En el invierno de 1941 – 1942, la ciudad de Leningrado se encontraba asediada por las fuerzas ocupantes del ejército nazi. El hambre y el frío dibujaban un panorama trágico y oscuro. Aún así, la vida no se paró. Con la ciudad completamente rodeada por el ejército alemán, la moral de sus habitantes se hacía imprescindible para obtener la victoria en aquellas duras condiciones. En este aspecto jugaron un importante papel los artistas e intelectuales de la ciudad, que supieron cumplir con la responsabilidad que les imponía la historia.
La radio no dejó de emitir ni un sólo minuto. En la Academia de Bellas Artes, los artistas trabajaban casi a oscuras y con un intenso frío. Durante los casi 900 días de asedio, la actividad de los artistas se intensificó notablemente con sorprendente energía y pasión.
La Unión de Artistas de Leningrado, no sólo aportó hombres al ejército, si no que se encargaron de la protección y el camuflaje de importantes edificios. Cada mañana aparecían nuevas pintadas y dibujos en las calles llamando a la resistencia. Los dibujantes ilustraban los periódicos, así como los carteles pegados en las paredes.
El hambre y los bombardeos se llevaron a más de un centenar de artistas. Otros fueron evacuados por la carretera de hielo que cruzaba el lago Ladoga. Apenas 80 miembros de la Unión de artistas permanecían en Leningrado, cuando deciden reunirse en un edificio para pintar, discutir etc. Es a principios de 1942, cuando se produce todo una explosión artística e intelectual en mitad del caos. En ese momento la Unión de Artistas comienza a realizar exposiciones permanentes y móviles (llevando el arte a los hospitales, unidades militares etc.)
El 12 de enero de 1943, el Ejército Rojo comandado por Voroshilov y Zhukov, iniciaba la «Operación Iskra» con el objetivo de romper el cerco de la ciudad. El 18 de enero, los soviéticos conseguían estabilizar un corredor que unía la ciudad con el exterior. Desde ese momento, suministros de todo tipo pudieron abastecer a Leningrado. La alegría se disparaba. Aunque los bombardeos continuasen, por lo menos el hambre desapareció desde aquel día. La posibilidad de vencer al enemigo es vista por los artistas, que harán todo lo posible porque se haga realidad.
En mayo de 1943, se inaugura la Exposición de Primavera de los Artistas de Leningrado. La fe en la victoria era ya infinita. A pesar de que los nazis estaban a las puertas de la ciudad, a pesar de los bombardeos, a pesar de todas las calamidades que acababan de superar, los habitantes de la ciudad estaban convencidos de la victoria de sus defensores.
Que este artículo sirva para homenajear no sólo a los valientes soldados que combatieron para romper el cerco de Leningrado, si no a los artistas que mantuvieron alta la moral en unos difíciles momentos. No sólo en Leningrado, los artistas e intelectuales jugaron siempre un papel fundamental en la Guerra que los soviéticos libraron contra el nazismo. A continuación algunas de las obras hechas en el cerco de aquella ciudad.