[Video y Fotos] Encuen­tro por el dere­cho al abor­to en Bilbo

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Con la pro­pues­ta de ley del abor­to del PP, los dere­chos de las muje­res vol­ve­rán 30 años atrás.

Con la ley vigen­te, el emba­ra­zo se pue­de inte­rrum­pir has­ta la sema­na 14, y a par­tir de la sema­na 22 las posi­bi­li­da­des lega­les de inte­rrup­ción se redu­cen a pro­ble­mas de salud de la mujer o de la posi­ble cria­tu­ra. Sin embar­go, con la pro­pues­ta del PP los dere­chos de las muje­res son res­trin­gi­dos, que­dan­do su opi­nión en un segun­do plano; ya que, se posi­bi­li­ta el abor­to sola­men­te por pro­ble­mas de salud. Ade­más, esta pro­pues­ta com­pli­ca todo el pro­ce­so de irrup­ción del embarazo.

Esta refor­ma no va lograr aca­bar con el abor­to, pues las muje­res van a seguir prac­ti­cán­do­los. Con estas res­tric­cio­nes no se con­si­gue más que aumen­tar las dife­ren­cias de cla­se. Como ocu­rría en la déca­da de los 70, las muje­res más aco­mo­da­das se podrán per­mi­tir el ir a abor­tar al extran­je­ro; mien­tras que las que tie­nen menos recur­sos eco­nó­mi­cos se verán obli­ga­das a prac­ti­car abor­tos ile­ga­les, arries­gan­do así su salud.

Es evi­den­te que el gobierno de Rajoy está guia­do por patro­nes con­ser­va­do­res de la igle­sia cató­li­ca; basán­do­se en los dog­mas cris­tia­nos, impo­ne una lec­tu­ra retro­gra­da de la vida y de la moral. Pero, ¿no es el esta­do espa­ñol un esta­do laico?

Esta ley per­ju­di­ca gra­ve­men­te los dere­chos de las muje­res. El esta­do orde­na y man­da por enci­ma de las deci­sio­nes de las muje­res infan­ti­li­zán­do­las, como si ellas mis­mas no tuvie­ran capa­ci­dad deci­so­ria. Se prio­ri­zan los dere­chos de un feto por enci­ma de los dere­chos de las muje­res que los por­tan. De esta mane­ra, la mater­ni­dad se con­vier­te en una obli­ga­ción legislada.

Ante esto, no les vamos a dejar que nos qui­ten los dere­chos con­se­gui­dos con los años de lucha femi­nis­ta. Las ins­ti­tu­cio­nes no tie­nen legi­ti­mi­dad para legis­lar nues­tros cuer­pos. Noso­tras mis­mas somos due­ñas de nues­tros cuer­pos. Aun­que Gallar­dón y los suyos pon­gan en mar­cha la ley, no nos vamos a some­ter. Las muje­res vamos a seguir deci­dien­do sobre nues­tros cuer­pos. La igle­sia y el esta­do lo tie­nen cla­ro si pien­sa que nos van a qui­tar nues­tra agen­cia de decisión.
¿De quién es tu cuerpo?

Por­que nues­tros cuer­pos son nues­tros, ¡NO a la ley del aborto!
¡Sí a MI vida!manda por enci­ma de las deci­sio­nes de las muje­res infan­ti­li­zán­do­las, como si ellas mis­mas no tuvie­ran capa­ci­dad deci­so­ria. Se prio­ri­zan los dere­chos de un feto por enci­ma de los dere­chos de las muje­res que los por­tan. De esta mane­ra, la mater­ni­dad se con­vier­te en una obli­ga­ción legislada.

Ante esto, no les vamos a dejar que nos qui­ten los dere­chos con­se­gui­dos con los años de lucha femi­nis­ta. Las ins­ti­tu­cio­nes no tie­nen legi­ti­mi­dad para legis­lar nues­tros cuer­pos. Noso­tras mis­mas somos due­ñas de nues­tros cuer­pos. Aun­que Gallar­dón y los suyos pon­gan en mar­cha la ley, no nos vamos a some­ter. Las muje­res vamos a seguir deci­dien­do sobre nues­tros cuer­pos. La igle­sia y el esta­do lo tie­nen cla­ro si pien­sa que nos van a qui­tar nues­tra agen­cia de decisión.

¿De quién es tu cuerpo?
Por­que nues­tros cuer­pos son nues­tros, ¡NO a la ley del aborto!
¡Sí a MI vida!




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