Cientos de miles de personas salieron este sábado a las calles de Roma para protestar contra la reforma laboral y las políticas económicas del Gobierno del primer ministro Matteo Renzi.
Los manifestantes, procedentes de toda Italia, abarrotaron la plaza San Giovanni de la capital italiana en un acto organizado por el principal sindicato transalpino, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL). La plaza fue el punto de confluencia de dos marchas que partieron de la plaza de la República y de la plaza de los Partisanos.
“El Artículo 18 y todo el estatuto son normas que defienden la libertad de los trabajadores. Son salvaguardias concretas, no ideología. Son las que diferencian el trabajo esclavo del moderno (…). Seguiremos con nuestras iniciativas, con huelgas y con una huelga general”, afirmó la secretaria general del CGIL, Susanna Camusso.
El Artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, vigente desde 1970, consagra “la libertad y dignidad de los trabajadores, la libertad sindical y la actividad sindical en el lugar de trabajo y las regulaciones sobre el empleo” y es precisamente el que pretende reformar Renzi con la conocida como Job’s Act (Ley Laboral).
“Trabajo, dignidad, igualdad”
En la manifestación se vieron pancartas con consignas como “PD (partido de Renzi), partido de derecha” o “Renzi cuentista” y se corearon canciones como el Bella Ciao o el Fischia il vento tras la pancarta principal con el lema de la marcha: “Trabajo, dignidad, igualdad. Para cambiar Italia”.
Durante el acto, 180 licenciados de la orquesta de la Ópera de Roma cantaron desde un palco de la plaza de San Giovanni el Nessun dorma, de la ópera Turandot de Giacomo Puccini ante una multitud emocionada.
Por su parte, el líder de la Federación de Empleados Trabajadores de la Metalurgia (FIOM), Maurizio Landini, destacó que esta manifestación demuestra que “el Gobierno no tiene el consenso del país y de las personas que viven de su trabajo”.