Esta es una de las historias más hermosas de solidaridad que dos pueblos oprimidos han podido
vivir en el Estado español, ese Estado que separa y disgrega a los pueblos y trabajadores en
nombre de una unidad que solo es de mercado. Una historia que desafió incomprensiones, mitos,
y convicciones históricas instaladas tanto por los grandes medios de comunicación como por
instituciones académicas, encargadas todas ellas de seguir reproduciendo la ideología y las
políticas dominante de la gran oligarquía española. Hablamos del homenaje que en 1985 rindió el
pueblo de Badolatosa, en la rebelde Sierra Sur sevillana, al médico vizcaíno y dirigente de la
izquierda abertzale Santiago Brouard.
Santi Brouard, un abertzale revolucionario
20 de noviembre de 1984, Santiago Brouard, había terminado de auscultar a un niño en su
consulta de pediatría del número 12 de la Alameda de Recalde de Bilbao; eran casi las seis de la
tarde, cuando dos individuos irrumpen en su consulta y cosen a balazos a Santi. En su huida, los
dos individuos abandonaron en la consulta una pistola “Lathy” de fabricación sueca y un fusil
semiatomático italiano. Más tarde, se confirmaría que las balas utilizadas coincidían con las
utilizadas en acciones de los GAL en Iparralde.
Santiago Brouard, médico vizcaíno, nacido en 1919, tuvo que exiliarse a Francia cuando 1974
atendió a un militante de ETA herido gravemente de bala. En Iparralde, Santi entró en contacto
con los máximos dirigentes de ambas ramas de ETA existentes en aquellos momentos, ETA
(militar) y ETA (político-militar), es decir, con Juan Miguel Beñarán Ordeñana (Argala), y Eduardo
Moreno Bergaretxe (Pertur). De Argala, Santi diría: “No he conocido a nadie con una dedicación
tan plena, tan fuera de lo común. Por otra parte su preparación política, y su capacidad eran
extraordinarias… Yo muchas veces he pensado que su capacidad política emanaba directamente
del convencimiento profundo que tenia en el devenir del pueblo revolucionario vasco. Creo que las
24 horas del día, hasta las que dormía, él tenia en la mente la misma cosa. Una mente que estaba
trabajando sobre un problema, sin preocuparle lo más mínimo el resto de las cuestiones. Una
mente que solo vivía para el pueblos vasco y sus problemas. Con esto, y como es natural, los
frutos que daba eran muy superiores a los de cualquier otra persona que ademas de tener una
vida política, una idea política, tiene una idea familiar, una idea profesional, etc., que en cierta
medida resta capacidad… Argala ha sido la figura cumbre de la política revolucionaria vasca, por
lo menos de las que yo he conocido. Como médico puedo decir que era una persona muy dotada,
mucho más de lo normal y con una sagacidad política increíble… Como revolucionario, creo que
sólo tenia una debilidad, la música”. De Pertur: “Eramos vecinos, y asistíamos a las reuniones del
KAS. Muchas veces juntos, en el mismo automóvil. Yo a Pertur le admiraba profundamente. He
pasado horas en común, pues cantidad… Recuerdo que en aquel piso no se oía otro cosa que el
teclear de su máquina de escribir. Él era un trabajador inmenso. Todo el día se lo pasaba
trabajando, y trabajando. Su militancia ha sido extraordinaria, ahora bien, no tenía más que esa
gran, importante, cualidad. Su capacidad política era la de un hombre estudioso, la de un
trabajador nato. “
En Iparralde fue miembro fundador del partido EHAS, nacido de la fusión de los partidos
socialistas y abertzales EAS y HAS. Posteriormente, EHAS pasó a denominarse HASI, partido del
que fue presidente hasta su asesinato, siendo a su vez, miembro de la Mesa Nacional de la
coalición de izquierda abertzale Herri Batasuna (HB). De la mano de Santi, el carismático Jon
Idigoras daría el salto definitivo a la dirección de HB. En 1983, Santi sería encarcelado por su
participación en el canto del “Eusko Gudariak” protagonizado por los parlamentarios autonómicos
de HB durante la visita del monarca español Juan Carlos I a la Casa de Juntas de Gernika. Santi
Brouard fue además parlamentario autonómico y Teniente de Alcalde de Bilbao durante una
legislatura.
Santi Brouard era un hombre querido y admirado por su pueblo, incluso por elementos del
nacionalismo vasco conservador, además, desde los sectores menos intransigentes de los
Estados español y francés su figura siempre fue vista como la de un interlocutor válido a tener en
cuenta en un proceso de salida negociada el conflicto vasco. De ahí que su asesinato fuera
interpretado como el asalto definitivo de los “duros” en la denominada “lucha antiterrorista”, ya que
con su asesinato no solamente se quería asestar un duro golpe al corazón mismo de la izquierda
abertzale y al conjunto del pueblo vasco progresista y defensor de los derechos nacionales, sino
que se pretendía igualmente anular cualquier tipo de solución negociada al conflicto en Euskal
Herria. Por otro lado, si por algo ha destacado la máquina represiva del Estado español respecto
al conflicto vasco es por eliminar de raíz a aquella militancia abertzale que no solamente
demostrara un claro compromiso independentista, sino que también destacase por su apuesta por
la transformación revolucionaria de la sociedad, por la construcción del socialismo y del
comunismo, como fue el caso de Santi, o los anteriormente nombrados Argala y Pertur. Santi en
un discurso ante el Comité Central de HASI afirmaría: “La propaganda capitalista a través de
todos los medios quiere quitarnos fundamentalmente la fe en nuestro proyecto histórico; para eso
mienten, insinúan, usan todos los medios de los cuales se valen para confundir y falsear, insinuar
en nuestro espíritu. Es frecuente oír que es inútil luchar, que todo da igual, que que más da unos
políticos que otros, que todos son iguales,que en la URSS hay clases,que Nicaragua va fracasar
sometida al imperialismo americano, que en Cuba existen hijos de papá. Todas estas
propagandas no tienen más fin que quitarnos la fe que todos nosotros cultivamos en el proceso
revolucionario que defendemos.”
Su asesinato dio lugar a la convocatoria de una huelga general en Euskal Herria que fue
ampliamente seguida.
El asesinato de Santi Brouard
Como antes se ha señalado, en la tarde del 20 de noviembre de 1984, dos individuos irrumpieron
en la consulta de Santi Brouard, le dispararon hasta en seis ocasiones, causándole su muerte
inmediata. Desde el primer momento unas siglas, las del GAL, y la consiguiente participación de
los aparatos represivos del Estado planearon sobre el cadáver de Santi. El tiempo y las
investigaciones, siempre entorpecidas, acabarían confirmado las sospechas.
La investigación del asesinato de Santi Brouard ha sido todo un cúmulo de despropósitos,
lagunas, obstáculos, intrigas, y rincones oscuros, en definitiva, las cloacas del Estado, no las de
un Gobierno de un partido político concreto, sino las del Estado como tal en acción.
Inicialmente, se encargaría de la investigación Antonio Rosino, Jefe de la Brigada de Información
de Bilbao, siendo retirado del caso después de recibir la orden de pagar el silencio de un
informador que estaba dispuesto a contar detalles fundamentales sobre la planificación y autoría,
llegando a la conclusión de que el asesinato de Brouard pudo haberse evitado, junto al fiscal
Emilio Valerio Martínez, quien señalaría directamente a los servicios secretos españoles.
El caso pasó por las manos de hasta 10 jueces y terminó con una sentencia firme, ratificada por
el Tribunal Supremo, en mayo de 1993. Dos personas, mafiosos no vinculados a puestos de
responsabilidad política, y confidentes de la policía, fueron condenadas como autores materiales
entonces: Rafael López Ocaña, a 33 años de cárcel, y Juan José Rodríguez Díaz, alias “El
Francés”, a 8 años.
El sumario se reabrió tras la detención de José Luis Morcillo Pinillos, industrial granadino, por un
alijo de 100000 pastillas de éxtasis, a éste se le consideraría coautor del asesinato, junto a López
Ocaña, el fiscal le reclamaría 31 años de prisión. Tras casi 5000 folios y más de ocho años de
instrucción, también aparecerían en calidad de inculpados Julián Sancristóbal, Director General
de Seguridad del Estado, como inductor y cooperador necesario del asesinato; José Amedo,
Subcomisario de la Policía Nacional, como inductor; Rafael Masa, Teniente-Coronel de la Guardia
Civil, como cooperador necesario; Francisco Álvarez, Jefe del Mando Unico para la Lucha
Antiterrorista; Jesús Martínez Torres, Comisario General de Información; Miguel Planchuelo, Jefe
Superior de Policía de Bilbao; el ya nombrado Antonio Rosino, Jefe de la Brigada de Información
de Bilbao y Michel Domínguez, Policía Nacional, como encubridores del asesinato. Durante el
juicio se apuntará también por diferentes declaraciones de los procesados la responsabilidad del
ex Secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, y del ex Ministro de Interior, José
Barrionuevo, que participaron en el juicio, únicamente como testigos.
Finalmente, en el 2003, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Vizcaya decidió absolver
a los tres principales acusados: José Luis Morcillo, José Amedo, y Rafael Masa, del asesinato de
Santiago Brouard por falta de pruebas concluyentes. En la sentencia de 48 folios, el Tribunal
considera que los hechos «no son constitutivos de las infracciones penales que se imputan a los
tres acusados, puesto que no se ha acreditado ninguno de los ilícitos típicos, ni otros homólogos,
de manera que no surge responsabilidad criminal». En este sentido el tribunal ha resaltado que
«los testigos referenciales que tendrían habilidad para asentar la versión de hechos que postulan
las acusaciones han carecido de fuerza de convicción de una manera palmaria».
Lo dicho, las cloacas pestilentes del Estado español donde narcotraficantes, chulos, y
delincuentes se confunden con agentes de policía, agentes secretos, y cargos políticos.
Badolatosa, un pueblo andaluz rebelde
El pueblo de Badolatosa está situado en la provincia de Sevilla, en plena comarca de la Sierra Sur,
allí donde la provincia de Sevilla se confunde con las de Córdoba y Málaga, casi en pleno centro
geográfico de Andalucía. La comarca de la Sierra Sur sevillana ha sido y es, una de las comarcas
andaluzas donde el peso del latifundio ha sido mayor, hablamos de amplias extensiones de
territorio cultivado principalmente por olivos. Badalotosa se encuentra muy cerca de localidades
con una gran tradición latifundista como son Osuna y Estepa. Por sus tierras estuvo el refugio del
famoso bandolero José María Hinojosa “El Tempranillo”, que lejos de ese romanticismo con que
siempre ha sido analizado el fenómeno del bandolerismo andaluz, no representaba más que la
desesperación y la miseria de un pueblo trabajador humillado y explotado cruelmente, “El
Tempranillo” era hijo de jornaleros. El bandolero local más conocido fue José Ruiz Permana
“Germán”.
Badolatosa ha sido y es un pueblo de jornaleros, de obreros del campo, que han sufrido y siguen
sufriendo en la actualidad la más cruel explotación del ser humano por el ser humano. Pueden
cambiar las maneras, nunca el fondo, es decir, nunca la explotación en la que el modo de
producción capitalista se fundamenta.
Aunque la Sierra Sur ha sido el feudo tradicional del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) y de
su brazo político, la CUT, con localidades como Marinaleda, Los Corrales, Pedrera o Gilena;
Badolatosa, junto a la vecina Casariche, fue y es un feudo tradicional del PCE, por tanto, en
Badolatosa se vivieron muy intensamente todas las vicisitudes atravesadas por este partido
desde sus primeras escisiones en los años 60. En Badolatosa, en definitiva, se han venido
expresando todas las características diferenciales que han venido marcando al movimiento
comunista en Andalucía prácticamente desde su creación.
Badolatosa fue el núcleo principal de una escisión del PCE llamada Frente Leninista Andaluz,
dirigida por dirigentes andaluces de las CCOO del Campo. Este Frente Leninista Andaluz, junto
con el Partido Comunista (PC), conocido popularmente como “pecé punto”, y diversos sectores del
PCE escindidos en Andalucía dieron lugar a lo que hoy se conoce como el Partido Comunista del
Pueblo Andaluz (PCPA).
El homenaje de un pueblo de Andalucía a un luchador vasco
Era el 18 de mayo de 1985, el periódico El País en su edición del día 19 lo contaba así: “La viuda
y la hija de Santiago Brouard asistieron en Badolatosa (Sevilla) a la inauguración de una barriada
que lleva el nombre del dirigente abertzale asesinado. El acto, promovido por Comisiones Obreras
del Campo de Andalucía, de fuerte contenido político, tuvo constantes llamadas a la «solidaridad
del pueblo andaluz y el pueblo vasco» y se desarrolló sin incidentes. La jornada finalizó con un
mitin-fiesta en el que intervinieron dirigentes del Frente Leninista Revolucionario de Andalucía,
recientemente escindido del PCE, y lo miembros de la mesa nacional de Herri Batasuna Jon
Idígoras y Txomin Ziluaga”.
Sin embargo, los caciques locales, con su partido, el PSOE, junto con la ultraderecha intentaron
por todos los medios hacer fracasar el acto. Lo intentaron boicoteando la rueda de prensa que la
hija de Santi, Edurne, junto a al dirigente de HASI Txomin Ziluaga, al dirigente de HB, Jon
Idigoras, y los andaluces Juan Antonio Romero (“Comandante”), dirigente de las CCOO del
Campo, el dirigente del PC “punto”, Juan Cabo, y el Alcalde de la localidad, Jerónimo Rodas,
dieron la víspera del acto. El PSOE dictó la orden tajante a todos los medios de comunicación de
no acudir a esa rueda de prensa, que, a pesar del boicot, se pudo llevar a cabo y fue aprovechada
por el Alcalde para denunciar todas las amenazas recibidas. Pero no quedó ahí la cosa, a la
noche, eurocomunistas del PCE y socialdemócratas del PSOE se aliaron para lanzar toda una
campaña de criminalización llenando de octavillas insultantes las calles de Badolatosa, pero frente
a esta provocación, los organizadores del acto dieron toda una lección de disciplina y trabajo
retirando una a una todas las octavillas, además de pancartas y carteles. Se organizó un ejemplar
servicio de seguridad que muy probablemente evitó que el acto fuera reventado. Badolatosa
acabó siendo totalmente rodeada por efectivos fuertemente armados de la Guardia Civil. Frente a
estas provocaciones, el pueblo obrero de Badolatosa se expresó con sencillez y humildad, y
expresó su unánime solidaridad con la lucha del pueblo vasco y su homenaje a un luchador
querido y honrado del pueblo trabajador vasco, haciendo que una barriada de su pueblo llevara su
nombre. Finalmente, a pesar del empeño de la derecha, del PSOE y del PCE, el acto de
homenaje a Santi Brouard se llevó a cabo sin ningún incidente.
Badolatosa se engalanó con banderas andaluzas, ikurriñas, y banderas rojas, llegaron seis
autobuses desde Euskal Herria, que a pesar de esas octavillas insultantes, no eran “terroristas”
sino vascos que quisieron vivir un momento de solidaridad único. Se gritaron consignas de
solidaridad entre Euskal Herria y Andalucía y de denuncia del asesinato de Santi. El dirigente de
HB, Jon Idigoras diría sobre el acto: “va a romper esas barreras que el enemigo, la oligarquía, la
socialdemocracia, los caciques y los señoritos han querido imponer entre el pueblo andaluz y el
pueblo vasco”. La viuda de Santi, Tere Aldamiz emocionada diría: “Huelgan las palabras.
Badolatosa, pueblo digno y generoso que quiso representar al pueblo de Andalucía, lo consiguió
con un gesto, tatuando un surco en el corazón del pueblo vasco, a ese pueblo con el cual
compartió su pan, su amor, y su dignidad”. En la fiesta posterior al mitín se pudo ver a importantes
miembros de HB como José Luis Elkoro o el fallecido Jokin Gorostidi arrancarse por sevillanas.
25 años después
25 años después, ni Badolatosa es la misma, ni por supuesto, Andalucía y Euskal Herria. Aquel
núcleo comunista de Badolatosa que hizo de su fidelidad a la URSS y de su denuncia de las
continuas concesiones del PCE a la gran oligarquía española su bandera volvió a las filas de
donde salió.
La Andalucía de hoy, su movimiento obrero y popular, y las organizaciones que desde la izquierda
transformadora apuestan por la autodeterminación y la soberanía nacional intentan desarrollarse
en un ambiente poco propicio, a pesar de la crisis capitalista; su capacidad de influencia en la
clase obrera y el pueblo trabajador es escasa y muy insuficiente. La Euskal Herria de hoy y su
izquierda abertzale no es tampoco la de hace 25 años. Sin embargo, tanto en Andalucía como en
Euskal Herria hay motivos para la ilusión, y sobre todo, hay motivos para luchar, en el caso de
Andalucía, el movimiento obrero y popular andaluz necesita fortalecerse, por tanto, necesita de un
trabajo constante y sistemático de lo más granado de sus trabajadores y sectores populares, no
es una tarea fácil, pero en la dificultad tiene que ir la ilusión, el amor y la pasión de todo trabajador
andaluz con conciencia nacional y de clase por su tierra, en la que vive trabaja y sueña, y su
clase.
Hay que entender que la solidaridad internacionalista desde Andalucía se ha de basar en la
reactivación del movimiento obrero y popular andaluz bajo un programa de reconstrucción
nacional de Andalucía desde los intereses de las clases explotadas andaluzas. Sólo así nuestra
solidaridad internacionalista será fuerte, y sobre todo, útil. Sólo así la solidaridad internacionalista,
siempre criminalizada, con Euskal Herria será un acto útil para el pueblo trabajador vasco. Pero no
sólo la solidaridad con Euskal Herria se criminaliza y se persigue, también está ocurriendo con la
solidaridad con Colombia, Venezuela, Cuba o Palestina, por tanto, lo dicho para Euskal Herria vale
también para otros lugares. Hace unos años era imposible pensar que la solidaridad con esas
luchas fueran objeto de criminalización, pero el imperialismo en su lucha contra los trabajadores y
los pueblos se ha vuelto cada vez más fiero, y sobre todo, más alienante, y sabe perfectamente
que la solidaridad de los trabajadores y los pueblos es un arma peligrosa, muy peligrosa, y no está
dispuesto a que hagamos uso de ella.
La oligarquía española está empeñada en enfrentar a los pueblos, mantiene estereotipos
alienantes y vejatorios. Estas barreras impuestas por la gran oligarquía española han sido
especialmente difíciles de sortear en los casos de Andalucía y Euskal Herria por muchos y
diferentes motivos, a veces, incluso, por los mismos que en ambos pueblos se sienten solidarios.
Seamos pues inteligentes, sepamos distinguir lo principal de lo secundario y ordenar nuestras
tareas sabiendo que lo prioritario, lo principal en Andalucía es fortalecer el movimiento obrero y
popular, pero sin perder de vista, ni por un instante nuestro deber internacionalista.
Hoy, frente a las ansias de paz, democracia y soberanía que siente la mayoría del pueblo vasco,
muy especialmente la izquierda abertzale, el Estado español vuelve a demostrar su intransigencia,
su inmovilismo, y sobre todo, sus intenciones de perpetuar un Estado caduco heredado del
franquismo. En esta situación, valga recordar y tomar lección de aquel gesto solidario de hace 25
años de un humilde pero combativo pueblo jornalero andaluz con un luchador vasco querido y
reconocido como fue Santi Brouard, y en general, con la legítima lucha del pueblo vasco.