Res Públi­ca, entre­vis­ta a Arnal­do Otegi

La revis­ta jurí­di­ca RES PUBLICA ha rea­li­za­do una entre­vis­ta a Arnal­do Ote­gi en pri­sión. En ella, y con­ven­ci­do de que «la mayo­ría de este pue­blo es pro­gre­sis­ta», Ote­gi rei­vin­di­ca como «nece­sa­ria» la inde­pen­den­cia de este país en un con­tex­to pací­fi­co y sin inje­ren­cias, pro­cla­ma la posi­bi­li­dad de «arti­cu­lar mayo­rías pro­gre­sis­tas y aber­tza­les», y envía un cla­ro men­sa­je a la orga­ni­za­ción arma­da: «El con­jun­to de agen­tes del país, incluí­da ETA, ten­drán que ver qué tipo de apor­ta­ción pue­den hacer para que el pro­ce­so demo­crá­ti­co pue­da desarrollarse».

Pre­gun­ta.- El Tri­bu­nal de Estras­bur­go ha dado ya el car­pe­ta­zo a la ile­ga­li­za­ción de Bata­su­na, dan­do así por bue­na la Ley de Par­ti­dos. ¿A qué atri­bu­ye esta deci­sión? ¿Está la jus­ti­cia en la Unión Euro­pea tan poli­ti­za­da como lo está en el Esta­do español?

Res­pues­ta.- En pri­mer lugar debe­mos seña­lar que si bien es cier­to que nos ha decep­cio­na­do pro­fun­da­men­te dicha deci­sión tam­po­co es una deci­sión que no nos espe­rá­se­mos. Nos ha decep­cio­na­do, en pri­mer lugar, por­que jurí­di­ca­men­te es una sen­ten­cia pobre, poco fun­da­men­ta­da y que ha sor­pren­di­do por su esca­sa cons­truc­ción jurí­di­ca a muchos pro­fe­sio­na­les del dere­cho, hecho que no es habi­tual en la Cor­te. Ésto y el hecho de que no fue­se acep­ta­da para ser tra­ta­da por la Gran Sala, a pesar de que fue­se la pro­pia Sala que dic­tó reso­lu­ción en el pro­ce­di­mien­to la que con­si­de­ró en su día el posi­ble tras­la­do de la cau­sa a la Gran Sala por su impor­tan­cia (a lo que se opu­so el Rei­no de Espa­ña) nos lle­va a con­si­de­rar que ha habi­do enor­mes pre­sio­nes por par­te del Esta­do que han podi­do influir en la deci­sión. Ya sabe­mos que para el Esta­do espa­ñol el con­flic­to polí­ti­co vas­co es la prin­ci­pal cues­tión de Esta­do inclu­so a nivel inter­na­cio­nal. Ade­más el Esta­do espa­ñol no es un Esta­do que se carac­te­ri­ce por su res­pe­to hacia ins­ti­tu­cio­nes inter­na­cio­na­les y los prin­ci­pios de inde­pen­den­cia de pode­res, jus­ti­cia etc. El per­fil de las per­so­nas que sue­le nom­brar como jue­ces en la Cor­te lo ates­ti­gua: el actual juez con ante­rio­ri­dad a ser nom­bra­do había cola­bo­ra­do con el PSOE, o la Fun­da­ción para la Liber­tad. Y su pre­de­ce­sor había sido antes repre­sen­tan­te del Esta­do en la Cor­te. Cier­ta­men­te no es que nom­bre a jue­ces de reco­no­ci­do pres­ti­gio e impar­cia­li­dad para ejer­cer el car­go como es el caso de otros esta­dos con amplio reco­rri­do demo­crá­ti­co. El hecho de que ade­más no se sien­ta vin­cu­la­do a las deci­sio­nes de la Cor­te, como lo acre­di­tan nume­ro­sas sen­ten­cias con­de­na­to­rias, reafir­ma este esca­so respeto.

Pero no es nada nue­vo, lo mis­mo pasa con las Nacio­nes Uni­das en rela­ción a las reso­lu­cio­nes que dic­tan sus orga­nis­mos, como ha sido el caso de Kar­me­lo Lan­da, o los infor­mes de diver­sos rela­to­res o el Comi­te de DDHH.

Por otro lado debe­mos reco­no­cer que no era el mejor momen­to a nivel inter­na­cio­nal. No hay más que ver la deri­va secu­ri­ta­ria que viven muchos pai­ses y que está influ­yen­do en todos los sen­ti­dos en las diver­sas ins­ti­tu­cio­nes inter­na­cio­na­les que velan por los dere­chos huma­nos. La sen­ten­cia es una mala noti­cia en gene­ral, creo yo, para todos aque­llos que defien­den los dere­chos huma­nos y las liber­ta­des bási­cas y ten­drá con­se­cuen­cias nega­ti­vas como ya lo esta­mos vien­do en las reite­ra­das refe­ren­cias a la sen­ten­cia que por par­te de los tri­bu­na­les tur­cos se vie­nen rea­li­zan­do para jus­ti­fi­car la ile­ga­li­za­ción del DTP, por ejemplo.

P.- Ile­ga­li­za­da. Sin poder reu­nir­se ni con­vo­car mani­fes­ta­cio­nes. Impe­di­da de pre­sen­tar­se a las elec­cio­nes. La situa­ción de la izquier­da aber­tza­le es real­men­te difi­cil en esta coyun­tu­ra his­tó­ri­ca. ¿Cuán­ta par­te de res­pon­sa­bi­li­dad tie­ne en ello la pro­pia estra­te­gia de la izquier­da abertzale?

R.- Mucha. Muchi­si­ma res­pon­sa­bi­li­dad. Y no hay más que remon­tar­se en los años para dar­se cuen­ta que los pro­ce­sos de ile­ga­li­za­ción con­tra la izquier­da aber­tza­le y su cri­mi­na­li­za­ción comien­zan ya con el com­pro­mi­so de Herri Bata­su­na de dar a cono­cer, por con­si­de­rar­lo de gran impor­tan­cia, la Alter­na­ti­va Demo­cra­ti­ca, que venía a seña­lar que, en defi­ni­ti­va, corres­pon­día a la ciu­da­da­nía vas­ca por medio de las fuer­zas polí­ti­cas que le repre­sen­tan el lle­gar a acuer­dos sobre las bases del con­flic­to, acuer­dos que debe­rían ser res­pe­ta­dos por todos. Y son las ini­cia­ti­vas polí­ti­cas para pro­mo­ver el pro­ce­so de diá­lo­go y nego­cia­ción de bases demo­cra­ti­cas como el acuer­do de Liza­rra Gara­zi las que lle­van al Esta­do a pro­ce­der a la repre­sión e ile­ga­li­za­ción de la izquier­da aber­tza­le. Por­que el Esta­do sabe que la mis­ma es el motor del cam­bio polí­ti­co del país. Cuan­to más pro­pues­tas de solu­ción del con­flic­to ha veni­do ponien­do la izquier­da aber­tza­le sobre la mesa, más repre­sión y endu­re­ci­mien­to del Esta­do. Suce­dió con las deten­cio­nes en el ante­rior pro­ce­so de paz y suce­dió hace esca­sa­men­te meses. Ya nos los decía un com­pa­ñe­ro y ami­go suda­fri­cano, “cuan­to más racio­na­les sean vues­tras pro­pues­tas, más irra­cio­nal será la res­pues­ta del Esta­do”. Pero noso­tros segui­re­mos cum­plien­do con el com­pro­mi­so que tene­mos con este país, el de dar­le solu­cio­nes al con­flic­to que pade­ce­mos, por el que en el futu­ro poda­mos con­fron­tar las diver­sas opcio­nes del país de mane­ra demo­crá­ti­ca e igua­li­ta­ria: que los inde­pen­den­tis­tas poda­mos no sólo defen­der, sino mate­ria­li­zar nues­tros pro­gra­mas si esa es la volun­tad de la mayo­ría del país, y que los unio­nis­tas cons­ti­tu­cio­na­lis­tas que deseen man­te­ner­se uni­dos al Esta­do espa­ñol tam­bién pue­dan hacer­lo si esa es la volun­tad del país.

P.- La mani­fes­ta­ción de Donos­tia demos­tró que son muy amplios los sec­to­res de la socie­dad vas­ca que recha­zan esa ley y recha­zan la mar­gi­na­ción de la izquier­da aber­tza­le. ¿Cuá­les son, en su opi­nión, los pasos que debe­rían dar­se a par­tir de ahora?

R.- La socie­dad vas­ca sabe que no se pue­de mar­gi­nar a amplí­si­mos sec­to­res de la mis­ma y entien­de la natu­ra­le­za polí­ti­ca del con­flic­to y la nece­si­dad de resol­ver­la a tra­vés del diá­lo­go y la nego­cia­ción. En este sen­ti­do noso­tros veni­mos dicien­do que las con­di­cio­nes para el cam­bio polí­ti­co están dadas en el país. Aho­ra hay que mate­ria­li­zar ese cam­bio polí­ti­co median­te un pro­ce­so demo­crá­ti­co. Un pro­ce­so demo­crá­ti­co que, desa­rro­lla­do en ausen­cia total de vio­len­cia e inje­ren­cias, haga posi­ble el alcan­zar un nue­vo esce­na­rio en el que todos los pro­yec­tos como ya he dicho sean no sólo defen­di­bles sino mate­ria­li­za­bles. Un mar­co en el que sea­mos los vas­cos los que deci­da­mos libre­men­te el modo de rela­ción inter­na del con­jun­to de los terri­to­rios del país, que debe­rá basar­se en la acep­ta­ción de los ciu­da­da­nos de dichos terri­to­rios, así como la rela­ción que desea­mos man­te­ner como pue­blo con el exte­rior. Eso es lo que hay que poner en mar­cha, el pro­ce­so demo­crá­ti­co. Y en este sen­ti­do con­si­de­ra­mos que su pues­ta en mar­cha no pue­de estar en manos del Esta­do, como un ejer­ci­cio de veto. Sin el Esta­do será más difi­cil, pero la pues­ta en mar­cha del mis­mo depen­de sólo de la capa­ci­dad que ten­ga­mos de acu­mu­lar fuer­zas e ilu­sión popu­lar. De saber per­ci­bir, y creo que lo esta­mos hacien­do, lo que la mayo­ría popu­lar y demo­crá­ti­ca de este país deman­da de la izquier­da aber­tza­le, para que, jun­to con otras fuer­zas polí­ti­cas y socia­les, lle­ve­mos al país a un nue­vo escenario.

P.- ¿Cuá­les fue­ron las cau­sas de fon­do que die­ron al tras­te con las últi­mas con­ver­sa­cio­nes para la paz? ¿Qué res­pon­sa­bi­li­dad cabe acha­car al PSOE y cuál a ETA? El pro­ce­so de Anoe­ta, ¿fra­ca­só por mez­clar­se la Mesa polí­ti­ca y la Mesa técnica?

R.- Como casi en todos estos pro­ce­sos los moti­vos no son úni­cos y no ata­ñen exclu­si­va­men­te a una de las par­tes. Todos habre­mos come­ti­do erro­res. Aún así, creo que el Esta­do empe­zó muy mal aquel pro­ce­so incum­plien­do lo acor­da­do con ETA, crean­do situa­cio­nes don­de en vez de pro­mo­ver con­fian­za hacía todo lo con­tra­rio, no habien­do pre­vis­to ni desa­rro­lla­do una polí­ti­ca diri­gi­da a expli­car a su país el pro­ce­so, no tra­ba­jan­do para que el mis­mo se enten­die­se y actuan­do en base a encues­tas dia­rias y ante pre­sio­nes. Entien­do que el Esta­do no hizo sus debe­res, y eso, como digo, en vez de ir crean­do con­fian­za la fue des­tru­yen­do. No fui­mos ade­más capa­ces de cons­truir un dia­lo­go entre par­ti­dos más allá de las reunio­nes secre­tas de Loio­la y el tra­ba­jo pre­vio para ello. Vol­vió a suce­der lo que muchas veces suce­de en estos casos: la impa­cien­cia se adue­ña de las par­tes, hay nece­si­dad de ver avan­ces, y, cla­ro, si lo que se ven son incum­pli­mien­tos, pues esto mina el pro­ce­so y al final colapsa.

Creo que es nece­sa­rio esta­ble­cer bases sóli­das para que un pro­ce­so avan­ce, debe haber un ambien­te jurí­di­co polí­ti­co pro­pi­cio para ello, unas con­di­cio­nes míni­mas, y si eso no se da y uno está a expen­sas de la deci­sión que pue­da tomar o no un juez las cosas se com­pli­can. Debe haber, asi­mis­mo, mucha comu­ni­ca­ción con las bases y la socie­dad por par­te de todos los acto­res. Debe haber sin­ce­ri­dad, hones­ti­dad y un tra­ba­jo por el que mutua­men­te vaya­mos cons­tru­yen­do el pro­ce­so y la solu­ción. Si el pro­ce­so se plan­tea en tér­mi­nos de «yo gano, tú pier­des», se des­tru­ye, hay que crear esce­na­rios en don­de todos gane­mos. Y esto es nece­sa­rio expli­cár­se­lo a la socie­dad. Se nece­si­ta visión de país y de Esta­do para resol­ver este tipo de pro­ble­mas, y si se está miran­do en todo momen­to a cómo pue­de afec­tar en las pre­vi­sio­nes elec­to­ra­les, en las encues­tas, se empie­zan a hacer cosas raras e inen­ten­di­bles. Y por otro lado se nece­si­ta tam­bién pacien­cia. Mucha pacien­cia. Los blo­queos que se dan en este tipo de pro­ce­sos es nece­sa­rio sol­ven­tar­los con pacien­cia y mucho tra­ba­jo, sin tirar la toa­lla o decir que no hay nada que hacer. Como dicen los irlan­de­ses, hay que seguir peda­lean­do en la bici­cle­ta por­que en el momen­to en que paras de peda­lear te caes. En defi­ni­ti­va, todos tene­mos mucho que apren­der, pero si hay volun­tad todo es posible.

P.- Un rumor afir­ma que usted ha esta­do a pun­to de deci­dir el aban­dono de la acti­vi­dad polí­ti­ca. ¿Es cier­to? ¿Se lo ha plan­tea­do algu­na vez?

R.- Ya he mani­fes­ta­do que mien­tras ten­ga fuer­zas y viva con­ti­nua­ré tra­ba­jan­do por el pro­yec­to estra­té­gi­co de la izquier­da aber­tza­le: un país libre de hom­bres y muje­res libres. Es decir, una repú­bli­ca vas­ca inde­pen­dien­te basa­da en la jus­ti­cia social. Y aun­que este­mos cada vez más cer­ca de ello, que­da toda­vía mucho por hacer, por lo que veo el reti­ro como algo muy lejano.

P.- Se obser­van cier­tos cam­bios en el len­gua­je uti­li­za­do por la izquier­da aber­tza­le. Por ejem­plo, mien­tras que antes se defi­nía a ésta como repre­sen­ta­ción del pue­blo vas­co, aho­ra se habla de “una par­te de un grue­so ciu­da­dano”. Estos cam­bios ¿son refle­jo de una estra­te­gia dife­ren­te com­par­ti­da por toda la izquier­da abertzale?

R.- Entien­do que la crí­ti­ca que se hace a la izquier­da aber­tza­le es una crí­ti­ca que hacién­do­la exten­si­ble al con­jun­to de las fuer­zas polí­ti­cas del país es real. Es decir, des­gra­cia­da­men­te el con­jun­to de fuer­zas polí­ti­cas habla­mos siem­pre con dema­sia­da faci­li­dad de ser repre­sen­tan­tes del pue­blo o sus por­ta­vo­ces. Sien­do esto así, no es menos cier­to que la izquier­da aber­tza­le vie­ne en los últi­mos años rea­li­zan­do plan­tea­mien­tos bási­cos para el con­jun­to del país, pro­pues­tas refe­ri­das al pro­ce­so y mar­cos demo­crá­ti­cos, pro­pues­tas inclu­si­vas y no exclu­yen­tes, pro­pues­tas por las que se esta­blez­ca en el país un mar­co jurí­di­co-polí­ti­co igua­li­ta­rio para todos. Des­de ese pun­to de vis­ta, lejos de mesia­nis­mos o diri­gis­mos, la izquier­da aber­tza­le vie­ne ofer­tan­do pro­pues­tas de cons­truc­ción de país, de inte­gra­ción. Pro­pues­tas y estra­te­gias cla­ra­men­te com­par­ti­das por el con­jun­to de la izquier­da abertzale.

P.- Díga­nos cla­ra­men­te cuá­les son los pasos que debe­ría dar, en su opi­nión, la izquier­da aber­tza­le en el futu­ro próximo.

R.- Los pasos a dar entien­do vie­nen deter­mi­na­dos ya en el docu­men­to de deba­te de la izquier­da aber­tza­le que des­pués de ser deba­ti­do barrio a barrio, pue­blo a pue­blo, ha obte­ni­do el res­pal­do de una inmen­sa mayo­ría de nues­tras bases. Es nece­sa­rio arti­cu­lar y poner en mar­cha un pro­ce­so demo­crá­ti­co por par­te del con­jun­to de fuer­zas demo­crá­ti­cas del país, por el cual los vas­cos y vas­cas median­te el diá­lo­go y la nego­cia­ción poda­mos pasar del actual esce­na­rio ago­ta­do a un nue­vo mar­co de carác­ter demo­crá­ti­co en el que todas las opcio­nes, inclui­da la inde­pen­den­tis­ta, pue­dan ser no sólo defen­di­bles, sino mate­ria­li­za­bles. Un nue­vo mar­co en el que esté en manos de la ciu­da­da­nía vas­ca deci­dir el modo de rela­ción que desea esta­ble­cer en su seno, así como el modo de rela­ción que desea man­te­ner con los esta­dos. Un pro­ce­so demo­crá­ti­co que ser­vi­rá para fina­li­zar el con­flic­to actual y que, por supues­to, ten­drá que dar res­pues­ta asi­mis­mo a las gra­ves con­se­cuen­cias que el con­flic­to ha gene­ra­do. Enten­de­mos que para ello la meto­do­lo­gía esta­ble­ci­da en Anoe­ta es vali­da, así como son váli­dos y habrá que desa­rro­llar los avan­ces rea­li­za­dos en Loiola.

Pero para que esto sea posi­ble es nece­sa­rio tam­bién que los inde­pen­den­tis­tas y pro­gre­sis­tas del país esta­blez­ca­mos una alian­za estra­té­gi­ca que tra­ba­je por el pro­ce­so demo­crá­ti­co des­de una pres­pec­ti­va níti­da­men­te inde­pen­den­tis­ta. No por­que ese sea el obje­ti­vo del pro­ce­so demo­crá­ti­co (la inde­pen­den­cia), sino por­que des­de el ini­cio debe que­dar cla­ro que el con­jun­to de visio­nes y opcio­nes del país debe tener refle­jo en el Acuer­do Demo­crá­ti­co, por el que todos los pro­yec­tos polí­ti­cos ten­gan las mis­mas opcio­nes de materializarse.

Ade­más, es nece­sa­rio arti­cu­lar un movi­mien­to amplio trans­ver­sal que luche y se opon­ga al actual recor­te de liber­ta­des bási­cas, y que vaya paso a paso res­tau­ran­do el esce­na­rio demo­crá­ti­co. Un movi­mien­to que luche por los dere­chos de reu­nión, aso­cia­ción, par­ti­ci­pa­ción polí­ti­ca, fin de la tor­tu­ra, repa­tria­ción de los pre­sos y su pues­ta en liber­tad etc… Un movi­mien­to por el res­ta­ble­ci­mien­to de las liber­ta­des públi­cas bási­cas que han sufri­do una regre­sión impor­tan­tí­si­ma en este país y que es nece­sa­rio res­ti­tuir para que el pro­ce­so demo­crá­ti­co lle­gue a puerto.

P.- ¿Está la izquier­da aber­tza­le dis­pues­ta a com­pro­me­ter­se con un pro­ce­so de paz bajo la pre­mi­sa del pre­vio aban­dono por par­te de ETA de la lucha armada?

R.- La izquier­da aber­tza­le esta abso­lu­ta­men­te com­pro­me­ti­da con un pro­ce­so de paz que noso­tros adje­ti­va­mos como demo­crá­ti­co, y lo hace­mos sin pre­mi­sa o pre­con­di­ción algu­na den­tro del pro­ce­so demo­crá­ti­co, que ha de desa­rro­llar­se por vías exclu­si­va­men­te polí­ti­cas y demo­crá­ti­cas. La izquier­da aber­tza­le tie­ne una deci­sión cla­ra al res­pec­to, y ha que­da­do acre­di­ta­do tan­to en la Decla­ra­ción de Altsa­su como en la apro­ba­ción del docu­men­to de deba­te. El con­jun­to de agen­tes del país, incluí­da ETA, ten­drán que ver qué tipo de apor­ta­ción pue­den hacer para que el pro­ce­so demo­crá­ti­co pue­da desa­rro­llar­se y alcan­zar los obje­ti­vos que per­si­gue. Pero reite­ro que nues­tra volun­tad es fir­me en la apues­ta por el pro­ce­so demo­crá­ti­co en las con­di­cio­nes des­cri­tas de ausen­cia de todo tipo de vio­len­cia e injerencia.

P.- ¿Y está dis­pues­ta a pagar su “pre­cio por la paz” en for­ma de opo­si­ción o esci­sión de aque­llos sec­to­res que siguen con­ven­ci­dos de que cual­quier pro­ce­so de paz via­ble pre­ci­sa de la direc­ción de ETA y de la doble vía polí­ti­co-mili­tar para ase­gu­rar su buen fin?

R.- Ya diji­mos en el ante­rior pro­ce­so que con­cep­tos como “pre­cio por la paz” no son ade­cua­dos, pues tie­nen una car­ga nega­ti­va. Res­pec­to a la pre­gun­ta, está cla­ro cuál ha sido la res­pues­ta de la amplia mayo­ría de las bases socia­les de la izquier­da aber­tza­le la que ha defi­ni­do las bases y prin­ci­pios del pro­ce­so que debe­mos echar a andar. Por tan­to, los pará­me­tros de deba­te y con­clu­sión no se corres­pon­den con los de la pre­gun­ta. De ahí que no es nece­sa­rio tra­tar sobre situa­cio­nes que cier­ta­men­te no creo se den ni lle­guen a darse.

P.- ¿Quié­nes inte­gra­rían ese “polo sobe­ra­nis­ta” por el que, al pare­cer, apues­ta al menos una par­te de la izquier­da aber­tza­le? No pare­ce que, ade­más de EA, pudie­ran inte­grar­lo otras for­ma­cio­nes polí­ti­cas vas­cas, ¿no? ¿Debe­ría estar ahí tam­bién la mayo­ría sin­di­cal vasca?

R.- El polo sobe­ra­nis­ta no es un con­jun­to cerra­do de siglas. El polo sobe­ra­nias­ta o como lle­gue a deno­mi­nar­se hace refe­ren­cia al con­jun­to de fuer­zas y sec­to­res del país que creen cla­ra­men­te que la solu­ción a los pro­ble­mas del país, que las nece­si­da­des de futu­ro del país pasan por cons­ti­tuir­se en un Esta­do, una repú­bli­ca inde­pen­dien­te en Euro­pa, como lo tie­nen pre­vis­to hacer los esco­ce­ses, los groen­lan­de­ses, cata­la­nes o fla­men­cos. Corres­pon­de a las diver­sas fuer­zas polí­ti­cas, sin­di­ca­les y socia­les del país defi­nir­se sobre dón­de se sitúan res­pec­to a estos pos­tu­la­dos, sobre si lo que bus­can es una mera refor­ma esta­tu­ta­ria o creen que lo que hay que cons­truir es el esce­na­rio que haga posi­ble la indepn­den­cia. Las fuer­zas sin­di­ca­les del país tie­nen tam­bién mucho que decir. Es nece­sa­rio acti­var al pue­blo vas­co de izquier­das, al con­jun­to de sec­to­res pro­ge­sis­tas del país en el tra­ba­jo para alcan­zar la ple­na sobe­ra­nía que haga posi­ble igual­men­te un repar­to ade­cua­do de las rique­zas del país, y ahí la mayo­ría sin­di­cal tie­ne mucho que decir.

P.- ¿Pien­sa usted que, dada la actual corre­la­ción de opi­nio­nes y fuer­zas en Eus­ka­di, la inde­pen­den­cia es sim­ple­men­te posi­ble o inclu­so deseable?

R.- No sólo creo que es posi­ble y desea­ble creo que es nece­sa­ria. Tene­mos un país que, no sólo por razo­nes his­tó­ri­cas que son impor­tan­tes sino sobre todo por razo­nes de futu­ro, nece­si­ta la inde­pen­den­cia. Para que poda­mos desa­rro­llar con ple­na capa­ci­dad nues­tra iden­ti­dad, nues­tra len­gua, nues­tra cul­tu­ra, nece­si­ta­mos de ins­tru­men­tos sobe­ra­nos. Asi­mis­mo, el mun­do glo­ba­li­za­do que vivi­mos, la Euro­pa que vie­ne cons­tru­yén­do­se, y que, como hemos seña­la­do, nos nos com­pla­ce en cuan­to a obje­ti­vos y tér­mi­nos, deja cla­ro que sólo los pue­blos sobe­ra­nos con capa­ci­dad de deci­dir e inci­dir con voz pro­pia para el con­jun­to de pro­ble­mas que les ata­ñe pue­den sub­sis­tir. No es de estra­ñar que esco­ce­ses, fla­men­cos, cata­la­nes, Islas Feroe o Groen­lan­dia vean la nece­si­dad de ser inde­pen­dien­tes, sobe­ra­nos, y poder así inci­dir en las polí­ti­cas glo­ba­les que les afec­ten. Los vas­cos nece­si­ta­mos del mis­mo modo ser sobe­ra­nos, tener voz pro­pia en el con­cier­to de nacio­nes, defen­der nues­tros intere­ses, desa­rro­llar las polí­ti­cas que cree­mos son las más ade­cua­das para el desa­rro­llo de nues­tro pue­blo. Y para ello la inde­pen­den­cia es no sólo desea­ble sino necesaria.

P.- Si se con­for­ma ese polo sobe­ra­nis­ta, y tenien­do en cuen­ta que PSE y PP ya están actuan­do con­jun­ta­men­te como blo­que, ¿se corre­ría el ries­go de crear una divi­sión civil en Eus­kal Herria?

R.- ¿Por qué? En Esco­cia no hay una divi­sion civil, tam­po­co en Feroe o Flan­dria, ni en Que­bec. ¿Por qué pue­de haber una divi­sión civil en el país al con­for­mar­se un polo sobe­ra­nis­ta o inde­pen­den­tis­ta y no lo hay aho­ra cuan­do tene­mos un mar­co jurí­di­co que no satis­fa­ce la volun­tad de la mayo­ría del país? Si esta­ble­ce­mos unas reglas demo­crá­ti­cas de jue­go por el que este pue­blo sea lo que la mayo­ría del mis­mo desee, no entien­do por qué debe haber divi­siòn o frac­tu­ra civil. Yo estoy dis­pues­to a acep­tar que, si la mayo­ria del país desea con­ti­nuar uni­da al Esta­do espa­ñol, esto sea así, y por ello no se pro­du­ci­ría nin­gu­na frac­tu­ra, sin más con­ti­nua­ría tra­ba­jan­do para con­ven­cer a mis com­pa­trio­tas, pero nada más. Al fin y al cabo es ahí don­de se verá el per­fil demo­crá­ti­co de cada uno.

P.- ¿Cómo cali­fi­ca­ría la labor que está hacien­do el PSE, con el apo­yo del PP, en el Gobierno Vas­co? ¿Y la del PNV?

R.- El PSE sabe que el suyo es un gobierno ile­gí­ti­mo, naci­do de una situa­ción cla­ra­men­te anti­de­mo­crá­ti­ca, con­tra­rio a la reali­dad socio­ló­gi­ca del país y sus­ten­ta­do ade­más en un acuer­do anti­na­tu­ra que úni­ca­men­te se entien­de des­de una pers­pec­ti­va de razón de Esta­do. Los sec­to­res cons­ti­tu­cio­na­lis­tas unio­nis­tas del país no tie­nen pro­ble­ma en aban­do­nar todas sus diver­gen­cias con el obje­ti­vo, tan­to en la CAV como en la CFN, pro­mo­ver polí­ti­cas de asi­mi­la­ción y domes­ti­ca­ción. Y con ese obje­ti­vo, y por ese obje­ti­vo, hoy día son ade­más los úni­cos que defien­den los mar­cos esta­tu­ta­rios esta­ble­ci­dos con el obje­ti­vo de retra­sar lo máxi­mo posi­ble lo que en tér­mi­nos his­tó­ri­cos saben que es inevi­ta­ble, que un día los vas­cos y las vas­cas deci­di­re­mos libre­men­te el cons­ti­tuir­nos en Esta­do pro­pio. Al PNV, ago­ta­do el Esta­tu­to, se le acer­ca la hora de deci­dir sobre cúal es en reali­dad su pro­yec­to his­tó­ri­co, si es el vivir cómo­dos en Espa­ña o si optan por vol­ver a sus orí­ge­nes fun­da­cio­na­les. Pero es una deci­sión que ellos deben tomar y expli­cár­se­la a sus bases, no es nues­tro pro­ble­ma; noso­tros tene­mos un pro­yec­to cla­ro de país que ofrecer.

P.- ¿Obser­va sín­to­mas de dere­chi­za­ción y aco­mo­da­mien­to en la socie­dad vas­ca? ¿Qué futu­ro tie­nen las opcio­nes de izquier­da y aber­tza­les en este contexto?

R.- Es cier­to que en el actual con­tex­to de blo­queo pue­da pare­cer que hay una dere­chi­za­ción en el país, pero yo estoy con­ven­ci­do de que la mayo­ría de este país, de este pue­blo, es pro­gre­sis­ta, con valo­res de fra­ter­ni­dad, de jus­ti­cia social, de tra­ba­jo comu­nal muy enrai­za­dos. Hay un pue­blo de izquier­das en sen­ti­do amplio que es mayo­ri­ta­rio. Y estoy con­ven­ci­do de que, si por medio del pro­ce­so demo­crá­ti­co somos capa­ces de lle­var este pue­blo a otro esce­na­rio, se verá que las opcio­nes socia­les y poli­ti­cas de cam­bio tie­nen amplí­si­mo res­pal­do en el país. Que hay posi­bi­li­da­des de arti­cu­lar mayo­rías pro­gre­sis­tas y abertzales.

P.- Si usted empe­za­ra un dis­cur­so con la fra­se de Mar­tin Luther King “He teni­do un sue­ño…”, ¿cómo lo describiría?

R.- Pues cier­ta­men­te no sería un sue­ño que dife­rie­se mucho del sue­ño de Mar­tin Luther King, qui­zás sin remi­nis­cen­cias reli­gio­sas pero en el fon­do muy pare­ci­do. Deseo como Luther King que algún día los opre­so­res y los opri­mi­dos “nos sen­te­mos jun­tos en la mesa de la fra­ter­ni­dad”. Que “la nación se pusie­ra en pie y sos­tu­vie­se que todos los hom­bres y muje­res son igua­les”. Que el país “se tras­for­ma­se en un oasis de liber­tad y jus­ti­cia”. “Que la liber­tad sue­ne y lle­gue el día en el que todos sea­mos capa­ces de jun­tar las manos y can­tar las pala­bras del vie­jo espi­ri­tual negro “Al fin libres, Al fin libres. Somos al fin libres.” Al fin y al cabo pue­den cam­biar las for­mas, los obje­ti­vos con­cre­tos, pero en el fon­do todos los opri­mi­dos bus­ca­mos lo mis­mo: la libertad.

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