A la hora de pensar, analizar o principalmente llegar a conclusiones el mayor enemigo no es la ignorancia. La ignorancia se quedaría en segunda posición y bastante detrás de la primera plaza que la ocuparíamos nosotros y nosotras mismas, ya que la ignorancia, relativamente fácil y directamente se puede combatir con conocimiento. No tanto a nosotros y nosotras mismas.
La inmensa mayoría de los y las que estáis leyendo ésto sois abertzales, independentistas, también de izquierda, en quizás diferentes variables, vamos a dejarlo en socialistas. ¿Cómo llegasteis hasta ahí?. ¿Si es que os acordáis, fue acaso un proceso de interiorización de argumentos que os hizo pasar de no serlo a serlo?
Paradójicamente la mayor parte de los ejes ideológicos base habrán sido aceptados anteriormente a realmente interiorizarlos. Es decir, cuando se inicia el proceso de ideologización generalmente tomamos una opción y posteriormente la alimentamos. ¿Por qué tomamos diferentes opciones?. No es un proceso lineal y pueden existir múltiples factores; desde el entorno familiar, el círculo de amistades, un impulso emocional creado por algún detonante, una forma de adaptarte a tu medio cercano o por el contrario a veces por alejarte de él. El caso es que inicialmente la toma de conciencia nacional o social es un proceso difuso que al igual que el proceso de ideologización suele surgir a muy temprana edad cuando las herramientas que contamos para impulsar tales pensamientos y razonamientos no están aún muy desarrolladas, siendo quizás el componente emocional uno de los factores más importantes.
El pensamiento emocional forma parte indiscutible de todo ser humano, lo que ocurre es que si no se aprende a regularlo, este pensamiento se impone al pensamiento crítico imposibilitando la maduración ideológica en sentido dialéctico y la propia independencia de criterio. Ya que nos hace dependientes. Dependientes incluso hasta de nuestros propios auto-engaños que los tomamos por verdaderos. Un ejemplo muy gráfico de ello es cuando nuestra opinión no está basada en datos y argumentos sino que aceptamos una opinión y postura, y posteriormente buscamos esos datos y argumentos que la corroboren descartando y rechazando hasta con brusquedad las más transparentes evidencias. Es ese momento cuando nuestras “convicciones”, ilusiones, y emociones están en lucha permanente con la verdad, o lo que es lo mismo, el prejuicio se adelanta al juicio como la palabra misma indica.
Es fácil dejarse llevar por el prejuicio, ya que no hacerlo es muy cansado y supondría ante cualquier situación a analizar, primero analizarte a tí mismo y que sentimientos interiores se generan ante ella ‚que complejos salen, que intereses salen o incluso que amenazas. Liberarte de todas ellas para que se habrá paso el pensamiento crítico puede conseguir que hasta tu mismo seas puesto en cuestión por ti mismo. El pensamiento crítico, si verdaderamente lo es, lo primero de todo es una amenaza contra ti mismo y tus emociones.
Una de las amenazas mas serias que existen en un movimiento revolucionario es el peligro de defunción del pensamiento crítico ahogado en la justificación a posteriori. Tanto en el sentido del impulso dogmático como en la reacción extrema inversa.
Si durante años, en vez de quemar documentos después de leerlos, se hubieran quemado antes, posiblemente no surgirían esas tesituras. Situaciónes difíciles pero no imposibles de revertir a través de la subversión personal y colectiva, que al fin y al cabo también es necesaria para mandar al carajo la opresión nacional y social. Deberías haber dado fuego al monitor antes de leer este texto, e incluso así poder leerlo.
La inmensa mayoría de los y las que estáis leyendo ésto sois abertzales, independentistas, también de izquierda, en quizás diferentes variables, vamos a dejarlo en socialistas. ¿Cómo llegasteis hasta ahí?. ¿Si es que os acordáis, fue acaso un proceso de interiorización de argumentos que os hizo pasar de no serlo a serlo?
Paradójicamente la mayor parte de los ejes ideológicos base habrán sido aceptados anteriormente a realmente interiorizarlos. Es decir, cuando se inicia el proceso de ideologización generalmente tomamos una opción y posteriormente la alimentamos. ¿Por qué tomamos diferentes opciones?. No es un proceso lineal y pueden existir múltiples factores; desde el entorno familiar, el círculo de amistades, un impulso emocional creado por algún detonante, una forma de adaptarte a tu medio cercano o por el contrario a veces por alejarte de él. El caso es que inicialmente la toma de conciencia nacional o social es un proceso difuso que al igual que el proceso de ideologización suele surgir a muy temprana edad cuando las herramientas que contamos para impulsar tales pensamientos y razonamientos no están aún muy desarrolladas, siendo quizás el componente emocional uno de los factores más importantes.
El pensamiento emocional forma parte indiscutible de todo ser humano, lo que ocurre es que si no se aprende a regularlo, este pensamiento se impone al pensamiento crítico imposibilitando la maduración ideológica en sentido dialéctico y la propia independencia de criterio. Ya que nos hace dependientes. Dependientes incluso hasta de nuestros propios auto-engaños que los tomamos por verdaderos. Un ejemplo muy gráfico de ello es cuando nuestra opinión no está basada en datos y argumentos sino que aceptamos una opinión y postura, y posteriormente buscamos esos datos y argumentos que la corroboren descartando y rechazando hasta con brusquedad las más transparentes evidencias. Es ese momento cuando nuestras “convicciones”, ilusiones, y emociones están en lucha permanente con la verdad, o lo que es lo mismo, el prejuicio se adelanta al juicio como la palabra misma indica.
Es fácil dejarse llevar por el prejuicio, ya que no hacerlo es muy cansado y supondría ante cualquier situación a analizar, primero analizarte a tí mismo y que sentimientos interiores se generan ante ella ‚que complejos salen, que intereses salen o incluso que amenazas. Liberarte de todas ellas para que se habrá paso el pensamiento crítico puede conseguir que hasta tu mismo seas puesto en cuestión por ti mismo. El pensamiento crítico, si verdaderamente lo es, lo primero de todo es una amenaza contra ti mismo y tus emociones.
Una de las amenazas mas serias que existen en un movimiento revolucionario es el peligro de defunción del pensamiento crítico ahogado en la justificación a posteriori. Tanto en el sentido del impulso dogmático como en la reacción extrema inversa.
Si durante años, en vez de quemar documentos después de leerlos, se hubieran quemado antes, posiblemente no surgirían esas tesituras. Situaciónes difíciles pero no imposibles de revertir a través de la subversión personal y colectiva, que al fin y al cabo también es necesaria para mandar al carajo la opresión nacional y social. Deberías haber dado fuego al monitor antes de leer este texto, e incluso así poder leerlo.