El asunto de los nuevos escáneres no sólo está generando un debate respecto a los riesgos para la salud y la privacidad de la ciudadanía. Como sucediera con Donald Rumsfeld (secretario de Defensa con Bush y años antes con Ford) y la venta de Tamiflu tras el despliegue del marketing del miedo realizado con la gripe A y la aviar, de nuevo un ex alto cargo del Gobierno de Bush se beneficia aportando soluciones ante las nuevas amenazas para la seguridad. En este caso se trata de Michael Chertoff, secretario de Seguridad Nacional de la última Administración de Bush. Según el diario The Boston Globe, en los aeropuertos de EE UU ya funcionan 150 de estos escáneres corporales. Todos ellos comprados por unos 25 millones de dólares a la empresa líder mundial en este tipo de aparatos, Rapiscan Systems. Después del supuesto intento de atentado en Detroit el pasado 25 de diciembre, se ha previsto instalar 300 más, y todo parece indicar que Rapiscan también venderá bastantes en el resto del mundo si se generaliza el uso de los mismos. Cada escáner cuesta casi 200.000 euros. Rapiscan es el principal cliente de Chertoff Group, la consultora privada sobre temas de seguridad fundada por Michael Chertoff. El equipo directivo de esta asesoría también incluye a Michael V. Hayden, ex director de la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense. Pocos días después del intento de ataque, Chertoff hizo media docena de apariciones en distintos medios, ya no sólo para insistir en la necesidad de más seguridad en los aeropuertos, sino con el objetivo de subrayar que “si se hubieran empleado los escáneres, se habrían detectado este tipo de dispositivos”. “Nos comprometemos a proporcionar a nuestros clientes los mejores evaluadores de riesgos y servicios de gestión de crisis, diseñados para hacer frente a los más acuciantes problemas de seguridad de hoy en día”, escribe Chertoff en la web de su empresa. En este sitio web también se constata que Chertoff Group mantiene una estrecha alianza con la firma de relaciones públicas Burson-Marsteller, que ha representado a varias entidades asociadas con actividades llevadas a cabo por la CIA, como Blackwater. Por lo que parece, la rápida aparición de Chertoff en los medios ofreciendo soluciones no fue algo espontáneo. Sistemas menos invasivos Algunos expertos creen que hay sistemas más simples, menos invasivos y más económicos que los escáneres. Según la organización de defensa de los consumidores Flyersrights, estudios realizados por Kenneth G. Furton, del Instituto de Investigaciones Forenses de la Universidad de Florida, parecen demostrar la fiabilidad de los perros en la detección de explosivos. El escáner corporal, aunque puede representar el cuerpo desnudo de una persona con mucho detalle, no puede detectar los objetos ocultos en cavidades del cuerpo. Por último, aunque el joven detenido, Abdul Farouk Abdulmutallab, era de origen nigeriano, parece ser que pertenecía a un grupo de Al Qaeda en Yemen. Una semana después del fallido atentado, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, afirmaba que Yemen es “una amenaza para la seguridad mundial”.
Fernando Montero.
Fuente: Desinformémonos