La Rada Suprema de Ucrania aprobó, con 232 votos a favor, las enmiendas al reglamento que permitirán al jefe del Legislativo disolver el grupo parlamentario comunista (PCU).
“Remitiré hoy este proyecto de ley al presidente y le pediré promulgarlo sin demora”, manifestó el jefe del Parlamento ucraniano, Alexandre Turchinov.
Una vez promulgada la ley, “anunciaré la disolución del partido comunista de Ucrania”, enfatizó.
Los miembros neo-nazis del gobierno, “Svoboda”, aplaudieron la decisión y cantaron el himno nacional.
El parlamento solicitó con anterioridad, que el Ministerio de Justicia estudiara la posible implicación del PCU en acciones que ponían en riesgo la soberanía y la integridad territorial del país, que según ellos, estaban encaminadas a realizar un golpe de Estado. Por oponerse a la intervención militar contra las regiones independentista y al programa de privatización que pretendían llevar a cabo el ejecutivo, que ocultaba, la privatización de servicios, recursos estratégicos y medidas de austeridad contra los trabajadores y jubilados. En beneficio de los oligarcas y el poder de las multinacionales occidentales.
El Partido Comunista de Ucrania no es el único ataque que sufre, se abstuvo de presentarse a las anteriores elecciones por las pocas garantías democráticas que ofrecían, tras el golpe de Estado. En 2012 el PCU, ganó el 13% de los votos en las elecciones parlamentarias, principalmente en el este y el sur, donde su puntuación en varias áreas de trabajo asciende a 20 – 25%. Es cierto que, en las circunstancias extremas de terror derechista, donde muchas sedes del partido han sido quemadas y atacadas por los militantes neonazis y sus milicias. El PCU también es el blanco de los ataques de los “izquierdistas” anti-rusia, que también desean la muerte de la organización comunista