Al menos 15 palestinos, entre ellos el alto comandante de Hamas Ahmed Al-Ja’abari, han muerto en los ataques aéreos israelíes en la sitiada Franja de Gaza desde el 14 de noviembre.
Este jueves, tres palestinos murieron en la última ronda de ataques aéreos en la sureña ciudad de Khan Yunis, mientras que otros dos murieron en la región norte del enclave costero. Diez personas murieron durante los ataques violentos del miércoles y más de 100 personas resultaron heridos.
También el jueves, tres israelíes murieron cuando los cohetes palestinos impactaron en una casa en la ciudad sureña de Kiryat Malachi.
El régimen de Tel Aviv ha dado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, así como a los ministros de asuntos exteriores y militares la autoridad para decidir sobre la ampliación de la ofensiva contra Gaza.
Mientras tanto, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha expresado su preocupación por la “situación de deterioro” y el “nuevo ciclo de derramamiento de sangre” en el territorio palestino bloqueado.
El miércoles, durante una conversación telefónica con Netanyahu, Ban Ki.moon dijo que estaba preocupado por la situación en la región y los “asesinatos selectivos perpetrados por Israel en sus operativos militares contra Hamas en Gaza.”
Sin embargo, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice defendió la ofensiva israelí contra los palestinos en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU el mismo día.
El ejército israelí lleva a cabo con frecuencia ataques aéreos y otros tipo de agresiones contra la Franja de Gaza, alegando que dichas acciones se llevan a cabo con fines defensivos. Sin embargo, Israel utiliza siempre una fuerza desproporcionada en violación del derecho internacional, y a menudo los civiles son asesinados o heridos.
Gaza permanece bloqueada desde junio de 2007, situación que ha provocado un descenso en el nivel de vida, índices de desempleo sin precedentes, y una pobreza implacable.
El régimen israelí le niega a alrededor de 1,7 millones de personas que viven en Gaza sus derechos fundamentales, como libertad de movimiento, trabajos con salarios adecuados y servicios sanitarios y educativos en condiciones.