Divide y vencerás. Una frase muy común del refranero popular. Su origen se remonta al imperio romano. Para gestionar la ocupación de naciones, el imperio negociaba directamente con cada ciudad ofreciendo distintos derechos, condiciones o castigos. Promocionando a los que cooperaban, a algunas se les concedía autonomía municipal completa; a otras parcial o ninguna. De esta manera, ayudados de la avaricia y la rivalidad, los romanos despertaban el rencor entre los sometidos e intentaban impedir un frente común y levantamientos masivos.
Las organizaciones y movimientos a veces se dividen de una forma natural simplemente porque se llega a un punto donde las diferencias se hacen vitales e insalvables. Ese fue el caso del surgimiento de EAE-ANV rompiendo con el particular aranismo jelkide y conformado por militantes ekintzales que provenían de Comunión, Aberri o no estaban adscritos a nadie. También fue el caso de Euskadi Ta Askatasuna que en primera instancia surgió de la disrupción que supuso la fusión de la histórica Ekin con EGI llegando a abandonarla.
Posteriormente en la izquierda abertzale se han dado tres tipos de divisiones: Las del ámbito culturalista ante la izquierda revolucionaria (Por ejemplo los distanciamientos producidos ante la apuesta socialista revolucionaria de los 60 que es el paradigma ideológico teóricamente vigente del MLNV, o la ya más cercana en el tiempo escisión de Aralar), las del ámbito estatalizante español ante el nacionalismo revolucionario ( ETA berri, MCE, LCR… ) y las de origen táctico o estratégico con mayor o menor diferencia ideológica.( ETA‑m – EIA-ETA-pm-EE, movimiento autónomo, CAA ).
Contrariamente a la opinión más o menos extendida de que la división en la izquierda abertzale ha sido siempre producto del posicionamiento ante ETA y pese a que en ocasiones esas divisiones se han escenificado en escisiones e independientemente de la evolución posterior, en mi opinión el abertzalismo de izquierda tiene una división histórica espiritual. Dos almas. Dicho muy sintéticamente y obviando las escalas de grises; El culturalismo de izquierda humanista y el nacionalismo revolucionario de los Argalas y Etxebarrietas. En cada etapa histórica expresado de diferente manera. La unidad popular ha sido la encargada de gestionar estas almas junto a las diferentes expresiones venidas del plural y rico movimiento popular vasco. Lo que ha dado a lugar a una izquierda abertzale y más en general a un campo abertzale y socialista, a un pueblo abertzale de izquierda, plural, amplio y diversificado.
Voy a partir de la tesis de que el peligro actual de división en la izquierda abertzale que se menta profusamente los últimos tiempos tiene una base distorsionada y que puede estar sirviendo precisamente para no dar los pasos en la necesaria cohesión y paradójicamente paralizando el debate y verdaderamente creando división. Enrocando una postura con excesivo celo defendida. El resultado psicológico de ello se traduce en dos factores:
- Sentimiento de desasosiego creciente en amplias bases de la izquierda abertzale
– Sentimiento de rechazo y prescindibilidad
Estos sentimientos tienen la raíz en tres apartados fundamentales
- El cese de un amplio ciclo revolucionario que ha contado con diferentes tácticas y estrategias a lo largo de las décadas sin recambio aparente.
– La incapacidad del socialismo revolucionario para dar respuesta a la coyuntura y adaptarse correctamente, lo cual ha llevado a su bloqueo y supuesta prescindibilidad. Escenificado a veces en auto-disoluciones.
– La escasa labor de gestión de contradicciones en la unidad popular.
Este desasosiego, de intentar minimizar su trascendencia, de restarle importancia o directamente combatirlo con mas leña al fuego puede resolverse mal y terminar en una frustración histórica de increíble trascendencia y múltiples consecuencias.
Por todo ello, se hace imprescindible:
1- La creación de una pata nueva en la izquierda abertzale ya que es necesaria una organización revolucionaria y socialista autónoma pero partícipe del MLNV y la unidad popular para por una parte mantener la llama histórica del socialismo revolucionario que es parte de la unidad popular aunque no lo es todo, ya que la unidad popular es plural, y para generar, sustentar y alimentar al movimiento popular, entre otros muchos factores.
¿Por qué es necesaria una nueva organización revolucionaria?
http://borrokagaraia.wordpress.com/2013/04/09/por-que-es-necesaria-una-nueva-organizacion-revolucionaria/
2- La puesta en marcha de mecanismos desde una perspectiva abierta para que todos los sectores de la izquierda abertzale puedan tomar a Sortu como propia y unidad popular. Para ello debe ser un punto de encuentro de ninguna estrategia sino el punto de encuentro de los independentistas y socialistas de este país, saber diferenciar entre homogéneo y cohesionado, no promocionar el personalismo ni el discurso único. El MLNV es un movimiento político de liberación nacional y social con trabajo en diversos ámbitos, con diversas organizaciones. Romper la flexibidad organizativa y seguir un modelo clásico burgués de partido aunque se tengan buenas intenciones está abocado a ser parásito de las dinámicas populares y centrado en un ombliguismo institucional y electoral siendo el camino directo más rapido hacia la integración en el sistema ya que un Sortu endógeno a todos los niveles pondría al servicio de una estrategia institucional limitada por el sistema el caudal de lucha popular y la energía del movimiento popular en buena parte neutralizandolas.
Es indiferente que existan compañerxs que no vean necesario hacerlo o incluso se opongan. Porque en realidad en última instancia no está en sus manos. Esto está en manos de los que si creen necesario hacerlo y no hay nada que lo pueda impedir salvo dar el paso hacia ello si hay voluntad.
Tengo aún cierta confianza en que se puede llegar a un MLNV unitario y lo más posible cohesionado si se cumplen estos preceptos, desaparece paulatinamente el miedo a hablar y a la diferencia y se actúa con un mínimo de responsabilidad. Sin prisas pero sin pausas llegados a este punto solo quedaría el cuándo y el cómo.
Si alguien al leer este texto le entra inquietud debería preguntarse qué papel juega en la división y si no está dispuesto a hacer en casa lo que intenta hacer fuera.
Las organizaciones y movimientos a veces se dividen de una forma natural simplemente porque se llega a un punto donde las diferencias se hacen vitales e insalvables. Ese fue el caso del surgimiento de EAE-ANV rompiendo con el particular aranismo jelkide y conformado por militantes ekintzales que provenían de Comunión, Aberri o no estaban adscritos a nadie. También fue el caso de Euskadi Ta Askatasuna que en primera instancia surgió de la disrupción que supuso la fusión de la histórica Ekin con EGI llegando a abandonarla.
Posteriormente en la izquierda abertzale se han dado tres tipos de divisiones: Las del ámbito culturalista ante la izquierda revolucionaria (Por ejemplo los distanciamientos producidos ante la apuesta socialista revolucionaria de los 60 que es el paradigma ideológico teóricamente vigente del MLNV, o la ya más cercana en el tiempo escisión de Aralar), las del ámbito estatalizante español ante el nacionalismo revolucionario ( ETA berri, MCE, LCR… ) y las de origen táctico o estratégico con mayor o menor diferencia ideológica.( ETA‑m – EIA-ETA-pm-EE, movimiento autónomo, CAA ).
Contrariamente a la opinión más o menos extendida de que la división en la izquierda abertzale ha sido siempre producto del posicionamiento ante ETA y pese a que en ocasiones esas divisiones se han escenificado en escisiones e independientemente de la evolución posterior, en mi opinión el abertzalismo de izquierda tiene una división histórica espiritual. Dos almas. Dicho muy sintéticamente y obviando las escalas de grises; El culturalismo de izquierda humanista y el nacionalismo revolucionario de los Argalas y Etxebarrietas. En cada etapa histórica expresado de diferente manera. La unidad popular ha sido la encargada de gestionar estas almas junto a las diferentes expresiones venidas del plural y rico movimiento popular vasco. Lo que ha dado a lugar a una izquierda abertzale y más en general a un campo abertzale y socialista, a un pueblo abertzale de izquierda, plural, amplio y diversificado.
Voy a partir de la tesis de que el peligro actual de división en la izquierda abertzale que se menta profusamente los últimos tiempos tiene una base distorsionada y que puede estar sirviendo precisamente para no dar los pasos en la necesaria cohesión y paradójicamente paralizando el debate y verdaderamente creando división. Enrocando una postura con excesivo celo defendida. El resultado psicológico de ello se traduce en dos factores:
- Sentimiento de desasosiego creciente en amplias bases de la izquierda abertzale
– Sentimiento de rechazo y prescindibilidad
Estos sentimientos tienen la raíz en tres apartados fundamentales
- El cese de un amplio ciclo revolucionario que ha contado con diferentes tácticas y estrategias a lo largo de las décadas sin recambio aparente.
– La incapacidad del socialismo revolucionario para dar respuesta a la coyuntura y adaptarse correctamente, lo cual ha llevado a su bloqueo y supuesta prescindibilidad. Escenificado a veces en auto-disoluciones.
– La escasa labor de gestión de contradicciones en la unidad popular.
Este desasosiego, de intentar minimizar su trascendencia, de restarle importancia o directamente combatirlo con mas leña al fuego puede resolverse mal y terminar en una frustración histórica de increíble trascendencia y múltiples consecuencias.
Por todo ello, se hace imprescindible:
1- La creación de una pata nueva en la izquierda abertzale ya que es necesaria una organización revolucionaria y socialista autónoma pero partícipe del MLNV y la unidad popular para por una parte mantener la llama histórica del socialismo revolucionario que es parte de la unidad popular aunque no lo es todo, ya que la unidad popular es plural, y para generar, sustentar y alimentar al movimiento popular, entre otros muchos factores.
¿Por qué es necesaria una nueva organización revolucionaria?
http://borrokagaraia.wordpress.com/2013/04/09/por-que-es-necesaria-una-nueva-organizacion-revolucionaria/
2- La puesta en marcha de mecanismos desde una perspectiva abierta para que todos los sectores de la izquierda abertzale puedan tomar a Sortu como propia y unidad popular. Para ello debe ser un punto de encuentro de ninguna estrategia sino el punto de encuentro de los independentistas y socialistas de este país, saber diferenciar entre homogéneo y cohesionado, no promocionar el personalismo ni el discurso único. El MLNV es un movimiento político de liberación nacional y social con trabajo en diversos ámbitos, con diversas organizaciones. Romper la flexibidad organizativa y seguir un modelo clásico burgués de partido aunque se tengan buenas intenciones está abocado a ser parásito de las dinámicas populares y centrado en un ombliguismo institucional y electoral siendo el camino directo más rapido hacia la integración en el sistema ya que un Sortu endógeno a todos los niveles pondría al servicio de una estrategia institucional limitada por el sistema el caudal de lucha popular y la energía del movimiento popular en buena parte neutralizandolas.
Es indiferente que existan compañerxs que no vean necesario hacerlo o incluso se opongan. Porque en realidad en última instancia no está en sus manos. Esto está en manos de los que si creen necesario hacerlo y no hay nada que lo pueda impedir salvo dar el paso hacia ello si hay voluntad.
Tengo aún cierta confianza en que se puede llegar a un MLNV unitario y lo más posible cohesionado si se cumplen estos preceptos, desaparece paulatinamente el miedo a hablar y a la diferencia y se actúa con un mínimo de responsabilidad. Sin prisas pero sin pausas llegados a este punto solo quedaría el cuándo y el cómo.
Si alguien al leer este texto le entra inquietud debería preguntarse qué papel juega en la división y si no está dispuesto a hacer en casa lo que intenta hacer fuera.