La dirección de Aralar persiste en su intención de cerrar un acuerdo inmediato sobre la articulación de NaBai para el periodo 2011 – 2015. Los movimientos políticos crecientes en el país han acentuado ciertos tejemanejes, sobre todo aquellos que se ligan a la pervivencia e intereses particulares de ciertos sujetos. NaBai, a día de hoy, sigue siendo un conglomerado de intereses. Dos partidos, un mecenas y un periódico, todos ellos necesarios a partes iguales para su remodelación. El PNV, sujeto político sin arraigo electoral en Navarra (está por ver el beneficio que pueda recoger de la ruptura en EA a través de Hamaikabat), aporta capital económico y presión mediática a través del Diario de Noticias. No es menos estimable la línea política que impulsan en la coalición sectores independientes absolutamente afines a los jeltzales. Aralar es importante por dos cuestiones: ayuda a proyectar una falsa imagen de izquierdas de NaBai, imprescindible para su enganche electoral con sectores progresistas; y recoge sensibilidades de izquierda y abertzales huérfanas (electoralmente hablando) tras la ilegalización de la izquierda abertzale. En este sentido debe entenderse la propuesta de reparto de poder para NaBai hecha por Aralar. La entente PNV-Aralar copa la mayoría absoluta en todos y cada uno de los órganos de la futura composición de NaBai; a nivel institucional y orgánico (Aralar 42,3 %, EA 25,2%, Batzarre 12,7%, PNV 9,8%, No afiliados 10%). De esta manera aseguran, para satisfacción de ciertos poderes económicos y políticos, el manejo discrecional de la línea política de la coalición. |