Hoy domingo, 11 de abril, recordamos el inicio del auge y caída de la dictadura más breve de la historia, recordamos también el calvario del Cristo-Pueblo que resucitó al tercer día, nuestro 13 eterno. El 11 de abril siempre estará ahí para recordarnos cómo pretendió triunfar y fracasó la muerte, recordamos también qué clase de país se proponía la oposición mediática y contrarrevolucionaria, para no olvidar nunca la sangre que se derramó ese día. Sangre venezolana, tanto bolivariana como opositora. El golpe de abril es un punto de inflexión en nuestra historia como pueblo, que cobró conciencia de que él mismo es quien lucha y construye su propia historia, y nos demostró, para siempre, que todo 11 siempre tendrá su 13 en la Patria de Bolívar.
¡Todo golpe tendrá siempre su contragolpe revolucionario!
¡Honor eterno a nuestro bravo pueblo y a nuestros bizarros soldados!
II
La media luna, a fuerza de pueblo, va dando paso en el cielo libertario a la luna llena boliviana. Con los resultados electorales del domingo pasado, una vez más Bolivia lanza a los cuatro vientos una clara señal: la libertad, la justicia y la soberanía, fuentes matrices del legado originario, se afianzan, crecen, se profundizan y remontan vuelo, mientras que los intereses apátridas, sombras del pasado discriminatorio, excluyente y colonialista, pierden terreno en su empeño desolador.
En una ocasión, Evo Morales dijo con admirable certeza refiriéndose a los tiempos de cambios que vive su Patria: «Este es el momento para que todos sepan que nuestra lucha no termina, que de la resistencia pasamos a la rebelión y de la rebelión a la revolución». Estas palabras revelan tanto el propósito como el destino que hoy se encarna en todo el pueblo boliviano, que se levanta y echa a andar hacia un horizonte de plenitud, sin bajarle la frente a ningún poder dominante. Ha llegado, pues, la hora de los pueblos que entraron a la historia para no abandonarla jamás. ¡Viva la Bolivia nueva, la Bolivia hecha pueblo, la Bolivia ancestral, la Bolivia socialista!
III
Nos señala la vieja conseja socialista que los pueblos se transforman a sí mismos a través de sus actividades, en la medida en que transforman sus circunstancias en función del bien común. Y si esto se realiza con la unión de países que compartimos un legado y un destino común, las nuevas conquistas a favor de los pueblos cobran mayor trascendencia y profundidad. Este fue el espíritu que marcó esta semana la primera visita del hermano Pepe Mujica, presidente de la República Oriental del Uruguay. Pensar y actuar en procura de la multipolaridad como un nuevo orden mundial pasa necesariamente por la consolidación de Nuestra América. Los ocho acuerdos firmados entre nuestros pueblos en materia de seguridad energética y soberanía alimentaria se orientan en ese sentido y vienen a convertirse en un reimpulso de nuestras relaciones, basado en la solidaridad y el respeto como única vía para que, de manera conjunta, podamos alcanzar la verdadera y real independencia definitiva.
IV
De nuevo una enorme decepción para quienes se desvelan más por los planes desestabilizadores que por la felicidad de la Patria. Contra todos los pronósticos infundados de la oposición desalmada que estimaban el colapso definitivo de la energía eléctrica para estas fechas de abril, no sólo ya van entrando las lluvias, sino que además el plan de emergencia ha dado resultados satisfactorios. El ataque combinado de siembra de plantas termoeléctricas y del plan de ahorro energético, pese a los sabotajes, demuestra que la situación tiende a superarse y que no habrá ninguna crisis insalvable, como algunos creían. Pero con el afán de blindar al país en su recuperación definitiva y asegurar el abastecimiento para eventuales contratiempos futuros, hemos extendido las medidas de emergencia eléctrica sesenta días más, tiempo que nos permitirá lograr todos los objetivos que nos hemos planteado en el sector energético.
Aquí seguimos demostrando que hay un Gobierno que no descansa ni escatima esfuerzos para hacerle frente a las terribles consecuencias del cambio climático, que en nuestro país se ha manifestado con la recia sequía que hemos padecido. Sequía que nos ha permitido iniciar un cambio sustancial en la cultura del consumo y del aprovechamiento cabal de nuestros recursos. Por todo lo que hemos adelantado desde la creación del Ministerio del poder Popular para la Energía Eléctrica, felicito desde estas líneas a nuestro ministro Alí Rodríguez Araque, a todos los trabajadores del sector, hoy más que nunca comprometidos con el proyecto socialista, y al pueblo todo, porque juntos estamos demostrando que Venezuela se crece en las crisis. Los hijos y las hijas de Bolívar somos, como nuestro magno padre, «El pueblo de las dificultades.»
V
«Mientras no podamos fusionar en una misma organización a ocupados y desocupados, con reivindicaciones y programas para ambos, mientras persista el afán de copar, de hegemonizar gremios y partidos y no haya lugar en sus direcciones para el pluralismo que hay en sus bases, mientras en los frentes permanentes, o en los circunstanciales para una lucha determinada del pueblo, no se les dé cabida por igual a todos los que están por esa lucha, mientras todo esto siga así: seremos parias económicos y sociales. Quienes también tenemos el deber de organizarnos para salir adelante». Así decía aquel gran dirigente del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros Raúl Sendic en un breve artículo por allá por 1987, continuando con el acento uruguayo con el que pasamos esta semana.
Llegamos a la decimoctava semana de discusiones dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela. Sabemos que la discusión ha sido nutrida, mientras se van constituyendo las bases programáticas que caracterizarán al partido, dándole mayor cuerpo y cohesión ideológica, de cara a las elecciones internas en mayo. Por eso asomo la cita del gran dirigente Tupamaro, para acentuar una arista necesaria en el debate de nuestro partido: lo escrito por Sendic en 1987 conserva intacta su vigencia, más aún cuando nos encontramos en plena construcción de poder popular, de la vía venezolana al socialismo.
Es también un mensaje para las y los 3.527 candidatas y candidatos que se postulan para las elecciones internas, con la misión de reflejar en la acción ese «pluralismo de las bases» del que nos habla Sendic. Ustedes mejor que nadie saben la responsabilidad fundamental y sagrada de ser pueblo en ejercicio revolucionario y transformar aún más las actuales relaciones de poder, de militar con calidad revolucionaria. Candidatas y candidatos: ustedes asumen el reto que la Patria exige con el objetivo de profundizar la Revolución Bolivariana en unidad, fortalecer el rumbo socialista obedeciendo al pueblo que los elegirá: el mandar obedeciendo. Tenemos que estar a la altura de nuestra historia.
Estas próximas elecciones están llamadas a superar el gran ejemplo democrático que dimos en 2008 para las elecciones de nuestros candidatos para los comicios regionales. No sólo somos la fuerza política más numerosa, somos también la más democrática y participativa: necesario es volver a vencer.
Finalmente, compatriotas, les invito a que nos sumemos desde ya, con infinita alegría y amor patrio, a los eventos históricos del Bicentenario, toda esta semana que hoy comienza.
¡Vivamos a plenitud de conciencia la resurrección de Venezuela!
Digámosle a Bolívar con nuestro canto Bicentenario: ¡¡Padre, no araste en el mar!!
¡Aquí está, ha aparecido en el horizonte la maravillosa cosecha de tu heroica siembra!
¡Patria bolivariana o muerte!
¡Venceremos!