Los fanáticos del control en Washington piensan que solo las decisiones que Washington toma e impone en otros países soberanos son democráticas. Ningún otro país sobre la Tierra es capaz de tomar una decisión democrática.
El mundo ha sido testigo de esta auto-justicia estadounidense por mucho tiempo mientras Washington derroca a un gobierno democrático después de otro e impone su títere, como hizo Washington en 1.953 en Irán cuando la CIA, como ahora admite, y como Ervand Abrahamian prueba en su libro El Golpe de Estado (La Nueva Prensa, 2013) derrocó el gobierno electo de Mossadeq, y más recientemente el electo gobierno de Honduras y muchos otros gobiernos.
Actualmente Washington está trabajando horas extras para derrocar a los gobiernos de Siria, Irán nuevamente y Ucrania. Washington también ha atacado a Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil, y en sus sueños más salvajes, los gobiernos de Rusia y China.
El 26 de enero, el consejero del gobierno sirio Bouthaina Shaaban le preguntó al periodista de CNN Wolf Blitzer, un propagandista de Washington y el lobby israelí, por qué el gobierno de Estados Unidos, hablando a través del Secretario de Estado John Kerry, tiene el derecho de decidir cuál va a ser el gobierno de Siria en vez del pueblo sirio. (Las encuestas muestran que los índices de aprobación del presidente sirio Bashar al Assad superan a las de todos los líderes occidentales). Incluso el adulón Blitzer no fue lo suficientemente adulador para contestar, «debido a que somos las personas indispensables, excepcionales». Pero eso es lo que piensa Washington.
Washington pronto estará de vuelta en el trabajo de desestabilización del gobierno de Irán nuevamente, un hábito supongo, pero por el momento Washington está enfocado en desestabilizar a Ucrania.
Ucrania tiene un gobierno electo democráticamente, pero a Washington no le gusta porque Washington no lo eligió. Ucrania o la parte occidental de ese país está lleno de ONG’s financiadas por Washington cuyo objetivo es entregar a Ucrania en las garras de la Unión Europea, donde los bancos de EE. UU. y Europa puedan saquear el país, como saquearon por ejemplo a Letonia, y simultáneamente debilitaron a Rusia con el robo de una gran parte de la Rusia tradicional y convertirla en bases militares de EE. UU.-OTAN contra Rusia.
Quizás Putin, un atleta, está distraído por los Juegos Olímpicos en Rusia. De lo contrario, es algo así como un misterio el por qué Rusia no ha puesto sus misiles nucleares en alerta máxima y ocupar el oeste de Ucrania con tropas a fin de evitar el derrocamiento del gobierno de Ucrania por el dinero de Washington. Todos las naciones tienen ciudadanos que venderían el país por dinero, y el oeste de Ucrania está lleno de esos traidores.
Como hemos visto por décadas, árabes y musulmanes venden a su pueblo por dinero occidental. Lo mismo ocurre con los ucranianos occidentales. Las ONG’s financiadas por Washington están comprometidas a entregar a Ucrania en las manos de Washington donde los ucranianos pueden convertirse en siervos de Estados Unidos y esta parte integral de Rusia puede convertirse en una plataforma para el ejército estadounidense.
De todas las protestas violentas que hemos sido testigos, la ucraniana es la más orquestada.
El 6 de febrero, el sitio web Zero Hedge publicó una grabación filtrada de la despreciable Victoria Nuland, una asistente de la Secretaría de Estado del régimen de Obama. Nuland es pillada discutiendo con el enviado estadounidense para Ucrania, Geoffrey Pyatt, el elegido de Washington para encabezar el próximo gobierno ucraniano.
Nuland está indignada de que la Unión Europea no se ha unido a Washington en la imposición de sanciones al gobierno de Ucrania con el fin de completar la toma del poder de Washington de Ucrania. Nuland habla como si ella es Dios con el derecho dado por Dios para elegir el gobierno de Ucrania, que ella procede a hacer.
La Unión Europea, como corrupta que es por el dinero de Washington, sin embargo, entiende que el hacerse rica por Washington no es ninguna protección contra los misiles nucleares rusos. La respuesta de Nuland a la indecisión de Europa para arriesgar su existencia en beneficio de la hegemonía de EE. UU. es: «A la mierda la UE».