Kur­dis­tán: Un pue­blo que se resis­te a dejar de existir

YPG

Resu­men Latinoamericano/​Camilo Bermúdez*/Marcha -En el mar­co de la Gue­rra Civil de Siria, a media­dos del año 2012 se ins­tau­ró la región autó­no­ma demo­crá­ti­ca de Roja­va, en el nor­te del país. En esta zona, el pue­blo kur­do se ha orga­ni­za­do en tres can­to­nes, en espe­cial el deno­mi­na­do Koba­ne, que en la actua­li­dad sufren una impor­tan­te agre­sión por par­te del Esta­do Islá­mi­co (EI) ame­na­zan­do con des­truir su joven pro­yec­to social y empeo­rar la situa­ción en el lugar.

Los can­to­nes de Roja­va, asen­ta­dos en la fron­te­ra con Tur­quía, son un pro­yec­to de auto­de­ter­mi­na­ción y orga­ni­za­ción comu­nal, naci­dos de la lucha del pue­blo kur­do por el reco­no­ci­mien­to de sus dere­chos civi­les, eco­nó­mi­cos y cul­tu­ra­les, y la adop­ción de la pro­pues­ta del Con­fe­de­ra­lis­mo Demo­crá­ti­co impul­sa­da por Abdu­llah Öca­lan, líder del Par­ti­do de los Tra­ba­ja­do­res de Kur­dis­tán (PKK).

Des­de la ins­tau­ra­ción de la región autó­no­ma de Roja­va, el pue­blo y su orga­ni­za­ción han sufri­do un duro blo­queo eco­nó­mi­co y un fuer­te ase­dio mili­tar, impues­to por Tur­quía y por la región pseu­do­au­tó­no­ma kur­da del nor­te de Irak, diri­gi­da por el pro-esta­dou­ni­den­se Par­ti­do Demo­crá­ti­co de Kur­dis­tán (PDK). Esta situa­ción afec­ta a los habi­tan­tes de la región impi­dién­do­les la obten­ción de artícu­los de pri­me­ra nece­si­dad con el obje­ti­vo de ren­dir por ham­bre y nece­si­dad al pue­blo y su joven estruc­tu­ra organizacional.

Jun­to al blo­queo, des­de sus ini­cios exis­tió el ase­dio por par­te de gru­pos extre­mis­tas como el Fren­te Al Nus­ra y el EI, que decla­ra­ron una gue­rra en con­tra de toda fuer­za y pobla­ción que no se sus­cri­ban a su estre­cha e into­le­ran­te inter­pre­ta­ción del Islam. Cabe recor­dar el des­pla­za­mien­to y masa­cres come­ti­das por el EI en Shen­gal (Sin­jar en ára­be, noroes­te de Irak) hace menos de 2 meses.

Sin embar­go, en los últi­mos meses y, en espe­cial, en los últi­mos días, los ata­ques arma­dos del EI se incre­men­ta­ron de mane­ra sig­ni­fi­ca­ti­va en Koba­ne, obli­gan­do a dece­nas de miles de per­so­nas a huir hacia la fron­te­ra con Turquía.

La últi­ma agre­sión comen­zó en julio pasa­do des­de la ciu­dad de Raq­qa don­de se sitúa el cuar­tel gene­ral del EI, en el nor­te de Siria y a pocos kiló­me­tros al sur de la ciu­dad de Koba­ne (Ayn al-Arab en ára­be). En estos ata­ques, el Esta­do Islá­mi­co uti­li­zó las armas y arti­lle­ría pesa­da cap­tu­ra­das a los ejér­ci­tos ira­quí y sirio, y las obte­ni­das en la fron­te­ra turca.

El EI ambi­cio­na apo­de­rar­se de Koba­ne por su posi­ción estra­té­gi­ca jus­to en medio de los otros dos can­to­nes de Roja­va, Ciz­re y Efrin. Median­te la ocu­pa­ción de Koba­ne pre­ten­de cor­tar la ruta entre los dos can­to­nes, lo que sig­ni­fi­ca­ría un gran gol­pe a las fuer­zas que com­ba­ten con­tra el terro­ris­mo. De igual mane­ra, el ata­que a Koba­ne es estra­té­gi­co para ocu­par ciu­da­des cer­ca­nas, con el obje­ti­vo de crear un enla­ce direc­to entre las demás zonas ocu­pa­das por el EI en Siria.

Estos ata­ques se enmar­can en la estra­te­gia de expan­sión del gru­po extre­mis­ta sobre las regio­nes de Siria para sos­te­ner su pode­río, ganan­do más liber­tad de movi­mien­to y con­so­li­dan­do su fuer­za con el apo­yo logís­ti­co y polí­ti­co de Tur­quía, pues­to que la coa­li­ción lide­ra­da por Esta­dos Uni­dos le pro­pi­na serios gol­pes en Irak, con la inten­ción de reto­mar la ciu­dad de Mosul y dar­le algo de auto­ri­dad al nue­vo gobierno cen­tral iraquí.

Duran­te estos ata­ques, kur­dos del nor­te (Tur­quía) se han aba­lan­za­do hacia la fron­te­ra con el pro­pó­si­to de par­ti­ci­par en la resis­ten­cia, unién­do­se a las fuer­zas YPG/​YPJ (Uni­da­des de Pro­tec­ción Popu­lar, inte­gran­tes del PKK), soli­da­ri­zar­se con su pue­blo, asis­tien­do a los que huyen de la gue­rra o hacien­do vigi­lias en las aldeas fron­te­ri­zas. En este últi­mo caso, los kur­dos fue­ron ata­ca­dos sal­va­je­men­te por la poli­cía y sol­da­dos tur­cos con balas, gases lacri­mó­ge­nos y caño­nes de agua.

Koba­ne es un sitio estra­té­gi­co para el desa­rro­llo y con­so­li­da­ción del EI, y al mis­mo tiem­po es el pun­to don­de se podría crear la pla­ta­for­ma idó­nea para su com­ple­to exter­mi­nio, pues­to que la defen­sa y vic­to­ria en Koba­ne sig­ni­fi­ca­ría la derro­ta de EI en Raq­qa, y por con­si­guien­te sería su derro­ta en Siria.

Sin embar­go, una alian­za entre la coa­li­ción coman­da­da por Esta­dos Uni­dos y las YPG/​YPJ para el com­ba­te con­tra el Esta­do Islá­mi­co se ve leja­na, ya que que el pro­yec­to de auto­ad­mi­nis­tra­ción del pue­blo cau­sa des­con­ten­tos a los intere­ses mez­qui­nos en la región. Los bom­bar­deos rea­li­za­dos por la coa­li­ción no se efec­tua­ron en nin­guno de los tres fren­tes en los que ata­ca el EI al can­tón de Koba­ne. Repre­sen­tan­tes de la Unión de Comu­ni­da­des de Kur­dis­tán (UCK) expre­sa­ron que si lle­ga­se a suce­der una tra­ge­dia en la zona la res­pon­sa­bi­li­dad sería de los paí­ses inte­gran­tes de la coalición.

La estra­te­gia actual de Washing­ton se basa en uti­li­zar como pre­tex­to la lucha con­tra el extre­mis­mo, crea­do por ellos mis­mos y lograr lo que le había sido veda­do ante­rior­men­te: bom­bar­dear e inter­ve­nir direc­ta­men­te en el con­flic­to interno sirio. Este hecho no ha dis­mi­nui­do la ame­na­za del EI en Koba­ne, sino que la ha aumen­ta­do por­que los ata­ques per­pe­tra­dos por la coa­li­ción alen­ta­ron su arre­me­ti­da en esta región.

La gue­rra en Siria se inten­si­fi­ca cada vez más y su des­tino no es impor­tan­te sola­men­te para Koba­ne en Roja­va, sino que deter­mi­na el des­tino de todo Kur­dis­tán, tenien­do en cuen­ta que la actua­ción de Tur­quía tam­bién deter­mi­na­rá el des­tino del pro­ce­so de paz para el con­flic­to interno en esa nación.

Las fuer­zas de defen­sa del pue­blo YPG/​YPJ siguen resis­tien­do con sus fusi­les AK47, con con­vic­cio­nes y devo­ción a la arre­me­ti­da de los tan­ques, mor­te­ros, misi­les y arti­lle­ría pesa­da. La insur­gen­cia del PKK con­ti­núa luchan­do con­tra la into­le­ran­cia hacia otras expre­sio­nes de iden­ti­dad y defen­dien­do la auto­no­mía de un pue­blo que se resis­te a dejar de existir.

Kobane 2

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