Me parece bastante infantil juzgar la orientación ideológica de un movimiento haciendo referencia a una frase de un documento. ¿Cuantas veces aparece la palabra socialismo, por ejemplo, en “La historia me absolverá”? 0 veces. No me extrañaría que también entonces algún cantamañanas se atreviera a decirle a Fidel lo que era o dejaba de ser. Cuba se declaró socialista en 1961, dos años después del triunfo de la revolución y 59 años después de conseguir su independencia. ¿Dónde hay que firmar?
Pareces desconocer y/o despreciar, no sé que es peor, la necesidad y el deber de los revolucionarios de aglutinar a los más amplios sectores sociales posibles en base a unos mínimos, teniendo en cuenta los diferentes niveles de concienciación existentes en cada momento, intentando engarzar siempre los objetivos tácticos con los estratégicos, pero valorando y mimando cada reivindicación y cada lucha que la clase trabajadora y sectores populares lleven adelante, porque late en ellas la necesidad de la revolución, aunque no vayan declarándose comunistas a cada paso.
Mencionas al poder popular pero pareces desconocer la interrelación dialéctia de las luchas que a él nos pueden llevar. Como bien explica nuestro querido Iñaki es imprescindible conocer y, sobre todo, practicar la dialéctica entre contrapoder, doble poder y poder popular. “El parlamento es otro frente de lucha, no el único camino como se afirma ahora. ” ¿Ignoras o mientes? Nadie ha dicho eso y nadie que conozca un poco la praxis histórica del MLNV puede deducir eso de los últimos documentos publicados y debatidos por la izquierda abertzale.
El contrapoder generado por y para la autoorganización de los sectores populares es imprescindible y no es un frente de lucha más sino que ha de ser el modo habitual de organizarnos. Nos jugamos en ello la independencia de pensamiento y acción, valga la redundancia. Las palabras de Argala recogidas por ETA en el comunicado sobe el Proceso Democrático no están ahí porque quedaban bonitas: “Ni ETA ni todo KAS ni HB ni ninguna formación política por amplia que sea puede solucionar los problemas de la clase trabajadora vasca, del pueblo trabajador vasco. Únicamente el mismo pueblo trabajador vasco puede solucionarse sus problemas. Pero nadie de estos puede quedar al margen de la lucha y no puede quedar al margen de la organización. Solo un pueblo organizado puede conseguir los objetivos a los que aspira.”
Sin embargo, ese contrapoder sabe que cada parcela de poder arrancada al opresor, constituye una oportunidad de multiplicar mil veces su influencia. Una charla sobre el atentado contra la salud pública que supone una incineradora es un contrapoder. Una manifestación contra la incineradora es un contrapoder. Una iniciativa de barrio para hacer compostaje y darlo a los caseríos cercanos es un contrapoder. Un ayuntamiento comprometido con ese contrapoder que estudia las alternativas existentes en otros pueblos, las importa, las socializa, las pone en marcha y las somete a consulta popular… es un doble poder que ha abierto una brecha importante en el muro construido por quienes se enriquecen a costa de nuestra salud y nuestro futuro. Supongo que sabrás que hablo del ayuntamiento, del pueblo, de Usurbil, donde están reciclando el 82% de los residuos y han conseguido dejar en evidencia a los impulsores de la incineradora cuyo presupuesto es de unos 400 millones de euros. Eso se llama poner las instituciones al servicio de su legítimo dueño. El contrapoder tiene que seguir ahí defendiendo lo logrado, vigilando que el doblepoder no ceda a las presiones del poder y de la prensa burguesas…etc. y profundizando en la labor emprendida: pudiera ser en este caso, por ejemplo, denunciar a los fabricantes para que cambien su vergonzosa política de embases.
Pero sin el doblepoder el contrapoder se queda cojo y puede devenir en una suerte de “modo de vida alternativo” que puede generar una estética, una identidad y tranquilizar la conciencia de sus participantes pero no supone ningún quebradero de cabeza para el poder, más bien al contrario. He puesto un ejemplo de una gran importancia pero que te puede parecer “menor”. Sin embargo esa rica dialéctica vale para cualquier poder. Te dejo el placer de imaginarlas tú.
Zutik Euskal Herria!