Videos de la detención de los jóvenes
Mensaje dejado por los jovenes para difundir trás su detención
Trás estar 3 meses en paradero desconocido y tal y como habian anunciado Goizane Pinedo y Unai Ruiz han reaparecido en Gasteiz encadenados a un balcón trás una manifestación de Eleak en la que se pedía el fín de la criminalización de la juventud vasca y de los jicion políticos.
En seguida ha aparecido la policía aútonoma española que entre silbidos y abucheos han detenido a los dos jóvenes para entregarlos a las cárceles españolas tal y como viene haciendo la polícia del PNV hace décadas.
Texto leído en la movilización /mobilizazioan irakurritako testua (Gasteizko Harresia)
Castellano
A lo largo de unas intensísimas semanas de campaña, dos fueron los mensajes principales tanto de Ekaitz como de la asamblea popular que se organizó en aquellas fechas. Primero, que la situación a la que se enfrentaba él era la misma situación a la que se enfretaban cientos de personas en todo Euskal Herria directamente. Pero también el conjunto de la sociedad, en la medida en que hablamos de la negación de nuestros derechos civiles y políticos, del derecho a reivindicar nuestros derechos y luchar por hacer realidad nuestros sueños. Que Ekaitz no era el primero, pero que tenía que ser el último. Aski da! Ni una mas! En segundo lugar, que hacer eso realidad, que acabar con las políticas de excepción sólo sería posible desde la presión social. Una presión social que debíamos multiplicar de mil maneras, pero en la que las dinámicas desobedientes tenían que tener un lugar central.
Hoy nos hemos reunido para reivindicar la necesidad de desobedecer a la ley en la lucha a favor de la justicia. Cuando es la propia ley la vulneradora de nuestros derechos civiles y políticos, la que limita el espacio legal a la disidencia y a la posibilidad de desarrollar alternativas hasta convertirlo en estéril, la desobediencia a la misma se hace imprescindible. Una desobediencia que ha de ser popular y que tomará distintas formas, maneras, grados de contundencia en cada tiempo y lugar. Pero en la que hasta la más pequeña actitud desobediente suma. Un día se vestirá de Herri Harresi, otra de marcha de máscaras desobedientes, de apariciones en asambleas locales, de redes de personas que acogen a quien huye de la ley. O en detenciones lo más públicas posibles, como forzó Ekaitz y como nos han anunciado que pretenden Goizane y Pou.
Euskera
Pasa den asteartean bi urte bete ziren Ekaitz Samaniego gazte gasteiztarra gure artetik eraman zutenetik. Segiko kidea izatea zen bere ustezko delitu larria. Injustizia ikustarazteko ezkutatu ondoren, desobeditu ondoren, gure artean agertu zen. Aurretik manifestazioan bildu ziren milaka gasteiztarren maitasun eta amorru keinuen artean. Gasteizko erdigunean, Corte Ingelesaren fatxadan, egunerokotasun kontsumistaren erdian borroka une bat sortuz. Atxiloketak gaueko ordu txikitan eta lekukorik gabe egitea maite duten horiek, egun argitan eta milaka begien aurrean inposatu behar izan zituzten beraien lege injustuak. Gaur, Salamancako espetxeko ziega batean dugu preso Ekaitz. Gaur, beste bi gazte gasteiztar daude ezkutuan bidegabekeria berdinari aurre egiteko borrokan bere aletxoa jarriz. Bere ekimen desobedienteari amaiera gaur emango diotela iragarri digute gainera.
Bi urte pasa dira ordutik. Zoritxarrez, ondotxo dakigu larrutik ordaintzen baitugu, ez dugu lortu Ekaitz azkena izatea. Baina argi dago bi urteotan epaiketa politikoen eta salbuespen politiken aurkako herri borrokak urratsak eman dituela. Orduan ia borroka esparru ere ez zena mugimendu zabal, fresko, herrikoi eta tinkoa bilakatuz joan da. Mobilizazio handiak erdietsi ditu, atxikimendu herritarra lortu du, maitasuna eta amorrua antolatu ditu. Euskal Herri osoan bezala, baita Gasteizen ere. Eta, noski, pausu desobedienteak eman ditu.
Nota tras las detenciones
En primer lugar: La de hoy no es la imagen a la que aspiramos. Goizane y Pou han sido detenidos. La imagen de hoy es la de la injusticia hecha ley, la de la política de excepcionalidad, la de personas imputadas por ejercer sus derechos, la de jóvenes imputados que son encarcelados tras una dinámica desobediente. La imagen a la que aspiramos, es la de un contexto donde nuestros derechos civiles y políticos sean respetados, y donde la presión social y la práctica generalizada y diaria de esos derechos por todas nosotras haga imposible la imposición de políticas de excepción a tribunales, jueces, políticos y policías. Estamos muy lejos de ello.
Pero esta sí era la imagen que buscábamos hoy. Tanto desde la Gasteizko Harresia, como Goizane y Pou. La entendemos como un pasito más en el largo camino que debemos caminar aún.
Hoy se han demostrado varias cuestiones. Primero, que la sociedad gasteiztarra entiende que este y todos los demás juicios políticos son injustos, que quiere a las personas imputadas en los mismos, y que está dispuesta a defenderlos, con su propio cuerpo si fuera necesario. Hemos sido algo más de mil personas las que nos hemos manifestado primero en kalejira, y después alrededor del balcón en el que han aparecido públicamente Goizane y Pou. Eskerrik asko guztioi! Segundo, la desobediencia ha vuelto a demostrar su potencial en esta lucha social. Rompiendo la normalidad del día a día, apareciendo públicamente a apenas cien metros de donde lo hiciera hace dos años Ekaitz Samaniego, quienes están acostumbrados a detener y a imponer las leyes de excepción sin testigos han tenido que detener a Goizane y Pou con un despliegue de más de 200 policías y casi 20 furgonetas antidisturbios, cortando el tráfico en una de las arterias principales del centro de nuestra ciudad y frente a miles de gasteiztarras. Les hemos hecho visibilizar la estrategia de guerra que practican pero que pretenden ocultar. Y frente a este violento paisaje además, nos hemos mantenido firmes en nuestra denuncia y en nuestro apoyo a Goizane y a Pou. Por último queremos destacar que la iniciativa desobediente que ha finalizado hoy se ha desarrollado mientras el juicio aún esta celebrándose, no como ha sido habitual los últimos tiempos con las sentencias ya confirmadas, lo que consideramos un paso adelante.
No hemos conformado una Harri Harresi, no era ni la intención ni el deseo de Goizane y Pou. Creemos que cada paso desobediente no tiene que ser necesariamente mayor que el anterior. Que la clave está en que todo paso sume en una dinámica general que, esa sí, vaya poco a poco increscendo. En este sentido, a este juicio aún le quedan muchas fases, y tendremos oportunidades si entre todos estamos dispuestos a ello, para iniciar nuevas y más profundas dinámicas desobedientes. Y es que si queremos acabar con las políticas de excepción y con los juicios políticos, tenemos que seguir sumando gente, ahondando en la contundencia y en lo amplio de la desobediencia. En ello estamos cientos de personas en todo Euskal Herria.
Hoy no termina nada. Los macrojuicios de Madrid continuarán la próxima semana, las políticas de excepción continúan extendiéndose y generando sufrimiento. Pero también continúan las dinámicas populares en defensa de las personas imputadas y de nuestros derechos civiles y políticos. En Gasteiz, la próxima cita importante es la de la cadena humana que recorrerá nuestra ciudad el próximo día 25 de enero. Invitamos a todos y todas las gasteiztarras a la misma.