para el suministro de 90 estaciones ametralladoras por control remoto para los RG-31 Mk5E, vehículos todoterreno blindados. Lo que no especifica la noticia es si esos blindados irán decorados con la ikurriña y la bandera palestina, dada la incuestionable solidaridad que el pueblo vasco muestra hacia el pueblo palestino.
Durante 2009, y con la presencia de Juan Carlos I, ha tenido lugar el primer vuelo del Avión Europeo de Transporte Militar A400M (un programa con un coste total calculado en 25.200 millones de euros). La mayoría de medios de difusión vascos señalaban, marcadamente, la participación de hasta 21 empresas de la tierra en dicho programa. Pues bien, las más importantes de ellas (Aernnova, Aciturri, Desarrollos Mecánicos de Precisión, ITP, Novalti, Sener y SK10), así mismo presentes en otros muchos programas de aeronáutica militar (cerca de la veintena, con especial protagonismo en el Avión de Combate Europeo) son las que, también en 2009, han participado activamente en el diseño del nuevo temario del Aula Aeronáutica de la Universidad del País Vasco para adaptarlo a la realidad sectorial.
¿Crisis? Según para qué
Para el gasto militar y los mercaderes de la muerte, parece que la crisis económica es una entelequia. Así, por ejemplo, el ya citado grupo vasco Oesía hizo público en 2009 que durante 2008 había aumentado sus beneficios respecto a 2007 en, nada más y nada menos que un 167%, alcanzando los 25,4 millones.
Algo parecido, aunque a menor escala, sucede con Hegan, el clúster vasco de aeronáutica al que pertenecen todas las empresas que ya hemos comentado. Declaró que durante 2008 había facturado un 10% más. Pero merece la pena pararse a ver los datos de dos de las más importantes empresas de ese clúster vasco, para ver cómo la crisis económica tiene caras muy diversas.
El grupo ITP reconocía que en 2008 había tenido unos beneficios de 46,7 millones (un 27% más que en 2007) y que sus ventas dirigidas al sector Defensa se habían incrementado en un 26%. El grupo Aerrnova, por su parte, reconocía una facturación de 490 millones, un 24% superior al año anterior. Pues a pesar de estos datos, Aernnova no tuvo ningún empacho en anunciar en febrero un ERE temporal de 99 días para los 301 empleados de su fábrica Hegal de Gasteiz (en noviembre ha solicitado otro de las mismas características). Algo parecido hizo ITP, quien presentó un ERE temporal que afectaba, por 12 meses, a 237 de los 247 empleados de su filial Precicast Bilbao. Hace falta tener mucha cara dura y muy poca vergüenza.
Pero, como a las instituciones (central, autonómica, foral) no parece faltarles dinero para gasto militar, han decidido seguir regalándoselo a las empresas vascas de armamento. Si tenemos en cuenta las cantidades regaladas y publicadas en diversos boletines durante 2009, sólo Aernnova, Sener y Sapa han recibido más de 4.600.000 de euros en subvenciones (dinero regalado) y más de 12 millones en préstamos o adelantos.
De ese dinero, más de un millón de euros son subvenciones del Gobierno Vasco que muestra con ello su respeto por la legalidad vigente, ya que la Ley 14⁄2007, aprobada con los votos de PSE y PP (es decir, los dos partidos que mantienen actualmente el Gobierno), en su artículo 3, párrafo 3, establece claramente que:
“En sus políticas de promoción y apoyo a las empresas, el Gobierno Vasco no colaborará de ninguna forma con aquellas personas físicas o jurídicas dedicadas a la producción, comercialización y financiación de armas”.
Especialmente significativo es el caso de Sapa, empresa sobre la que no se puede argumentar que el dinero a ella otorgado vaya a utilizarse en proyectos civiles ya que su producción es únicamente militar (principalmente carros de combate, cañones y obuses); de hecho, SAPA es una de las nueve empresas que han constituido la nueva asociación empresarial española del sector, TEDAE (Asociación Española de Tecnológicas de Defensa, Aeronáuticas y Espacio, que sustituye a AFARMADE). Pues bien, en 2009 se han publicado subvenciones de 600.459 euros y préstamos por valor de 4.568.938. Su vicepresidente Jokin Aperribay, podrá seguir disfrutando de los partidos del equipo de fútbol que preside, la Real Sociedad, más aún si tenemos en cuenta que a primeros de 2010 Defensa le ha adjudicado un contrato de 6,7 millones de euros para el mantenimiento de 30 cañones antiaéreos Oerlikon de 35⁄90 mm.
Concluyendo
Este breve resumen debería llevarnos a la conclusión de que los mercaderes de la muerte –y sus cómplices necesarios– están mucho más próximos y cercanos de lo que habitualmente pensamos. Sería bueno no olvidarlo para que así, cuando la próxima guerra o conflicto televisado excite nuestra sensibilidad antibélica y antiarmamentista, sepamos contra quiénes debemos centrar nuestras denuncias y a quiénes hay que reprochar, directa y personalmente, su participación en un negocio que precisa de esas guerras y conflictos para alimentarse.
O mejor aún: igual un día de estos dejamos de esperar a que se produzca esa sensibilización con mando a distancia y, directamente, nos organizamos para poner en marcha una campaña que tenga como objetivo acabar con una de las mayores lacras que padecemos como pueblo: la industria militar de Euskal Herria y sus mercaderes de la muerte.
Estitxu Martínez de Guevara, en nombre del Colectivo Gasteizkoak