1
2 de marzo de 2010.-El grupo editorial Prisa y su periódico insignia El País han vuelto a demostrar que su ensañamiento hacia Cuba es enfermizo y visceral, al liderar una nueva campaña mediática que contra la Isla caribeña se protagoniza especialmente en España, «casualmente» cuando este estado ibérico tiene a su cargo la presidencia semestral de la Unión Europea (UE).
Sobre este tema han insistido en estos días varios prestigiosos intelectuales europeos y latinoamericanos. El académico argentino Atilio Borón escribió en Rebelión acerca de la «proverbial falta de escrúpulos» del diario madrileño, que alimenta «los prejuicios de una gran parte de los lectores de ese periódico que no siempre tienen tiempo, posibilidad o interés en corroborar la veracidad de las informaciones que les proporcionan los grandes medios de comunicación».
No cabe la menor duda que El País ha utilizado otra vez a los contrarrevolucionarios en Cuba pagados por Estados Unidos y sus aliados, para intentar conseguir su objetivo de desacreditar a la Revolución en la mayor de las Antillas, y en esta ocasión evitar además que la UE adopte de una vez por todas una postura independiente y ponga fin a la injerencista Posición Común que aprobó por instancias del Sr. Aznar en 1996.
La más reciente campaña desenfrenada y sin escrúpulos del referido periódico se desató coincidiendo con el inicio en enero pasado de la presidencia española de la UE, y después que las autoridades de Madrid insistieron en varias ocasiones en que «los 27» (por el número de países que integran dicha Unión) deberían analizar variar su conducta hacia Cuba, o lo que es lo mismo, rectificar la frustrada Posición Común hacia la nación latinoamericana.
Desde entonces las páginas de El País han estado abarrotadas de artículos infames e infundados, algunos elaborados desde su central y otros por su corresponsal en La Habana, Mauricio Vicent, quien en reiteradas ocasiones ha falseado la realidad que vive Cuba, y sin embargo esconde cuanto hace y ha hecho el pueblo de esa Isla en medio de la guerra económica, comercial y financiera que Estados Unidos le aplica por más de medio siglo.
El corresponsal de El País en La Habana y su periódico silencian una y otra vez las violaciones de los derechos humanos que sufren Adriana Pérez y Olga Salanueva, esposas respectivas de Gerardo Hernández y René González, dos de los cinco cubanos antiterroristas que injustamente permanecen presos en cárceles de máxima seguridad de Estados Unidos.
A Olga y Adriana se les impide viajar a territorio norteamericano y ver a sus cónyuges desde hace más de diez años, y sin embargo el mismo diario español, que aún desvergonzadamente se autotitula de «izquierdas», no ha dedicado ni una sola línea a ese tema.
Mauricio Vicent, quien vive en La Habana desde hace muchos años, conoce muy bien cuántos cubanos han sido víctimas de las continuas agresiones terroristas contra la Isla, financiadas y orquestadas por Washington y sus secuaces en Miami, y también en Madrid.
Igualmente sabe quiénes son los llamados «disidentes», y que subsisten y son alimentados gracias al financiamiento que reciben de Estados Unidos y otros estados europeos que se prestan para hacerle el juego a Washington.
De nada de ello su corresponsal y El País escriben una línea, porque su objetivo ha sido tradicionalmente atacar a Cuba y desacreditar a su Revolución, faltando a los más elementales principios del periodismo de ser objetivo y veraz. Por ello coincido con Atilio Borón cuando señala «la catadura moral de medios como El País y otros similares, que ponen su inmenso poder mediático, formador y deformador de conciencias, al servicio de las más innobles causas».