Esta editorial semanal se escribe con un poco de retraso, de manera consciente. El Tribunal de Órden Público podía haber hecho pública la sentencia el pasado viernes para evitar la agonía del fin de semana a las personas imputadas, a la opinión pública consciente y a una legión de analístas políticos que hoy a la mañana han encendido el ordenador esperando el sentido de sus reflexiones, pero nunca ha sido la sensibilidad una de las virtudes de la judicatura. Así que ha habido que esperar hasta hoy para que se desveláse el secreto.
Es comprensible la alegría de los propios acusados, quienes después de ser torturados, ver su patrimonio personal bloqueado, con el macabro caso del fallecimiento de uno de los imputados con las cuentas bloqueadas hasta para el cobro de su pensión de jubilación. Pero otra cosa distinta es la obligación de ir al análisis frío y desapasionado de las razones últimas de su natural alegría.
Debemos dirigirnos en primer lugar, a un hecho fundamental. El relevo del falangista Fungairiño por un nuevo fiscal que tomó inmediatamente la decisión de renunciar a ejercer acusación alguna contra los imputados dado que veía evidentemente que no había caso, más allá del odio ideológico de la caverna española al euskera y al abertzalismo.
Este fiscal optó por situar el sumario allá donde debiera haber estado desde el principio: las pruebas. Y se encontró con un formidable proyecto cultural convertido en realidad merced a decenas de miles de euskaldunes y varios miles de lectoras y lectores fieles a su compromiso diario con el euskara, a través de la compra diaria de sus opiniones.
Hasta la Kordinadora de Konparsas de Bilbo se ha visto afectada por la furia vengadora del fascismo español antes y ahora en el poder y en el gobierno de Madrid. Se bloquearon las cuentas de Hor Dago!, comparsa que nació para apoyar desde el Movimiento Popular y desde los espacios lúdicos a la primera publicación en euskara diaria desde que Franco fuera enterrado. Se les incautaron las cuentas y en el TOP están parte de los archivos que pertenecen a Bilboko Konpartsak, que desde estas líneas logicamente exijímos restituir a sus auténticos dueños.
El gobierno español abrió todos los flancos represivos pero lo hizo como el fascismo procede contra la población civil, con las armas, las amenazas, la tortura y con la más absoluta de las falsedades por bandera.
El juicio ha sido observado con lupa por organismo jurídicos internacionales y de Madrid salieron asombrados quienes acudieron al ver las pretendidas traducciones, en las que Gora Euskadi Askatuta! se tradujo alegremente por ¡Viva ETA!, por citar solo una de aquellas insólitas imbecilidades que se trataron de colar como versiones ofrecidas por personas con capacidad de traducir.
Este jucio ha tenido demasiados focos sobre sí mismo como para hacer pasar por jóvenes radicales a casi una decena de venerables veteranos centrados en la cultura y en su mayoría, si no en su totalidad, alejados de la práctica político – militar de ETA también en el campo de la opinión.
Una sentencia condenatoria sin sustento acusatorio de la fiscalía no tiene ni pies, ni cabeza. Tres fascistas en la calle y otros tres estrategicamente situados en el Tribunal Supremo subvierten cualquier garantía procesal, pero cabe el recurso a estrasburgo. Y ahora sí, ningún estado admite el mantinimiento de un procedimiento judicial sin acusación de la fiscalía. El fiscal renunció a preguntar siquiera a los acusados en una denuncia pasiva del akelarre fascista que se estaba desarrollando en su presencia, algo que ni la judicatura ni los tribunales superiores al tribunal de Órden Público quisieron evitar.
No les ha sido posible mantener ese mismo guión que tan buenos resultados les está dando durante décadas en esta ocasión para criminalizar al independentismo vasco y al mundo euskaldún con estos acusados.
Todo esto, esta sentencia hubiese sido imposible sin la salida a la calle en Donostia de decenas de miles de personas, sin las movilizaciones masivas en los centros de trabajo y estudio, sin denunciar masivamente que nos están tratando en Euskal Herria como tratan hoy en Honduras a su pueblo en resistencia pacífica, con torturas, con apropiaciones de bienes ajenos, con incautación de patrimonio. Esto, se lea donde se lea, es lo que debe resaltarse. Tratan al independentismo vasco igual que el gorilismo trata a los pueblos de Latinoamérica o a cualquier sociedad sojuzgada de cualquier lugar del planeta. Igual, ni peor, ni mejor.
Pero cuidado, quedaba el recurso al tribunal de derechos humanos. Al póder político español, a sus podéres fácticos se les ha impedido consumar su venganza antivasca por no poder argumentar de que forma y con que justificación se juzga a unos editores de periódico si la acusación pública ya ha dejado claro que exije el archivo del caso.
Queda pendiente la reparación de las brutales torturas que padecieron, la pérdida de decenas de puestos de trabajo, la destrucción de la maquinaria y las instalaciones y la reparación del daño hecho. Casi nada.
Y exijímos responsabilidades al aparato de mentiras y calumnias del régimen por la cantidad de mentiras que se han publicado contra el medio, la plantilla y sus profesionales durante estos siete años así como el calentamiento de las condiciones para esta intervención.
la ultraderecha española está acostumbrada a cometer todo tipo de aberraciones contra la sociedad y el pueblo que lucha de modo que, no pueden salir limpios de polvo y paja de esta. No debemos permitirlo.
La venganza española siempre ha convertido a la política vasca en un movimiento pendular. ETA mata a Ryan y las FOP españolas deshacen a golpes el cuerpo de un detenido, siempre ha sido así. A los movimientos políticos del independentismo, basicamente a la izquierda Abertzale, España responde con aniquilamiento de activistas o con el encarcelamiento de los dirigentes políticos civíles abertzale.
Desgraciadamente para Aznar, responsable de todo este capítulo de violencia, vejación, tortura y calumnias ‚y para Zapatero, continuador de sus barbaridades por la trágica negativa a pactar una salida democrática al contencioso que enfrenta al Pueblo Vasco con el imperialismo españolista. Haciendole responsable de los desmanes que su gobierno antidemocrático comete diariamente desde los organos pseudojudicales españoles y desde la xenófoba intervención de sus cuerpos represivos, fobia que sin ambigüedad alguna ha llegado también a una parte de la Policía Autonómica española que habitualmente, viste de rojo.
El tiempo se le acaba a España. Los medios de intoxicación españoles, corresponsables de esta barbaridad han tratado de ocultar el bochorno a quienes todavía engañan con el infantil cuento de la buena pipa.
No existe la democracía española, existe la democracía a la española, que historicamente desde los Reyes Católicos hasta hoy tiene en la porra y el Santo oficio sus más destacables ingredientes.
Esto ya es un secreto a voces y es curioso que coincida la sentencia obligatoriamente absolutoria con el momento en el que el PNV afirma que el PSOE mete mano al cajón en el Ayuntamiento de Barakaldo, el PSOE que el PNV roba en el Guggenhein, en Araba y en la Hacienda Foral de Gipuzkoa, el PP habla de la subvención a la Fundación Sabino Arana y a Basagoiti Urkullu le recuerda los del caso Gürtel, Cmps y Matas. Todos se delatan a todos ante la estupefacción general.
Es parte de un espectáculo español que el españolismo y los conversos del PNV ya homologados cada día más a la UPN de Sanz y al centro derecha francés no pueden esconder por más tiempo, ha llegado el momento de las auditorias a su gestión.
Euskal Herria tiene a favor el tiempo que ha pasado desde hace treinta años, podemos decir con el ánimo bien alto que la farsa está terminando ya. Hasta IU se apunta a la gestión de izquierda infumable de la mano del neoliberal y requeté Azkuna, curioso candidato del carlistón PNV.
Esto es bueno para los siguientes juicios en perspectiva, el caso de las herrikos o las acusaciones a los Mahaikides de Herri Batasuna, especialmente para las barbaridades que tienen preparadas contra Otegi.
Y que nadie olvide que detrás del escándalo Egunkaria viene no olvidem! el escándalo del Estatut descafeinado de Catalunya. Seguramente en catalán se dirá así, y si no, lo intentamos. Pues eso.