El 17 de Febrero de 1919, una manifestación de jornaleros, organizada por elementos del andalucismo histórico, recorrió Córdoba tras una pancarta con el lema de ¡Viva Andalucía libre! No era la primera vez que nuestro pueblo lo reivindicaba. Distintas muestras y formas de lucha colectivas por la defensa y recuperación de la tierra y la libertad arrebatadas, jalonan nuestra historia a lo largo de los siglos de ocupación españolista y de expolio capitalista; desde las insurrecciones moriscas, junteras y cantonales, pasando por los movimientos de resistencia armada serranas o de las incursiones marítimas de los siglos XVI al XVIII, las partidas liberales decimonónicas o las guerrillas antifascistas en el XX, y continuando por las acciones expropiatorias bandoleras, las proclamaciones comunitaristas campesinas, las ocupaciones de fincas o las huelgas obreras y revolucionarias. Todas ellas, quedan incluidas y resumidas en ese grito de rebeldía y rebelión de nuestro pueblo. En ese: ¡Viva Andalucía libre!
La importancia de esta fecha radica, no obstante, por un lado en que es la primera vez en que se tiene constancia escrita de la utilización de dicha expresión en tiempos contemporáneos y, por otro, en la significativa circunstancia de que se produjese en el contexto de una jornada reivindicativa de trabajadores. Ambas subrayan dos hechos incuestionables. Que la reclamación nacional andaluza no es un “invento” reciente, carente de pasado, de contenidos, y mera imitación de otros movimientos similares. Y que la lucha por la liberación de Andalucía siempre ha ido de la mano, al unísono, con la de la liberación social de nuestro pueblo. Ni el soberanismo andaluz carece de base e historia, ni ha sido o puede ser interclasista, separable o diferenciable del combate de emancipación de nuestra Clase Obrera. Nace desde una perspectiva antiburguesa, anticapitalista y revolucionaria, y solo a través de ella adquiere sentido y tiene futuro.
Hoy, como en aquella otra fecha ya reseñada de principios del siglo XX, nuestra tierra está inmersa en una grave crisis económica, consecuencia de las contradicciones inherentes al propio Sistema, y el Pueblo Trabajador Andaluz está sufriendo sus amargas consecuencias. Y hoy, como entonces, el grito de ¡viva Andalucía libre! sintetiza la alternativa global. Porque sin la conquista de nuestra libertad colectiva, sin la previa posesión de nuestra soberanía nacional, sin ser dueños absolutos de nuestro presente y determinadores en exclusividad de nuestro futuro, cualquier intento de transformación radical de nuestra realidad política, social o económica está condenada al fracaso. Ni puede haber un Pueblo Trabajador Andaluz libre o una Clase Obrera triunfante en una Andalucía negada, ocupara y oprimida, ni una Andalucía libre con un Pueblo Trabajador Andaluz bajo la esclavitud asalariada de la explotación capitalista.
Por todo ello, en el día en que se conmemora el grito de libertad andaluz que todo lo aúna, Nación Andaluza reitera, una vez más, su llamamiento a la unidad de acción de toda la izquierda nacional y revolucionaria socio-política andaluza, en torno al objetivo común, básico y prioritario, de lucha por la recuperación de nuestra tierra y nuestra libertad. Contra el neocolonialismo capitalista y neofranquista españolista. Por la ruptura democrática y el establecimiento de una República Andaluza de Trabajadores.
¡Viva Andalucía libre!
¡Viva la República Andaluza de Trabajadores!
¡Por la independencia y el socialismo!